Cuando el cerrador Devin Williams regresó de su baja por paternidad, los Yankees designaron para asignación al recién adquirido relevista Adam Ottavino.
El regreso de Williams promete restablecer la estabilidad en la jerarquía de los relevistas. Conocido por su devastador cambio y su probada capacidad en la novena entrada, Williams está listo para retomar sus responsabilidades como principal cerrador del equipo. Su presencia proporciona a los Yankees una opción fiable para asegurar las victorias en las competiciones reñidas.
Mientras los Yankees prosiguen su viaje por carretera, la perspectiva de operar con un arsenal completo en el bullpen debería mejorar su estrategia de lanzamientos. Las próximas series contra los Piratas y los Tigres serán una prueba importante de la capacidad de adaptación del equipo a medida que reintegra a los relevistas clave en sus funciones habituales.

Los Yankees ficharon a Ottavino hace tres días e inicialmente crearon espacio para al transferir a JT Brubaker a la lista de lesionados de 60 días, lo que abrió un puesto en la lista de 40 jugadores.
La historia de Ottavino con los Yankees abarca las campañas de 2019 y 2020. Su temporada inicial fue notable, con un ERA de 1,90 en 66,1 entradas, al tiempo que se establecía como una formidable opción de preparación para el ala derecha. Sin embargo, en su segundo año con el club obtuvo resultados inconsistentes, ya que registró un ERA de 5,89 en 24 apariciones durante la temporada acortada por la pandemia.
Tras dejar a los Yankees, Ottavino se unió a los Mets, con los que cruzó la ciudad, y logró un impresionante ERA de 2,06 en 2022, aunque sus métricas de rendimiento descendieron en las temporadas siguientes. Su campaña de 2024 con los Mets se saldó con un ERA de 4,34 y un WHIP de 1,286 en 56 entradas, estadísticas que no parecen destacables a primera vista. Sin embargo, Boone y el equipo directivo llevaron a cabo un análisis exhaustivo de sus métricas subyacentes antes de organizar su breve regreso.
El valor de Ottavino se pierde en la decisión de los Yankees
A pesar del ERA menos impresionante de la temporada pasada, el perfil estadístico avanzado de Ottavino sugiere una eficacia restante considerable. Se situó en el percentil 92 en promedio de bateo esperado (xBA), en el 88 en velocidad media de salida y en el 81 en tasa de golpes duros, según las mediciones de Statcast. Estas cifras indican que, aunque los bateadores hacían contacto, les costaba generar conexiones sólidas, lo que sugiere un elemento de mala suerte en sus resultados superficiales que el departamento analítico de los Yankees reconoció claramente.

El sinker de Ottavino, con una media ligeramente superior a 92 mph, limitó a los bateadores a una media de .231 y un porcentaje de slugging notablemente bajo de .269, mientras que su slider -considerado durante mucho tiempo como uno de los lanzamientos de ruptura más eficaces del béisbol- mantuvo a los oponentes en una media de .225 durante 2024. Combinado con unos porcentajes de strikeout que se sitúan en el percentil 86, Ottavino sigue destacando en la generación de contactos débiles y en la pérdida total de bates, dos cualidades esenciales para las situaciones de alta presión.
Aunque las lesiones han afectado más gravemente a la rotación titular de los Yankees esta temporada, su bullpen no ha salido indemne. Las ausencias de Hamilton, Jonathan Loaisiga y Scott Effross han reducido las opciones fiables de Boone para situaciones de media entrada, sobre todo desde el lado derecho.
La experiencia de Ottavino y su familiaridad con la organización tenían como objetivo proporcionar a los Yankees una solución de bajo riesgo mientras esperaban a que el bullpen recuperara la salud, una estrategia que ahora ha cambiado con el oportuno regreso de Williams.
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