NUEVA YORK – Jeff Passan, experto en MLB de ESPN, provocó una tormenta de fuego al lanzar una reprimenda llena de blasfemias dirigida directamente a los seguidores de los Yankees de Nueva York. En el podcast de Max Mannis, Passan dijo a los oyentes que si los aficionados no podían soportar la cultura de “campeonato o fracaso” del equipo, deberían “callarse la [palabrota]”.
El contundente comentario se hizo rápidamente viral. Los seguidores de los Yankees se lanzaron a las redes sociales, provocando un acalorado debate sobre su tono y su mensaje. Puede que el comentario suavizara la presión sobre los jugadores, pero llevó a la afición de los Yankees a un frenesí defensivo.
El comentario de Passan provoca fricciones
Passan explicó que la frustración procedía de quejas recurrentes.
“Cuando oigo quejarse a los fans de los Yankees, les digo: ‘Cállate la [F***] boca'”, dijo, sin disculparse por su contundente valoración.
El presentador Max Mannis señaló que la mentalidad neoyorquina de “ganar ahora” sólo ha dado una Serie Mundial y dos banderines desde 2004. Passan respondió que los aficionados “decepcionados o entristecidos cada año” deberían replantearse sus prioridades.
El calor de las redes sociales
A las pocas horas, los fans reaccionaron enérgicamente en X, antes Twitter. Algunos defendieron a Passan. Un usuario dijo: “No se equivoca: los fans de los Yankees tienen unas expectativas poco realistas”. Otros replicaron, calificando el lenguaje de poco profesional e irrespetuoso.
La división era palpable. Un aficionado escribió: “Merecemos expresar nuestras opiniones, sobre todo cuando nuestro equipo rinde por debajo de lo esperado”. Otro instó: “Escúchale. Quizá haya que ajustar las expectativas”.
La posición de Passan en los medios de comunicación
Passan se ha forjado una reputación como una de las principales voces del béisbol de ESPN. Es conocido por dar las principales noticias de la MLB y ofrecer una visión aguda. Ese estatus eleva sus comentarios, e intensifica el escrutinio posterior.
A los seguidores de los Yankees ya les irritaba la percepción del escrutinio de los medios de comunicación nacionales. El comentario de Passan ahondó esa división.
Al cierre de esta edición, ESPN no había respondido al escándalo. El silencio de la cadena contrasta con la rapidez con que ha actuado en anteriores polémicas con personalidades en antena.
¿Cuál es la situación actual de los Yankees?

A partir del lunes, los Yankees se sitúan en 48-35, con una escasa ventaja de 1½ partidos sobre los Rays de Tampa Bay en la AL Este. Su estado de forma sigue siendo irregular, lo que alimenta el descontento de los aficionados.
Los críticos argumentan que el mantra “campeonato o fracaso” perjudica la experiencia del aficionado, creando un ciclo de insatisfacción constante. Según los críticos, el mensaje de Passan no tuvo en cuenta la inversión emocional de los aficionados.
Respetar la pasión, gestionar la presión
Passan sugirió a los fans que aceptaran las altas expectativas o se alejaran de la montaña rusa emocional.
“Si eso va a arruinar tu experiencia… quizá deberías salir de ese ámbito”, dijo.
Algunos analistas sostienen que la presión de los aficionados puede contagiar la tensión en el club. Otros replican que la pasión alimenta el rendimiento y que nunca debe reprimirse. Boone ha dicho en repetidas ocasiones que los aficionados y los medios de comunicación ayudan a centrarse.
Por qué es importante
Los aficionados de los Yankees representan una de las comunidades deportivas más apasionadas e influyentes. Su apoyo impulsa los ingresos y las expectativas. Cuando los críticos socavan esa pasión, la reacción puede ser feroz.
El lenguaje de Passan puede ser un punto de inflexión. Cuando los directivos y jugadores de la MLB afrontan la implacable presión del calendario, la fuerza intangible de la pasión de los aficionados suele desempeñar un papel clave. Muchos creen que el despido público de Passan cruzó una línea importante.
El béisbol se nutre de la pasión. Para los seguidores de los Yankees, es una parte sagrada de su identidad. Puede que Passan pretendiera reducir el volumen de las quejas, pero en lugar de ello amplificó la discordia.
ESPN está mirando. Los Yankees están mirando. ¿Y los aficionados? No se echan atrás.
¿Qué le parece?