Los Yankees de Nueva York han salido disparados con uno de los ataques más potentes del béisbol para comenzar la campaña de 2025. Han logrado esta impresionante hazaña a pesar de una contribución algo apagada de la adquisición de la temporada baja Cody Bellinger. Sin embargo, bajo la superficie de sus estadísticas, hay avances prometedores que sugieren que el ex MVP podría estar a punto de encontrar su mejor momento con un salto en la velocidad de su swing.
Bellinger, que se hizo con el MVP de la Liga Nacional en 2019 antes de fichar por los Yankees este invierno, no ha incendiado precisamente el Bronx con su producción inicial. En sus primeros ocho partidos y 32 viajes al plato, ha conseguido una modesta línea de bateo de .233/.281/.344, acompañada de un solo jonrón y seis carreras impulsadas. Aunque estas cifras están muy por debajo del nivel que estableció durante su campaña de Silver Slugger en 2023, unos indicadores de rendimiento más profundos y un ajuste técnico clave apuntan a un cambio inminente.
El aumento de la velocidad de swing indica el regreso de Bellinger a la potencia

Eno Sarris, de The Athletic, destacó recientemente una transformación convincente en la mecánica de Bellinger. El jardinero ha aumentado su velocidad media de swing de 69,1 mph durante la temporada 2024 a unas impresionantes 71,6 mph este año, lo que representa la quinta mayor mejora de todas las Grandes Ligas. Este drástico cambio le ha elevado de un territorio por debajo de la media a un rango por encima de la media, un factor crítico para predecir la producción de potencia.
Este swing acelerado ya está produciendo beneficios tangibles en la calidad del contacto. La velocidad media de salida de Bellinger ha subido a 90,3 mph (frente a las 87,9 mph de la temporada pasada), mientras que su porcentaje de barriles ha aumentado al 9,1%, frente al 6,1% de 2024. Quizá lo más alentador sea que su porcentaje de golpes duros ha aumentado hasta el 42,4%, frente al 35,9% anterior.
Para un jugador que se esfuerza por recuperar su forma del calibre del All-Star, estas métricas representan indicadores cruciales de progreso. El aumento de la velocidad del bate suele preceder a la producción estadística en el marcador. Al parecer, Bellinger ha adoptado esta temporada un modelo de bate torpedo -una elección de diseño compartida por varios compañeros de los Yankees- y esta modificación del equipo parece estar dando resultados prometedores.
El contratiempo de las lesiones está detrás de la lentitud
El progreso de Bellinger encontró un pequeño obstáculo el pasado fin de semana, cuando unas molestias en la espalda le obligaron a perderse dos partidos contra los Piratas de Pittsburgh. Regresó para la final de la serie, donde bateó un hit en cinco ocasiones durante una ajustada derrota por 5-4 en la prórroga. Aunque su producción estadística sigue siendo escasa, la calidad del contacto y la mejor selección de lanzamientos sugieren que su sincronización se está sincronizando gradualmente.
“Me siento bien. Ha respondido bien”, comentó Bellinger sobre su espalda tras reincorporarse a la alineación. Los Yankees están especialmente interesados en que siga sano, sobre todo teniendo en cuenta que Giancarlo Stanton está actualmente de baja y que no se espera que DJ LeMahieu vuelva hasta finales de abril.
Grandes zapatos que llenar, pero expectativas realistas


Los Yankees se centraron en Bellinger tras la marcha de Juan Soto a la agencia libre y a los Mets, fichando al jugador de 29 años para que proporcionara potencia zurda junto a Aaron Judge en el centro de su orden de bateo. Aunque igualar la producción de 41 jonrones de Soto en 2024 representa un punto de referencia poco realista, la organización creía que Bellinger aún podía aportar un valor ofensivo significativo, sobre todo con las dimensiones del campo derecho del Yankee Stadium, que favorecen su potencia de tiro lateral.
Bellinger llega a Nueva York con credenciales consolidadas. La mejor temporada de su carrera fue con 47 jonrones (2019), y hace sólo dos años logró una impresionante línea de .307/.356/.525 con 26 jonrones para los Cachorros de Chicago.
“Si puede volver a hacer 25 jonrones -y su nueva velocidad de bateo indica que podría hacerlo-, ayudará a compensar esa pérdida”, señaló Sarris en su análisis.
¿Signos de cambio?

Aunque la producción de Bellinger en el box score todavía no se ha alineado con sus métricas subyacentes, la combinación de la mejora de los puntos de datos y la recuperación física señala a un jugador potencialmente al borde de una racha caliente. El explosivo arranque ofensivo de los Yankees-76 carreras en nueve partidos- le ha proporcionado un periodo de gracia para perfeccionar su enfoque sin presiones indebidas.
Si Bellinger mantiene su trayectoria positiva en velocidad de swing y calidad de contacto, pronto podría redescubrir la forma que una vez le convirtió en uno de los principales talentos ofensivos del béisbol. Con los Yankees ya empatados en lo alto de la tabla de líderes de la liga en jonrones, el resurgimiento de Bellinger podría elevar una alineación ya de por sí formidable a cotas sin precedentes.
Grandes esperanzas para los Yankees
La etapa de Cody Bellinger en los Yankees no ha comenzado con el impacto inmediato que muchos imaginaban, pero los primeros indicadores de rendimiento sugieren que se avecina una mejor producción. Su velocidad de bateo significativamente mejorada, su mayor velocidad de salida y las ventajas potenciales de las dimensiones del Yankee Stadium establecen colectivamente condiciones favorables para una temporada de rebote.
Si traduce con éxito estas mejoras técnicas en una producción de juego constante, los Yankees podrían descubrir que se han asegurado algo más que un sustituto útil para Soto:podrían haber recuperado a un colaborador del calibre del All-Star para sus aspiraciones de campeonato.
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