Los Yankees no necesitaban que Jazz Chisholm Jr. demostrara nada durante su misión de rehabilitación en las ligas menores. Pero hizo que cada momento contara cuando volvió a pisar el campo el martes por la noche.
Chisholm lanzó el cuadrangular decisivo en la séptima entrada durante su regreso tras la lesión. Anthony Volpe le siguió inmediatamente con su propio bambinazo en solitario. Los jonrones consecutivos respaldaron otra magistral actuación de Carlos Rodon, y Nueva York derrotó a Cleveland por 3-2 ante 40.683 aficionados en el Yankee Stadium.
Con esta victoria, los Yankees se sitúan 37-22. Han conseguido siete victorias en los últimos nueve partidos, al tiempo que se han establecido como serios aspirantes a los playoffs gracias a sus lanzamientos fiables, sus bateos decisivos y su versatilidad defensiva.
Chisholm cumple cuando más importa
Cuando los Yankees traspasaron a Jazz Chisholm Jr. desde Miami, comprendieron que estaban adquiriendo un talento especial. Su voluntad de adaptarse y competir ha superado incluso sus más altas expectativas.
El versátil jugador de campo ha jugado en corto, en segunda base y en el centro del campo a lo largo de su carrera. Esta temporada trajo consigo una nueva incertidumbre sobre su posición. Los Yankees tenían ideas diferentes. A pesar de volver de una lesión, le pidieron que aprendiera de nuevo la tercera base. La respuesta de Chisholm fue sencilla: “Sólo quiero ganar. Quiero un anillo”.
Esa mentalidad de campeón se puso de manifiesto en el primer partido de la serie del martes.
Chisholm fue activado de la lista de lesionados horas antes del primer lanzamiento. Su primer golpe rompió el juego sin hits de Tanner Bibee con un sencillo en la quinta entrada. Llegó a la meta cuando DJ LeMahieu anotó la primera carrera de Nueva York. Con el marcador empatado 1-1 en la séptima, Chisholm atacó la bola rápida del primer lanzamiento de Bibee y la lanzó por encima del porche corto del jardín derecho para conseguir su primer jonrón desde la lesión.
Volpe le siguió inmediatamente con una gran bambinazo al jardín izquierdo en una barrida de cuenta completa. Los cuadrangulares consecutivos cambiaron completamente el impulso y pusieron fin a la actuación estelar de Bibee.
“Sinceramente, me imaginaba un 3-3”, dijo Chisholm con una sonrisa después de ir 2-3 con un jonrón y dos carreras anotadas.

La defensa de la tercera base es prometedora
El impacto ofensivo de Chisholm era de esperar. Su compostura defensiva en la tercera base impresionó aún más a los Yankees.
Durante la tercera entrada, realizó una espectacular parada de revés en el fuerte grounder de Ángel Martínez. Chisholm lanzó a través de su cuerpo desde territorio de falta para completar el out en primera base. El lanzamiento dio un salto, pero Paul Goldschmidt lo manejó sin problemas para terminar la jugada.
Esta fiabilidad defensiva es crucial para los planes de los Yankees en el infield. Con LeMahieu asentado en la segunda base, el equipo cuenta con Chisholm para anclar la tercera base. Sus primeros resultados son alentadores.
El seleccionador Aaron Boone elogió su versatilidad al principio del día: “Alarga nuestra alineación. Puede golpearte de muchas formas distintas”.
Rodon lleva una forma excelente
Carlos Rodón no necesitó mucho apoyo ofensivo. Los yanquis le proporcionaron lo justo.
El zurdo dominó durante siete entradas, permitiendo una carrera en cinco hits y una caminata con ocho ponches. Retiró a 17 bateadores consecutivos de Cleveland en un momento dado, controlando la zona de strike y cambiando de velocidad con eficacia.
Su único error se produjo en la séptima entrada. José Ramírez bateó un sencillo y robó la segunda base antes de anotar gracias a un batazo por tierra a 102 mph de David Fry que superó a LeMahieu. La jugada defensiva fue difícil, aunque algunos se preguntaron si las reacciones más rápidas de Chisholm podrían haber marcado la diferencia.
Rodón bajó su ERA a 2,49 y siguió lanzando como el mejor titular zurdo de los Yankees desde los mejores años de Andy Pettitte.
Volpe sigue su ritmo

El regreso de Jazz Chisholm Jr. generó la mayor parte de la atención. La mejora constante de Anthony Volpe merece igual reconocimiento.
Su cuadrangular solitario de la séptima entrada supuso su sexto de la temporada y proporcionó un valioso seguro. Después de pasar apuros durante el mes de abril, Volpe ha encontrado una mejor sincronización y una mayor confianza, a la vez que contribuye de forma constante desde el centro del orden de bateo.
Los Yankees ven a la Volpe como una piedra angular de su futuro. La actuación del martes demostró exactamente por qué.
El bullpen se adapta a sus nuevas funciones
Los Yankees se enfrentaron a un reto en la novena entrada después de que el cerrador Luke Weaver fuera a la lista de lesionados el martes por una lesión en los isquiotibiales. En respuesta, desplegaron una estrategia diferente en la última entrada.
Mark Leiter Jr. lanzó con éxito la octava entrada. Devin Williams se encargó de cerrar la novena.
Williams se encontró con algunas turbulencias cuando Carlos Santana hizo un doblete y Daniel Schneemann lo llevó a casa con un sencillo RBI por el lado derecho. El veterano cerrador mantuvo la compostura bajo presión. Consiguió que Bo Naylor lanzara un fly al jardín izquierdo para el último out, dejando la carrera del empate en segunda base y asegurándose su sexto salvamento.
La profundidad del bullpen se someterá a escrutinio durante la ausencia de Weaver. Por una noche, los Yankees recibieron exactamente lo que necesitaban.
Chisholm agranda el panorama de los grandes yanquis
No fue simplemente otra victoria rutinaria de junio. Este partido representó algo más significativo sobre la adaptabilidad, la confianza y las actuaciones decisivas cuando más importan.
Jazz Chisholm Jr. no solicitó otro cambio de posición. No exigió más tiempo de rehabilitación en las ligas menores. En lugar de eso, completó su asignación con el Somerset de Doble A y tuvo un impacto inmediato a su regreso a las mayores.
Hizo un cuadrangular decisivo. Jugó una defensa sólida. Aportó energía al club.
En una carrera competitiva en la Liga Americana, estos momentos cruciales de jugadores dispuestos a sacrificarse por el éxito del equipo podrían separar a los Yankees de sus competidores en octubre.
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