Michael Kay, locutor de los Yankees, se mostró sorprendido por la decisión de Gerrit Cole de hacer caminar intencionadamente a Rafael Devers en la derrota por 7-1 del sábado ante los Medias Rojas. Kay expresó su incredulidad durante la retransmisión, cuestionando la jugada dado que sólo había un out y ningún corredor en base en ese momento.
“Eso sacará a Devers”, gritó Kay en la cabina de los Yankees cuando el jugador interior de los Red Sox regresó en el cuarto. “¡¿Y le hacen caminar intencionadamente?! ¿Sin nadie y con un out?”
La voz de los Yankees hizo referencia a los comentarios anteriores de Gerrit Cole, en los que el lanzador reconocía que Devers era el bateador latino más difícil al que se había enfrentado. El dominio de Devers contra Cole, con una media de .341 y ocho jonrones en 41 turnos, hizo que la decisión de dejarlo libre fuera aún más desconcertante.
La estrategia pareció ser contraproducente, ya que Devers acabó desempeñando un papel fundamental en la victoria de Boston, con dos hits, dos carreras impulsadas y dos bases por bolas. Los comentaristas Matt Vasgersian y Tom Verducci, que narraron el partido para MLB Network, también cuestionaron la elección de Gerrit Cole, y Verducci señaló que el propio as de los Yankees hizo una señal para que le dieran un paseo, indicando su deseo de evitar por completo a Devers.
“Lo está poniendo, está caminando intencionadamente [him]”, dijo Verducci. “Fue Gerrit Cole quien levantó los cuatro dedos. Gerrit Cole levantó cuatro dedos y señaló la primera base. No quiero saber nada de ti”.
Para aumentar el dramatismo, Gerrit Cole había golpeado a Devers con un lanzamiento en la primera entrada, lo que el entrenador de los Medias Rojas, Alex Cora, criticó tras el partido. Cora argumentó que el golpe fue intencionado y señaló el posterior paseo intencionado como una prueba más de la reticencia del as de los Yankees a enfrentarse a Devers.
La decisión de Gerrit Cole condena a los Yankees e inicia el juego de las culpas
Gerrit Cole, el actual ganador del Premio Cy Young de la Liga Americana, tomó la decisión crucial de hacer caminar intencionadamente a Rafael Devers en la cuarta entrada, lo que cambió rápidamente el rumbo del partido. El as de los lanzadores se había comportado a la perfección, retirando a nueve de los 10 bateadores anteriores, pero el paseo preparó el terreno para una carrera de tres de los Medias Rojas.
Las cosas fueron de mal en peor en la quinta entrada, cuando Devers lanzó un sencillo de dos carreras que puso fin a la actuación de Gerrit Cole. La actuación final de la estrella de los Yankees estuvo muy por debajo de su nivel habitual: sólo duró 4 1/3 entradas, en las que cedió cinco hits y siete carreras remolcadas, mientras caminaba a tres y ponchaba a sólo dos.
Tras la derrota por 7-1 ante los Medias Rojas, el entrenador de los Yankees, Aaron Boone, reconoció que se había discutido antes del partido la posibilidad de dejar libre a Devers en determinadas situaciones, pero que no estaba de acuerdo con la decisión de Gerrit Cole de dar el pase libre en ese momento. Boone explicó que, después de que los Yankees marcaran en la tercera entrada, habría preferido retar directamente a Devers. Señaló que Gerrit Cole parecía indeciso antes de optar por el pase libre.
“Una vez que marcamos la carrera [in the third inning], mi preferencia habría sido: Ataquémosle”, afirmó el entrenador de los Yankees. “Gerrit estaba un poco indeciso ahí fuera y se dejó llevar”.
La decisión de Gerrit Cole es imperdonable
La decisión de los Yankees de caminar intencionadamente a Rafael Devers en la cuarta entrada de la derrota del sábado ante los Medias Rojas sigue siendo fuente de confusión y controversia, y las explicaciones siguen sin aclarar la situación. Gerrit Cole, que había tenido el control del partido, hizo la señal del paseo intencionado en lo que muchos consideraron un enfoque inusualmente pasivo, a pesar de que el mánager Aaron Boone lo describió como parte de una estrategia “agresiva”.
Los relatos sobre cómo se desarrolló la decisión han sido inconsistentes. El receptor Austin Wells dijo que desconocía cualquier plan previo al partido para expulsar a Devers en esa situación, mientras que Boone admitió que habría preferido desafiar a Devers, pero no intervino cuando Gerrit Cole tomó la decisión.
Gerrit Cole, sin embargo, afirmó que había discutido el escenario con Boone y el entrenador de lanzadores Matt Blake durante la media entrada anterior, lo que llevó a una mayor confusión.
Las contradictorias narrativas sugieren o bien un grave fallo de comunicación o un esfuerzo por desviar la culpa. Sea como fuere, la decisión de expulsar a Devers, seguida de la desastrosa entrada que siguió, ha sido criticada como un paso en falso con débiles justificaciones.
La decisión echó por tierra el impulso positivo que los Yankees habían generado tras una serie de emocionantes victorias, incluidos dos walk-offs consecutivos en la prórroga y un grand slam de Aaron Judge la noche anterior. Tras la derrota por 7-1, el ambiente en el club era sombrío, Boone tardó un tiempo inusualmente largo en hablar con los periodistas y Cole retrasó sus propios comentarios más de 45 minutos.
Resumiendo el día como “duro”, Gerrit Cole restó importancia al alcance total de la situación, que ha suscitado serias dudas sobre el proceso de toma de decisiones del equipo y la importancia de una comunicación clara en los momentos críticos. El episodio podría tener efectos duraderos en la dinámica del equipo y en la estrategia futura.
Los problemas de los Yankees en su derrota por 7-1 fueron mucho más allá del polémico paseo intencionado. La ofensiva siguió fallando, consiguiendo sólo una carrera a pesar de una potente alineación, mientras que un juego de bases descuidado y errores mentales hicieron descarrilar aún más su actuación. Alex Verdugo cometió un error costoso en la tercera entrada, al intentar convertir un sencillo en un doble, pero sólo aceleró después de rodear la primera base. Jazz Chisholm Jr. perdió la pista de los outs mientras estaba en primera en la segunda entrada, lo que provocó un pickoff en una situación crucial de la cuarta entrada. A Jasson Domínguez, en la séptima, le pillaron desprevenido cuando Jarren Duran llegó desde primera.
Sin embargo, la decisión de hacer caminar intencionadamente a Rafael Devers en la cuarta entrada eclipsó estos errores. Con los Yankees ganando 1-0, Gerrit Cole había lanzado con eficacia, sin permitir ningún hit en 35 lanzamientos. El único corredor hasta ese momento era Devers, que había sido golpeado por un lanzamiento en la primera entrada. A pesar del éxito de Devers en su carrera contra Gerrit Cole -ocho jonrones-, también se había ponchado 15 veces contra él y estaba en medio de una mala racha, bateando sólo 0,175 y sin jonrones en sus últimos 15 partidos.
El mánager Aaron Boone insinuó que se había hablado de hacer caminar intencionadamente a Devers en situaciones inusuales, pero el momento de la decisión levantó cejas. La explicación de Gerrit Cole de que querían conservar el bullpen y lanzar con eficacia no parecía justificar la medida, sobre todo con el as dominando en ese momento.
Cabe destacar que Gerrit Cole sólo había emitido un paseo intencionado desde 2017, durante su etapa con los Piratas. Ocurrió en el primer partido de las Series Divisionales de 2020, cuando hizo caminar a Ji-Man Choi después de que éste ya hubiera hecho un cuadrangular. Lo que estaba en juego en esa situación era muy diferente de lo que estaba en juego en un partido de la temporada regular en septiembre, en el que Cole y los Yankees llevaban las de ganar.
Los críticos han tachado el movimiento de exceso de reflexión, de basarse en una estrategia predeterminada en lugar de leer la situación. Ha suscitado dudas sobre la capacidad de los Yankees para tomar decisiones eficaces durante el partido y sobre el efecto psicológico que puede haber tenido tanto en Gerrit Cole como en el equipo. Las consecuencias de la decisión han hecho que muchos se pregunten si fue un paso en falso decisivo en la carrera de los Yankees hacia los playoffs.
El paseo intencionado a Rafael Devers marcó un cambio fundamental en la derrota de los Yankees, convirtiendo lo que había sido un partido bien controlado en un caótico desenlace. Antes de la decisión, Boston no había bateado en nueve turnos, y su único corredor por base fue un hit-by-pitch. Pero una vez que Devers fue caminado intencionadamente, la ofensiva de los Medias Rojas se encendió, yendo 5 de 7, haciendo dos paseos, siendo golpeado por dos lanzamientos y robando dos bases. Devers, sorprendentemente, birló su tercera bolsa de la temporada, la primera desde julio, pillando a los Yankees con el pie cambiado. Esta explosión de siete carreras empeoró el ERA de Gerrit Cole contra Boston a 6,06 en 15 salidas como Yankee, incluida la postemporada.
Dentro de los Yankees, el consenso era claro: el paseo intencionado interrumpió el ritmo de Gerrit Cole y cambió el impulso a favor de Boston. Esta decisión deshizo lo que podría haber sido la primera racha de cuatro victorias de los Yankees desde finales de julio, dejando al equipo desunido a sólo dos semanas del final de la temporada.
La toma de decisiones tras la marcha ha sido objeto de un intenso escrutinio. Ninguna de las figuras clave -Wells, Cole o Boone- intervino para detener lo que muchos consideraron un error táctico. Sus explicaciones tras el partido se consideraron poco entusiastas, y cada una de las partes aceptó una responsabilidad parcial pero evitó rendir cuentas por completo.
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