La aparición del director general de los Yankees de Nueva York, Brian Cashman, en el programa Yankees Hot Stove de YES Network reabrió las discusiones sobre la alineación defensiva del infield de la temporada pasada, lo que provocó una rápida reacción del ex segunda base Gleyber Torres. Sin embargo, la antigua estrella de los Yankees borró su tweet después de un tiempo
El momento resulta especialmente difícil para los fieles de los Yankees, que aún están procesando tanto la decepción de las Series Mundiales como la posterior salida de Juan Soto de la agencia libre. Los comentarios de Cashman del jueves por la noche han reavivado inadvertidamente debates que muchos esperaban que hubieran quedado zanjados con la llegada de la nueva temporada.
Cashman culpa a Torres de las decisiones de 2024
Durante su comparecencia en YES Network, Cashman arrojó nueva luz sobre el pensamiento organizativo que subyace en el despliegue de Jazz Chisholm tras su adquisición en la fecha límite de traspasos de 2024. Aunque la estrategia inicial situaba a Chisholm en la segunda base, la implementación real se desvió significativamente de estos planes, y Cashman sugirió que las preferencias posicionales de Torres desempeñaron un papel decisivo.
“Adquirí a Chisholm para que jugara en la segunda base”, explicó Cashman. “Pero ese plan cambió debido a la preferencia de Torres, que lo puso en manos de Aaron Boone”.
Esta revelación implica que el enfoque acomodaticio del entrenador Aaron Boone a la preferencia de posición de Torres puede haber comprometido la optimización defensiva del equipo, contribuyendo potencialmente a sus carencias en la postemporada.
La respuesta digital de Torres a la crítica organizativa
Tras la entrevista de Cashman, Torres apareció en las redes sociales en un momento que no dejaba lugar a dudas sobre el contexto del mensaje. Aunque evitó hacer referencias directas a Cashman o a los Yankees, el mensaje de Torres coincidió precisamente con la reacción pública a la entrevista, interpretada ampliamente como una respuesta mordaz a la narrativa de su antigua organización.
Este último intercambio añade otro capítulo a la compleja relación de Torres con los Yankees, donde a menudo se encontraba en el centro de las especulaciones de traspaso a pesar de sus constantes contribuciones al equipo. Su traspaso final a los Tigres de Detroit esta temporada baja se produjo tras años de incertidumbre sobre su futuro a largo plazo con la camiseta de rayas.
Revisando los errores defensivos de las Series Mundiales

El comentario de Cashman desvía inevitablemente la atención hacia fallos defensivos críticos durante el enfrentamiento de las Series Mundiales con los Dodgers de Los Ángeles. Dos momentos destacan con especial claridad:
- Juego 1: El manejo de Torres de un lanzamiento de Juan Soto dio lugar a una carrera decisiva en el resultado final.
- 5º partido: Un lanzamiento desafiante de Anthony Volpe eludió a Chisholm en tercera base, creando un cambio de impulso que favoreció a los Dodgers.
Estas luchas defensivas añaden contexto al debate actual, aunque su resurrección en 2025 plantea cuestiones sobre el mensaje organizativo y el momento oportuno.
Examinando el legado de Torres en los Yankees
La trayectoria de Torres con los Yankees refleja la complejidad del desarrollo de los jugadores y las expectativas de la organización. Anunciado inicialmente como un talento fundamental, su permanencia estuvo marcada por la incertidumbre periódica y los cambios en las prioridades de la organización.
La singular decisión del equipo de acomodarse a sus preferencias posicionales representó una desviación del protocolo tradicional de los Yankees, añadiendo otra capa de intriga a su legado a rayas. Aunque sus contribuciones en el campo siguieron siendo significativas, la relación nunca alcanzó la estabilidad que ambas partes probablemente imaginaron al principio.
La estrategia de comunicación, a examen

El planteamiento de los Yankees para gestionar esta narrativa revela los continuos retos de la mensajería organizativa. En lugar de hacer hincapié en su renovada plantilla y en sus objetivos de futuro, se encuentran enredados en un análisis retrospectivo de decisiones pasadas.
Una estrategia de comunicación más ágil podría haber dicho simplemente: “Jazz Chisholm jugará en segunda base esta temporada porque es donde se siente más cómodo”. En lugar de eso, la minuciosa revisión por parte de Cashman de anteriores dinámicas internas ha creado un innecesario ciclo mediático centrado en pasadas controversias.
Esto representa otro caso en el que las relaciones públicas de Yankee podrían haber servido mejor a los objetivos actuales de la organización si se hubieran centrado en las oportunidades presentes en lugar de en los retos pasados.
Navegar hacia adelante
A medida que los Yankees avancen hasta 2025 con un infield reestructurado en el que Chisholm ocupe su posición natural de segunda base, su éxito dependerá de que dejen atrás estas distracciones. La presencia de jugadores angulares como Aaron Judge, junto a las nuevas incorporaciones Paul Goldschmidt y Cody Bellinger, proporciona abundante material para relatos positivos.
La capacidad de la organización para mantener la atención en los objetivos actuales, evitando al mismo tiempo la atracción gravitatoria de las polémicas del pasado, puede resultar crucial para sus aspiraciones al campeonato. Mientras tanto, el nuevo comienzo de Torres en Detroit ofrece a ambas partes la oportunidad de avanzar de forma independiente.
Para los Yankees, el reto consiste ahora en canalizar la energía hacia las oportunidades presentes en lugar de hacia los agravios del pasado. En cuanto a Torres, este último episodio probablemente refuerce las ventajas de su nuevo entorno, alejado del intenso escrutinio que caracterizó su etapa en Nueva York. El éxito final de ambas partes bien puede depender de su capacidad para abrazar sus caminos separados hacia adelante, en lugar de obsesionarse con una historia compartida.
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