Los Dodgers de Los Ángeles, recién proclamados campeones de las Series Mundiales de 2024, comenzaron la nueva temporada con Roki Sasaki, uno de los fichajes internacionales más publicitados de los últimos tiempos. Pero con sólo dos salidas en su carrera en la MLB, la realidad ha sido mucho más rocambolesca de lo previsto.
El fenómeno japonés, de 23 años, llegó a Hollywood con grandes expectativas, y con razón. Con una bola rápida ardiente, un splitter demoledor y un historial de dominio en la Nippon Professional Baseball (NPB), Sasaki fue anunciado como el próximo brazo de élite para encabezar una rotación de los Dodgers ya de por sí apilada. Dejó los Yankees por los Dodgers.
Sin embargo, la transición de los Dodgers de la excitación a la preocupación ha sido rápida, ya que Sasaki ha tenido grandes dificultades para encontrar su sitio, y la zona de strike y las peticiones para que sea degradado a la liga menor son cada vez mayores.
De Japón a Los Ángeles: Un viaje duro

El historial profesional de Sasaki en Japón fue sencillamente eléctrico. Durante cuatro temporadas con los Chiba Lotte Marines, obtuvo un récord estelar de 29-15 con una minúscula ERA de 2,10, logrando 505 ponches y sólo 88 paseos. Su dominio en el montículo y su control de otro mundo hicieron que su salto a las Grandes Ligas pareciera una transición sin problemas.
Sin embargo, el salto ha resultado más duro de lo que nadie esperaba.
Su debut en la MLB se produjo en el escenario mundial durante las Series de Tokio, un simbólico regreso a casa en el que lanzó el segundo partido de la temporada. Sólo duró tres entradas, en las que permitió un hit y una carrera, y expulsó a tres jugadores. Lo más destacable es que concedió cinco paseos, una estadística poco habitual en alguien conocido por su precisión.
Los problemas de dominio continuaron en su segunda salida -su debut en el Estadio de los Dodgers- contra los Tigres de Detroit. Ante más de 51.000 aficionados deseosos de ver al próximo gran brazo de los Dodgers, Sasaki sólo lanzó 1,2 entradas, en las que permitió tres hits, dos carreras en contra y otros cuatro paseos. Su control volvió a flaquear y la velocidad de su bola rápida disminuyó, una señal preocupante para un lanzador cuyo arsenal se basa en gran medida en la velocidad y el movimiento tardío.
En sus dos salidas, Sasaki sólo ha lanzado 4,2 entradas, en las que ha cedido tres carreras, cuatro hits y nueve paseos. Su ERA es de 5,79, pero la estadística que más llama la atención es su índice de paseos: casi dos por entrada. Está muy lejos del control milimétrico que exhibía en Japón.
Entrenador de los Dodgers: Sasaki está “disgustado
A pesar de este comienzo difícil, el entrenador de los Dodgers, Dave Roberts, se ha apresurado a defender a su joven titular, instando tanto a los aficionados como a los medios de comunicación a relativizar las dificultades iniciales.
“Lo único que ha conocido es el éxito”, dijo Roberts a los periodistas tras la última salida de Sasaki. “Sin duda está disgustado, decepcionado. Pero tiene que ser un profesional y volver al trabajo. No es la primera vez que un lanzador titular tiene dos malas salidas. Todo esto forma parte de la curva de aprendizaje”.
Roberts no se equivoca. La transición de la NPB a la MLB es notoriamente difícil, especialmente para los lanzadores. La zona de strike, el béisbol y los bateadores difieren significativamente. Aunque Sasaki tiene talento en bruto, la curva de aprendizaje parece ser más pronunciada de lo previsto.
Los Dodgers no se asustan, todavía. Roberts confirmó que Sasaki será titular en su próximo partido contra una formidable alineación de los Filis de Filadelfia, en la que figuran MVPs y Silver Sluggers. Será su primera salida en Norteamérica, y otra oportunidad de demostrar que pertenece al equipo.
“Haz esa salida el sábado y a partir de ahí veremos adónde vamos”, dijo Roberts, señalando un enfoque prudente, de salida a salida.
Críticas desde el exterior

Aunque la organización de los Dodgers sigue siendo paciente, algunas voces externas han sido menos indulgentes.
Jonathan Lucroy, veterano de 12 años en la MLB y receptor All-Star, criticó duramente en las redes sociales la corta actuación de Sasaki contra Detroit.
“Es blando”, escribió Lucroy en X. “Ya lo he visto antes. Lo único que le ayudará es fracasar. Masivamente. O palidecerá, o se transformará en un guerrero endurecido”.
La publicación desató la polémica en Internet, con algunos de acuerdo y otros que la calificaron de innecesaria. Más tarde, Lucroy se retractó: “Permíteme reformularlo: actualmente, en su estado, es blando. Sin embargo, puede endurecerse y ser aún mejor”.
Las duras palabras de Lucroy contrastan con el tono interno en torno al progreso de Sasaki, pero reflejan la presión que conlleva ser un fichaje internacional de alto perfil en un aspirante a las Series Mundiales.
La profundidad de los Dodgers añade más problemas a Roki Sasaki
Los Dodgers tienen el lujo de la profundidad, y Sasaki sabe que está lanzando con correa corta. Con brazos probados en la MLB actualmente en la lista de lesionados y varios más listos en Triple A, Los Ángeles no dudará en enviar a Sasaki para un reajuste de desarrollo si es necesario.
Sin embargo, la organización preferiría ver mejoras rápidamente. Una asignación a una liga menor no se vería como un fracaso, sino como una corrección del rumbo, una oportunidad de encontrar el dominio que hizo de Sasaki uno de los talentos más codiciados del mundo.
La salida de este fin de semana contra Filadelfia puede determinar el futuro a corto plazo de Sasaki en la rotación de los Dodgers.
El talento en bruto de Sasaki sigue siendo innegable. Su splitter, en particular, ha suscitado críticas muy favorables, incluso en acciones limitadas. Una vez que encuentre su ritmo y dominio, podría ser el arma que los Dodgers imaginaron.
Por ahora, sin embargo, el equipo y sus seguidores deben enfrentarse a la realidad de que la grandeza puede llevar tiempo.
Los Dodgers se han topado con un bache de Roki Sasaki. Aún está por ver si se trata de un bache temporal o de un obstáculo mayor en el camino hacia el estrellato. Pero una cosa es cierta: el viaje de Roki Sasaki en Los Ángeles no ha hecho más que empezar.
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