Los Yankees de Nueva York, una franquicia sinónimo de expectativas de campeonato, se enfrentan ahora a su mayor reto de la campaña de 2025 antes incluso de que haya empezado. Gerrit Cole, su as de 324 millones de dólares y actual ganador del premio Cy Young de la Liga Americana, parece destinado a someterse a una operación Tommy John, una intervención que pondría fin a su temporada antes de que empezara.
Para un equipo construido para conquistar su primer título de las Series Mundiales desde 2009, la ausencia de Cole crea un vacío enorme en la parte superior de la rotación de los Yankees que amenaza con hacer descarrilar sus aspiraciones de campeonato. La devastadora noticia ha conmocionado a toda la organización y ha dejado a los fieles de los Yankees preguntándose si sus sueños de octubre se han hecho añicos prematuramente.
La cuestión acuciante ahora es si los Yankees pueden salvar sus esperanzas de campeonato sin su as indiscutible, o si esta lesión representa un obstáculo insalvable para sus ambiciones de ganar las Series Mundiales.
Medir el impacto de Cole en Yanklees: ¿Irremplazable?
No se puede exagerar la magnitud de la pérdida de Cole. Su dominante campaña de 2023, que culminó con el Cy Young de la Liga Americana, demostró su inmenso valor para la rotación de los Yankees. Su ERA de 2,63, líder de la liga, le convirtió en el lanzador titular más eficaz de la Liga Americana. La durabilidad del as resultó inestimable, ya que superó el umbral de las 200 entradas, cada vez menos frecuente en el béisbol moderno.
La mentalidad de Cole para los grandes partidos proporcionó una ventaja psicológica a los Yankees en enfrentamientos cruciales, cumpliendo siempre cuando más había en juego. Su fiabilidad dio a los Yankees una victoria casi automática cada cinco días, un lujo con el que ya no pueden contar.

La ausencia de Cole crea un efecto dominó en toda la plantilla de lanzadores. Más allá del vacío estadístico, los Yankees pierden al ancla de su rotación, el lanzador que trabajaba sistemáticamente hasta el final de los partidos, evitaba el uso excesivo del bullpen y marcaba la pauta para toda la plantilla.
Tampoco puede ignorarse el impacto psicológico. Cuando Cole subía al montículo, los Yankees jugaban con una confianza suprema. Esa seguridad se ha desvanecido de la noche a la mañana, sustituida por la incertidumbre y una rotación repentinamente obligada a reinventarse sin su piedra angular.
No tan insustituible
Sin embargo, no todo está perdido con la baja del as de los Yankees. Su campaña de 2024 fue una de las “no mejores” de su carrera. Empezó lesionado, perdiéndose 75 partidos, y aun así el equipo siguió adelante. Cuando Cole fue activado el 19 de junio, estaba lejos de ser el as que querían los Yankees. En su segunda salida, no consiguió ni un strikeout, por segunda vez en su carrera.
El jugador de 34 años se vio limitado a 19 salidas, y su ERA de 3,41 fue el más alto desde que dejó Pittsburgh por Houston. Su índice de ponches también ha mostrado un declive constante en las tres últimas temporadas, pasando del 32,0% al 27,0% y luego al 25,4%, coincidiendo con la represión de las sustancias ilegales en los lanzamientos. Su postemporada estuvo lejos de ser estelar.
A pesar de no poder repetir su temporada de 2023, los Yankees ganaron la división y rompieron el maleficio de 15 años de banderines. Fueron a las Series Mundiales, donde Cole no consiguió llevarlos por delante. Los Yankees consiguieron una nueva estrella en Luis Gil, que vino a sustituir a un lesionado Gerrit Cole en la rotación. Pero con la baja de Gil y el temor a una lesión de Cole, el equipo se ve obligado a revisar sus recursos en la plantilla.
Reconfiguración de la rotación: ¿Quién da el paso?
Max Fried La cuestión de los 218 millones de dólares

Cuando los Yankees firmaron un enorme contrato con Max Fried este invierno, lo imaginaron como el complemento perfecto de Cole. Ahora, debe asumir el papel de as de la plantilla, una función con unas expectativas mucho mayores.
Fried ya ha demostrado antes un potencial de élite, sobre todo en 2023, cuando registró un ERA estelar de 2,55 con Atlanta. Sin embargo, la transición de excelente segundo titular a líder de la rotación de los Yankees representa un reto totalmente distinto. La presión de Nueva York combinada con las elevadas expectativas podría resultar desalentadora.
A favor de Fried está su pedigrí en la postemporada, ya que actuó admirablemente bajo las brillantes luces de octubre durante el campeonato de Atlanta. Los Yankees necesitarán esa compostura y más cuando Fried herede las responsabilidades que antes asumía Cole.
Carlos Rodón: Oportunidad de redención
La inversión de 162 millones de dólares de los Yankees en Rodon ha dado resultados decepcionantes hasta ahora. Su campaña de 2024 se vio empañada por la inconsistencia y un preocupante ERA de 4,80, muy lejos del dominio que le valió ese enorme contrato.
La ausencia de Cole crea tanto presión como oportunidad para el zurdo. Los Yankees ya no pueden permitirse las dificultades de Rodon; necesitan desesperadamente que recupere la forma que le convirtió en uno de los zurdos más formidables del béisbol en 2022.
Los obstáculos mentales pueden resultar tan difíciles como los físicos para Rodon. Las dificultades en las primeras entradas se convirtieron en un patrón preocupante la temporada pasada, y ahora el foco de atención se intensifica al no estar disponible Cole. Si Rodon puede aprovechar su considerable talento, podría ayudar a mitigar la pérdida de Cole, pero eso sigue siendo un “si” considerable, basándose en su rendimiento reciente.
Clarke Schmidt: ¿Listo para el primetime?
La progresión constante de Schmidt continuó en 2024, cuando acumuló 159 entradas y registró un respetable ERA de 4,34. Aunque esos números sugieren que es un titular fiable de media rotación, los Yankees necesitan ahora que dé otro salto significativo en su desarrollo.
Su arsenal presenta un movimiento impresionante, sobre todo en sus lanzamientos de ruptura, pero persisten las dudas sobre la capacidad de Schmidt para atravesar alineaciones varias veces. Sin Cole comiendo entradas, la eficacia de Schmidt se convierte en primordial, ya que los Yankees no pueden permitirse salidas tempranas de sus titulares.
La presión de las elevadas expectativas en un entorno de campeonato o fracaso representa un territorio desconocido para Schmidt. Su respuesta a este desafío podría ser crucial para el destino de los Yankees.
Will Warren: El prometedor desconocido

Todo equipo campeón necesita contribuciones inesperadas, y el novato Will Warren podría proporcionar exactamente eso a los Yankees. Su excelente rendimiento primaveral (1,13 ERA en 8 entradas) ha generado una gran expectación, y los ojeadores elogian su variada mezcla de lanzamientos y su comportamiento competitivo.
Sin embargo, el salto de los entrenamientos de primavera a la temporada regular sigue siendo significativo. Warren nunca ha realizado un lanzamiento en las Grandes Ligas en un partido importante, y confiar en un novato no probado durante la búsqueda del campeonato representa una apuesta considerable.
Si Warren puede traducir su éxito en las ligas menores y su promesa en los entrenamientos de primavera en productividad en las grandes ligas, los Yankees podrían descubrir una joya oculta en medio de la adversidad, pero los dolores de crecimiento de los novatos parecen inevitables.
El enigma del quinto titular de los Yankees
Con Luis Gil también apartado por lesión, la profundidad de la rotación de los Yankees se enfrenta a una grave tensión. El veterano Carlos Carrasco ha mostrado signos alentadores esta primavera, pero a sus 37 años, su techo sigue siendo limitado. Su experiencia aporta valor, pero los Yankees no pueden esperar de forma realista que compense significativamente la ausencia de Cole.
Brazos jóvenes como Yoendrys Gómez y Allan Winans ofrecen un potencial intrigante pero un historial limitado. La organización podría verse obligada a emplear un enfoque de comité, con varios lanzadores compartiendo las responsabilidades del quinto titular en función de los emparejamientos y la disponibilidad.
Esta solución de parches apenas inspira confianza a un equipo con aspiraciones a las Series Mundiales, lo que subraya la gravedad de la ausencia de Cole.
Soluciones para el mercado de fichajes: Los Yankees se debaten entre la nómina y las necesidades
La ventana del campeonato para los Yankees con su núcleo actual sigue abierta, pero se estrecha. Esta urgencia podría obligar al director general Brian Cashman a realizar movimientos agresivos para salvar la temporada a pesar de la ausencia de Cole.
El jugador de los Padres Dylan Cease, conocido por su bola rápida de alto octanaje y su deslizador, proporcionaría una presencia similar a la de Cole en lo alto de la rotación. El coste de adquisición sería considerable, y probablemente requeriría varios prospectos importantes de un sistema de granjas ya mermado.
Un intercambio por Michael King, de los Padres, constituiría una inversión fascinante, los Yankees podrían perseguir a su antiguo lanzador, al que traspasaron a San Diego en el acuerdo con Juan Soto. La exitosa transición de King a la titularidad ha demostrado su versatilidad, y su familiaridad con Nueva York facilitaría el periodo de adaptación.
Sin embargo, lo que complica las cosas es la cada vez más evidente restricción financiera del propietario Hal Steinbrenner. A pesar del poderío financiero de los Yankees, en los últimos años han mostrado vacilaciones a la hora de superar los umbrales fiscales de equilibrio competitivo. Esta cautela fiscal podría obstaculizar su capacidad para añadir un salario significativo, incluso ante la devastadora lesión de Cole.
Cálculo del campeonato: Reevaluando las perspectivas para 2025
A pesar de la catástrofe de la rotación, los Yankees conservan considerables puntos fuertes que mantienen vivas sus aspiraciones al campeonato, aunque muy mermadas. El formidable tándem ofensivo formado por Aaron Judge y Cody Bellinger sigue siendo el dúo más temible del béisbol. Su producción combinada proporciona a los Yankees una ventaja ofensiva diaria que pocos equipos pueden igualar.
El bullpen, anclado por el cerrador Devin Williams y con múltiples opciones de alto apalancamiento, se encuentra entre las unidades de élite del béisbol. Esta fortaleza podría ayudar a compensar las salidas más cortas de la rotación.
Las mejoras defensivas en el campo interior y exterior deberían convertir más bolas en juego en outs, proporcionando una ayuda sutil pero significativa al equipo de lanzadores.
Sus expectativas de campeonato permanecen intactas, pero sus medios para lograr ese objetivo han cambiado fundamentalmente. Sin Cole, el camino hacia el campeonato de los Yankees pasa de ser una expectativa a una ardua batalla. Sin embargo, la imprevisibilidad del béisbol sigue siendo su cualidad más duradera. Los equipos han superado antes adversidades similares, aunque rara vez con la presión y el escrutinio que acompañan al béisbol de los Yankees.
Una certeza permanece en medio de la incertidumbre: la temporada 2025 de los Yankees ha cambiado fundamentalmente antes incluso de que haya empezado. La organización se enfrenta ahora a su mayor prueba: no sólo competir, sino encontrar la forma de prosperar sin el lanzador en torno al cual construyeron sus sueños de campeonato.
El camino hacia la gloria de octubre contiene ahora muchos más obstáculos, pero no ha desaparecido por completo. El hecho de que los Yankees puedan navegar por este traicionero nuevo camino definirá no sólo su campaña de 2025, sino potencialmente el legado de este núcleo con calibre de campeón.
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