Aaron Boone siempre ha sido la cara del optimismo mesurado, pero a medida que los Yankees se acercan a la postemporada, su tono ha cambiado.
Tras la miseria de 2023, cuando los Yankees no sólo no llegaron a los playoffs, sino que lo hicieron de una forma que dejó a los aficionados y a los críticos sacudiendo la cabeza, Boone se encuentra supervisando a un equipo a punto de conseguir algo mucho mayor.
Los Bombarderos del Bronx han pasado de ser un equipo desorganizado a una potencia construida para octubre, y Boone es muy consciente de ese cambio.
Cambio de tono de Boone ante la inminencia de los playoffs
Tras la derrota por 11-2 de los Mariners el martes por la noche, Boone no se anduvo con rodeos a la hora de reflexionar sobre la temporada. “Simplemente somos mejores”, dijo Boone en su charla posterior al partido con YES Network.
“El año pasado no éramos un gran equipo. Pero este año, nos hemos unido de una forma que nos hace creer que podemos hacer algo especial.”
Esta victoria fue algo más que otra muesca en la clasificación: fue una muestra de la potencia de fuego y la profundidad que ahora definen a los Yankees. Una alineación encabezada por Gleyber Torres, Juan Soto y Aaron Judge destrozó al abridor de los Mariners, Bryan Woo, eliminándolo en la quinta entrada.
El disparo de dos carreras de Juan Soto, su 40º de la temporada y el 200º de su carrera, no dejó lugar a dudas de que Nueva York es una fuerza, y Judge sigue acumulando carreras impulsadas como si fuera una venganza personal. Acabó la noche con cuatro, elevando su total de la temporada a 136.
Los Yankees están en una posición que pocos podrían haber imaginado tras la debacle del año pasado. Su número mágico para conseguir un puesto en los playoffs se ha reducido a uno, y tienen una ventaja de cuatro partidos en la AL Este, la mayor desde junio. Pero Boone aún no lo está celebrando. “Las anteojeras puestas”, dijo antes del partido. “El trabajo no está hecho. Ni siquiera estamos cerca de donde tenemos que estar”.
Este cambio de rumbo no ocurre porque sí. Los Yankees han sido meticulosos en la construcción de un equipo capaz de competir. La adquisición de Soto a mediados de temporada, una superproducción que conmocionó a toda la liga, ha dado sus frutos. Si añadimos la llegada de Jasson Domínguez y la presencia estable de Austin Wells, Nueva York ha encontrado una mezcla de veteranos y jóvenes talentos que les proporciona flexibilidad y potencia de fuego a partes iguales.
El primer jonrón de la temporada de Jasson Domínguez llegó el martes, como parte de un ataque implacable que sepultó pronto a Seattle. Austin Wells añadió un doblete de tres carreras para abrir de par en par el partido, reforzando la profundidad de esta alineación. Y aunque el ataque se robó el espectáculo, el lanzamiento fue discretamente eficaz. Luis Gil, a pesar de las dificultades iniciales con el mando, luchó durante cinco entradas de una carrera. No tuvo su mejor actuación, pero con las bases llenas en la primera entrada, en una jugada valiente, Víctor Robles fue eliminado al intentar robar la base. Esa fue toda la pausa que Gil necesitó para asentarse.
El bullpen ha sido una historia de redención, y el martes no fue diferente. Marcus Stroman, en su primera aparición como relevista de la temporada tras ser apartado de la rotación, estuvo brillante. Lanzó tres entradas de una carrera y salvó el partido, ayudando a mantener a raya a los potentes Mariners.
Ahora que Nueva York se acerca a los playoffs, es difícil exagerar la importancia de que Judge y Soto hayan alcanzado la marca de 40 jonrones. La pareja se ha convertido en la tercera pareja de compañeros de equipo de los Yankees que lo consigue en la misma temporada, uniéndose a las leyendas Roger Maris y Mickey Mantle (1961), y Babe Ruth y Lou Gehrig, que lo lograron tres veces. Es un guiño a la historia de la franquicia y un recordatorio de que el equipo de este año está construido para ampliar ese legado.
Con la posibilidad de conseguir el pase a la postemporada el miércoles por la noche, los Yankees de Boone están a punto de conseguir algo que llevan persiguiendo desde que empezó la temporada. Pero a pesar de todos los fuegos artificiales y los hitos, en el club hay un enfoque singular. Los Yankees saben que el verdadero trabajo no ha hecho más que empezar.
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