El equipo de lanzadores de los Yankees de Nueva York sufrió otro posible revés el viernes por la noche, cuando el derecho Marcus Stroman abandonó el Yankee Stadium tras sacar sólo dos outs en un partido acortado por la lluvia ante los Gigantes de San Francisco (9-1). Tras una desastrosa primera entrada en la que cedió cinco carreras con cuatro hits y tres bases por bolas mientras lanzaba 46 lanzamientos, Stroman informó al personal médico del equipo de sus molestias en la rodilla izquierda.
Las lesiones agravan los problemas de rotación
La situación no podría haberse materializado en peor momento. Con Gerrit Cole, titular de primera línea , ya retirado tras una operación Tommy John, y Luis Gil aún recuperándose de una lesión en el ligamento lateral, los Yankees se encuentran con cada vez menos opciones. Stroman, que entró en la rotación más por necesidad que por méritos de rendimiento, ha acumulado un asombroso ERA de 11,57 en sus tres primeras salidas. Independientemente de la gravedad de su lesión, su eficacia ha alcanzado un nivel insostenible para una franquicia con aspiraciones al campeonato.
Boone dijo que Stroman estaba claramente incómodo. Señaló que el montículo no tenía buen aspecto, y que Stroman parecía estar intentando encontrar su equilibrio incluso antes de que empezaran a acumularse las carreras.
El personal médico realizó radiografías en el estadio antes de que Stroman fuera trasladado a un hospital cercano para una evaluación adicional. Aunque Boone evitó especular sobre el alcance de la lesión, reconoció la creciente preocupación por la viabilidad del lanzador de cara al futuro.
Estiramiento crítico sin días de recuperación

El viernes marcó el comienzo de una exigente secuencia de 13 partidos sin descanso programado para los Yankees, y con la disponibilidad de Stroman ahora cuestionable, la presión se intensifica en toda la organización. Se prevé que Clarke Schmidt se reincorpore a la rotación tras su lesión a principios de la próxima semana, pero hasta entonces, el club debe confiar en brazos en apuros como Will Warren (6,00 ERA) y Carlos Carrasco (7,71 ERA) para superar este periodo crucial.
Desde el 1 de junio de 2024, ningún lanzador con al menos 90 entradas registradas ha tenido un ERA peor que la marca de 6,38 de Stroman. Según un análisis de The Athletic, sus métricas “Stuff+” -que evalúan las cualidades físicas de sus lanzamientos- se encuentran entre las más bajas de la MLB, lo que significa que Stroman requiere una precisión excepcional para evitar el contacto duro. Hasta ahora, esa precisión ha brillado por su ausencia.
Cuestiones de mando frente a resultados de rendimiento
Durante la primera entrada del viernes, el receptor Austin Wells estableció la posición baja y alejada para un sinker. En su lugar, Stroman lanzó una bola rápida de 89,4 mph por encima del centro del plato que Jung Hoo Lee martilleó para un jonrón de tres carreras. Dos bateadores más tarde, otra bola rápida mal colocada provocó un doblete de dos carreras de LaMonte Wade Jr.
A pesar de los feos números, Boone defendió el mando de Stroman. “Ves el partido y está clavando el guante”, dijo Boone. “Probablemente podríamos hacer algunos ajustes ahí. Tenemos que seguir trabajando en ello con todos los que tenemos”.
Sin embargo, a puerta cerrada, la confianza parece estar disminuyendo. Stroman permaneció inactivo durante la postemporada de 2024, y los informes indican que los Yankees exploraron la posibilidad de traspasarlo durante la temporada baja sin encontrar socios adecuados. Su contrato de dos años y 37 millones de dólares, que contiene una opción de compra de 18 millones para 2026 que se activa al alcanzar las 140 entradas, se ha convertido rápidamente en una carga financiera. Es probable que el equipo directivo aplique estrategias para mantenerlo por debajo de ese umbral.
El camino a seguir de los Yankees

Es posible que la organización tenga que colocar pronto a Stroman en la lista de lesionados, independientemente de la gravedad de su problema de rodilla. Este movimiento daría un respiro y podría proteger al equipo de daños mayores mientras Schmidt se reintegra en la rotación.
Sin embargo, esto no resolvería todas las preocupaciones. Incluso con el regreso previsto de Schmidt, los miembros de la rotación que no son Max Fried han tenido problemas constantemente. Los titulares de los Yankees que no son Fried han producido colectivamente un preocupante ERA de 7,23 en 47 1/3 entradas. Carlos Rodón, fichado para complementar a Cole en lo alto de la rotación, ha ofrecido actuaciones inconsistentes en el mejor de los casos.
El presidente de los Yankees, Brian Cashman, puede verse obligado a explorar refuerzos externos antes de lo previsto. Aunque el mercado de fichajes no suele acelerarse hasta junio o julio, la situación de Nueva York podría no permitir esa paciencia.
El futuro de Stroman es incierto
Durante los entrenamientos de primavera, Stroman expresó una firme resistencia a cualquier asignación al bullpen. Sin embargo, dadas sus inefectivas salidas y las posibles complicaciones por lesión, los Yankees pueden tener alternativas limitadas aparte de apartarle temporalmente del servicio activo.
Como Boone comentó tras el partido: “Hay menos margen de error”. Esta observación se extiende ahora más allá de los problemas mecánicos de Stroman para abarcar toda la estrategia de lanzamiento de los Yankees.
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