La leyenda de los Yankees de Nueva York , Derek Jeter, regresó al Yankee Stadium el lunes por la noche, recibiendo una bienvenida de héroe mientras lanzaba el primer lanzamiento ceremonial antes del tercer partido de las Series Mundiales.
El ex capitán de los Yankees se unió a Alex Rodríguez y David Ortiz en la retransmisión de MLB on Fox, pero fue su presencia la que encendió al público.
Derek Jeter recibe una calurosa bienvenida en el Yankee Stadium, Ortiz se enfrenta a los abucheos del público del Bronx

Cuando Jeter subió al montículo, los aficionados estallaron en cánticos, celebrando su regreso al Bronx. Los seguidores de los Yankees mantuvieron esa energía y trasladaron su entusiasmo al partido contra los Dodgers. El primer lanzamiento de Jeter y su presencia junto a Rodríguez en la retransmisión resonaron con fuerza entre los fieles de los Yankees, que aprovecharon cualquier oportunidad para recordar a la multitud su lealtad.

Por otra parte, Ortiz, la leyenda de los Medias Rojas de Boston y tres veces campeón de las Series Mundiales, se encontró con una reacción opuesta. Situado entre Jeter y Rodríguez en el set de Fox del jardín central, Ortiz se enfrentó a cánticos de “¡Papi apesta!”. El icono de Boston intentó dialogar con la multitud, respondiendo: “Ahora me toca a mí. Mi turno”, pero los abucheos no hicieron más que intensificarse. Sonriendo a pesar de los cánticos, Ortiz sólo pudo reír cuando Rodríguez se unió al momento desenfadado, palmeando suavemente la mano de Ortiz.
A pesar de la desventaja de 0-2 de los Yankees en la serie, los aficionados abarrotaron el Yankee Stadium, en el primer partido del equipo en casa de las Series Mundiales desde 2009. Antes del primer lanzamiento de Jeter, actuó el artista de hip-hop Fat Joe, que animó aún más al público, que llenó de vítores la cubierta superior.
Aunque Ortiz ha sido una figura constante en las retransmisiones de béisbol de Fox, su legado con los Medias Rojas permanece firmemente en la mente de los aficionados de los Yankees. La presencia de Ortiz en el Bronx, un elemento fijo de la feroz rivalidad entre los Yankees y los Medias Rojas, sirvió para recordar la historia de ambos equipos. El ambiente subrayó las diferentes recepciones de Jeter, una leyenda de los Yankees, y Ortiz, un icono de Boston.
Los Yankees llegaron al tercer partido con la esperanza de ganar para evitar un 0-3 en la serie contra los Dodgers. Con el primer lanzamiento de Jeter y la pasión del público, los aficionados de los Yankees mostraron su lealtad, honrando a uno de los suyos y subrayando al mismo tiempo la perdurable rivalidad con Boston.
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