Tras el enorme compromiso de Vladimir Guerrero Jr. con los Blue Jays de Toronto por 14 años y 500 millones de dólares, los Yankees de Nueva York han dado un giro hacia la contratación de otra potencia internacional para su futuro interior.
Según Jacob Mountz, de FanSided, los Bombarderos del Bronx se han convertido en los “claros favoritos” para hacerse con Munetaka Murakami, el bateador japonés de 25 años que las Golondrinas Yakult de Tokio traspasarán esta temporada baja. Ahora que Guerrero se ha incorporado a la alineación de un rival de división y que el contrato del actual primera base Paul Goldschmidt expira después de 2025, los Yankees parecen dispuestos a buscar agresivamente una piedra angular a largo plazo en la primera base.
“Con Guerrero fuera del mercado, Murakami parece ser su objetivo prioritario”, escribió Mountz. “Los Yankees parecen ser un claro favorito”.
Se cierra la puerta a Guerrero, se abre la ventana a Murakami

El anuncio del contrato récord del lunes extinguió de hecho las antiguas especulaciones sobre la posibilidad de que Guerrero se vistiera de rayas diplomáticas. Los Yankees habían sido vinculados con frecuencia a la estrella de 26 años de los Blue Jays, cuyo perfil de potencia y pedigrí de campeón parecían ideales para Nueva York. El ataque preventivo de Toronto ha obligado a los Yankees a reorientar su estrategia de sucesión en la primera base.
Dado que Paul Goldschmidt, de 37 años, sólo representa una solución temporal adquirida la pasada temporada baja, parece que la organización busca ahora una alternativa más joven y controlable de cara a 2026.
Entra Munetaka Murakami.
La estrella emergente de Murakami en el béisbol japonés
Murakami se estableció como un talento trascendental en el Béisbol Profesional Nipón (NPB) durante su meteórico ascenso. Su fulgurante campaña de 2022, con sólo 22 años, se caracterizó por la friolera de 56 jonrones y un asombroso OPS de 1,168, lo que le valió los honores de MVP de la Liga Central, al tiempo que suscitaba comparaciones con figuras emblemáticas como Sadaharu Oh y Hideki Matsui. Su actuación ayudó a revitalizar la reputación de Japón en el desarrollo de bateadores de potencia de élite.
Aunque su producción se ha normalizado un poco en las temporadas siguientes (estableciéndose en torno a un OPS de 0,850 en 2024), el zurdo sigue siendo uno de los jugadores japoneses más codiciados. Los expertos del sector esperan que las Golondrinas Yakult de Tokio lo traspasen este invierno, desencadenando lo que podría convertirse en una intensa guerra de ofertas entre los clubes de la MLB.
La ventaja estratégica de los yanquis

Aunque históricamente los Dodgers de Los Ángeles han perseguido agresivamente a los principales talentos japoneses, es probable que la actual construcción de su plantilla les aleje de una seria competencia por Murakami. Con Freddie Freeman firmado hasta 2027 y el megadeal de Shohei Ohtani hasta 2033, el solapamiento de posiciones crea importantes barreras para Los Ángeles.
Mientras tanto, los Yankees se enfrentan a acuciantes vacantes a largo plazo en las dos posiciones de interior de esquina, lo que ofrece múltiples opciones potenciales de despliegue para los servicios de Murakami.
“Murakami ha jugado tanto en primera como en tercera base con las Golondrinas Yakult de Tokio”, escribió Mountz. “Pero se cree que se adaptará mejor a primera cuando llegue a la MLB”.
Esta flexibilidad posicional encaja perfectamente con la construcción de la plantilla y la estrategia de marca global de Nueva York. La organización cuenta con un exitoso historial de estrellas japonesas, desde Hideki Matsui hasta Masahiro Tanaka, que se convirtieron en queridos miembros del Bronx. La llegada de Murakami podría iniciar el siguiente capítulo del legado nipoamericano de la franquicia.
Construir en torno a la juventud y el poder
Con sólo 25 años, la edad de Murakami representa una ventaja convincente más allá de su producción estadística. Tras haber acumulado ya varias temporadas de MVP en Japón, está entrando en su mejor momento físico, con sus mejores años por delante. Su potencia natural, su disciplinado enfoque del plato y su rendimiento en los momentos decisivos prosperarían teóricamente en el Yankee Stadium, donde las cortas dimensiones del campo derecho podrían amplificar su perfil de potencia zurda.
Más allá de sus contribuciones en el campo, Murakami posee un importante potencial de marketing en Nueva York. Su adquisición aumentaría sustancialmente la visibilidad de los Yankees en Asia, ampliando las oportunidades de merchandising, los derechos mediáticos y la participación de los aficionados internacionales. La dirección de Brian Cashman ha reconocido sistemáticamente las ventajas competitivas y comerciales de integrar a los principales talentos japoneses.
Evolución de la estrategia de listas

Perseguir a Murakami reflejaría un cambio filosófico en el planteamiento de construcción de la plantilla de los Yankees, priorizando la juventud y la sostenibilidad sobre las adquisiciones de veteranos a corto plazo. En lugar de abordar las necesidades posicionales mediante agentes libres envejecidos o traspasos que agoten las perspectivas, fichar a Murakami representaría una inversión en un jugador cuyo pico de rendimiento permanece en el horizonte.
Dado que es probable que el mandato de Goldschmidt concluya después de 2025, contratar a Murakami establecería un claro plan de sucesión sin forzar maniobras desesperadas en el mercado el próximo invierno. La organización mantendría el capital de prospectos al tiempo que añadiría potencialmente una presencia ofensiva transformadora.
Si Murakami se aproxima a algo parecido a su producción de 2022 -56 jonrones, 134 carreras impulsadas, 1,168 OPS-, los Yankees no se limitarían a rellenar un hueco en la plantilla, sino que añadirían una auténtica piedra angular ofensiva.
El talento global reconfigura el panorama de las grandes ligas
La continua internacionalización de la MLB ha elevado drásticamente el perfil y el valor de mercado de los jugadores japoneses. Shohei Ohtani se ha convertido en el principal embajador mundial del béisbol. Yoshinobu Yamamoto obtuvo más de 300 millones de dólares de los Dodgers el pasado invierno. Murakami parece posicionado para poner a prueba aún más estos crecientes límites financieros.
Aunque los procedimientos formales de contratación no comenzarán hasta noviembre, las oficinas de las grandes ligas ya están diseñando sus estrategias. Las organizaciones que combinan flexibilidad financiera con claras necesidades posicionales -precisamente la situación de los Yankees- están preparando metódicamente sus lanzamientos de contratación.
¿El momento perfecto para un movimiento que defina la franquicia?
Adquirir a Murakami trascendería la mera resolución de la incertidumbre en la primera base. Un fichaje así representaría una transacción definitoria para el próximo capítulo competitivo de la franquicia, comparable a la ampliación de Aaron Judge o a la adquisición de Max Fried por su importancia.
Con Guerrero oficialmente indisponible y el contrato de Goldschmidt a punto de expirar, los Yankees se enfrentan a la rara oportunidad de conseguir una amenaza de potencia dinámica y zurda que esté entrando en sus mejores años. El éxito en esta búsqueda no se limitaría a tapar un agujero en la plantilla, sino que podría remodelar fundamentalmente la identidad ofensiva del equipo en los años venideros.
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