Apenas unas horas antes de un inminente apagón que habría interrumpido la retransmisión de los partidos de los Yankees de Nueva York a cientos de miles de aficionados, se llegó a un acuerdo entre Comcast y YES Network. El acuerdo de última hora puso fin a una tensa disputa sobre la retransmisión y llevó al presidente de los Yankees, Randy Levine, a dar las gracias a un aliado inesperado: el presidente de EEUU, Donald Trump, junto con el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Brendan Carr, y otras figuras políticas. Todos ellos contribuyeron entre bastidores a que ambas partes llegaran a un acuerdo.
El enfrentamiento de alto nivel se acerca al borde del abismo y deja a los aficionados de los Yankees conmocionados
En el centro de la disputa estaba la propuesta de Comcast de trasladar YES Network a un nivel de suscripción más caro en su servicio de cable Xfinity. Este cambio, según YES, habría marginado efectivamente al canal a “la Siberia de un nivel”, obligando a los seguidores de los Yankees a pagar 20 dólares más al mes para acceder a los partidos, una medida que muchos consideraron contraria al consumidor y perjudicial para la amplia accesibilidad regional del canal.
El momento no podía ser peor. Los Yankees, que vienen de participar en las Series Mundiales de 2024 y empiezan la temporada de 2025 al rojo vivo, son una de las mayores atracciones de la MLB. Con el interés de los aficionados en su punto álgido, la amenaza de perder el acceso a la retransmisión provocó indignación y preocupación en toda la zona triestatal, sobre todo en Nueva Jersey, donde la base de abonados de Comcast sigue siendo significativa.

Randy Levine elogia al Presidente Trump y a la FCC por su papel en la resolución
En una declaración tras el acuerdo, el jefe de los Yankees y de YES Network, Randy Levine, expresó su agradecimiento por el esfuerzo colectivo que llevó a ambas partes de nuevo a la mesa de negociaciones.
“Quiero expresar nuestro profundo agradecimiento a todos los que apoyaron nuestros esfuerzos para evitar que la YES Network quedara a oscuras”, dijo Levine. “Todos trabajasteis incansablemente para instarnos a permanecer en la mesa y llegar a un acuerdo. Quiero dar las gracias al presidente Donald J. Trump y a su administración, especialmente al presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Brendan Carr”.
La gratitud dirigida a Trump puede levantar cejas en algunos rincones del mundo de los medios de comunicación, pero refleja la larga relación de Levine con el ex presidente. Ambos han estado públicamente alineados en el pasado, y Levine acompañó a Trump a un evento de la UFC en el Madison Square Garden en noviembre de 2024. Su relación resultó beneficiosa cuando las tensiones aumentaron durante el enfrentamiento entre YES y Comcast.
El Presidente de la FCC entra en liza
Aunque la FCC no suele regular los acuerdos de transporte por cable entre cadenas y proveedores -una responsabilidad reservada sobre todo a las negociaciones contractuales-, el presidente Brendan Carr intervino con comentarios públicos y presiones que resultaron fundamentales. En respuesta a la denuncia de YES Network, que acusaba a Comcast de prácticas discriminatorias, Carr publicó en X (antes Twitter):
“Me gustaría animar a una resolución rápida y favorable en beneficio de todos. La FCC tiene autoridad para intervenir y abordar las reclamaciones por conducta discriminatoria”.
El apoyo público de Carr dio legitimidad a las preocupaciones de YES Network y pudo haber acelerado las negociaciones, que hasta ese momento se habían estado arrastrando con la amenaza de un plazo de medianoche en el horizonte. Una vez cerrado el acuerdo, Carr volvió a intervenir:
“Quedarnos a oscuras no habría beneficiado a nadie. Gracias a todos los implicados por vuestros esfuerzos de buena fe”.

El acuerdo evita trastornos a miles de aficionados de los Yankees
Aunque Comcast es sólo el segundo operador de cable de Estados Unidos, su presencia en la ciudad de Nueva York es relativamente limitada en comparación con proveedores como Verizon FiOS, Charter Spectrum y Optimum de Altice USA. No obstante, la amenaza de un apagón se cernía sobre los seguidores de los Yankees en Nueva Jersey, donde el servicio Xfinity de Comcast está más ampliamente distribuido.
Si YES Network hubiera dejado de emitir en Comcast, miles de aficionados de los Yankees habrían perdido el acceso a los partidos justo cuando los Yankees estaban alcanzando su mejor momento. Afortunadamente, el acuerdo garantiza la continuidad en el nivel de canales existente de Comcast, evitando a los aficionados costes o interrupciones inesperadas.
Implicaciones más amplias para las redes deportivas regionales
La disputa Comcast-YES forma parte de una tendencia más amplia y preocupante en el mundo de los medios de comunicación. Las cadenas deportivas regionales (RSN), antaño joyas de la corona de los imperios de la radiodifusión local, están ahora asediadas por los cambios en el comportamiento de los consumidores. El aumento del cord-cutting, junto con el rápido crecimiento de las plataformas de streaming, ha mermado los paquetes de cable tradicionales y ha obligado a las RSN a luchar más por cada acuerdo de distribución.
A pesar de estos vientos en contra, YES Network está en una posición más fuerte que la mayoría. Respaldada por el poder de marca de los Yankees de Nueva York, la cadena sigue registrando buenos índices de audiencia, sobre todo si el equipo llega a la postemporada en 2024 y se mantiene entre las principales franquicias de la MLB en 2025.
Aun así, la batalla con Comcast pone de relieve la economía cada vez más frágil de las retransmisiones deportivas, en las que incluso las cadenas de éxito y alto perfil deben luchar por mantener la visibilidad y la asequibilidad.
Una llamada cercana con un mensaje claro
Para los aficionados de los Yankees y los seguidores del béisbol de toda la región de Nueva York, la resolución de esta disputa supone un alivio, y un recordatorio de la facilidad con que los contenidos queridos pueden desaparecer de las pantallas en el cambiante panorama actual de los medios de comunicación.
La inusual convergencia de deportes, política y supervisión reguladora que resolvió esta disputa puede que no sea un modelo para futuras batallas, pero sin duda subraya lo que está en juego. Mientras las RSN siguen enfrentándose a aguas turbulentas, el resultado del enfrentamiento YES-Comcast envía un mensaje claro: incluso los gigantes necesitan respaldo en la era de la disrupción digital.
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