Cuando los Yankees de Nueva York comienzan sus preparativos para los Entrenamientos de Primavera de 2025, Luke Weaver se ha convertido en una de las voces más atractivas de la organización. El relevista diestro, que se reinventó a sí mismo con éxito, pasando de ser un novato titular a un activo crucial en el bullpen, aporta una franqueza refrescante a las conversaciones sobre la agitada temporada baja del equipo y su propia y notable trayectoria profesional.
Durante el día oficial de presentación de informes para lanzadores y receptores, Weaver ofreció reflexivos comentarios sobre diversos temas, como la marcha de Juan Soto de los Mets, la agresiva reconstrucción de la plantilla de los Yankees y su desarrollo personal dentro de la organización.
Weaver expresó su respeto por Soto, elogiándolo tanto como jugador como compañero de equipo. Explicó que su relación seguiría siendo amistosa fuera del juego, describiendo a Soto como un “enemigo amistoso” durante la competición. Señaló que enfrentarse a Soto en la caja de bateo les convertiría en rivales.
Continuó compartiendo su entusiasmo por competir contra Soto, reconociéndole como uno de los jugadores de élite del béisbol. Weaver consideraba estos enfrentamientos como oportunidades para ponerse a prueba contra talentos de primer nivel.
“Estoy contento de competir contra él porque sé que es uno de los mejores del juego y eso me da otra oportunidad de probarme contra los mejores”, dijo.
Weaver aborda la situación de Soto con perspectiva

En el mundo del béisbol aún resuena la trascendental decisión de Juan Soto de unirse a los Mets de Nueva York. Tras desempeñar un papel decisivo en la campaña de los Yankees en las Series Mundiales de 2024, el jardinero superestrella optó por un acuerdo de 15 años y 765 millones de dólares con los rivales de la ciudad, rechazando la propuesta de los Yankees de 16 años y 760 millones de dólares.
Weaver abordó el delicado tema con el humor y la comprensión que le caracterizan.
“Lo mantendremos amistoso fuera del campo, pero por ahora es un enemigo, un enemigo amistoso”, observó Weaver con una sonrisa. “En el palco, será el enemigo”.
Trazando un paralelismo inesperado pero relacionable, Weaver comparó la decepción de los aficionados de los Yankees con una frustración común de los consumidores.
“Me enfado cuando no me dan suficiente guacamole en la cola de Chipotle”, comentó. “Si te dan media cucharada en vez de una cucharada entera, te enfadas”.
Aunque reconoció el impacto de la marcha de Soto, Weaver destacó la rápida y eficaz respuesta de la organización para reforzar la plantilla.
La pérdida de Soto podría haber descarrilado a un equipo que aún procesaba su derrota en las Series Mundiales ante los Dodgers. En lugar de ello, los Yankees ejecutaron una agresiva serie de movimientos para mantener su posición competitiva.
“Ojalá Soto siguiera en nuestro equipo, pero hemos sido capaces de reunir algunos acuerdos realmente buenos para mejorar este equipo”, señaló Weaver.
Renacimiento personal: De la lucha a la excelencia

El camino de Weaver hacia la fama en Nueva York desafió las expectativas convencionales. Tras obtener resultados desiguales en cinco organizaciones distintas a lo largo de ocho temporadas, su llegada a Nueva York a finales de 2023 suscitó una atención mínima. Sin embargo, su transición al trabajo de relevo catalizó un notable resurgimiento de su carrera.
En la temporada 2024, Weaver acumuló un impresionante ERA de 2,89 en 62 partidos, y pasó de ser una opción versátil para varias entradas a convertirse en el principal cerrador del equipo durante septiembre y la postemporada , tras los problemas de Clay Holmes.
A pesar de este gran rendimiento, la remuneración de Weaver sigue siendo notablemente modesta. Entra en el último año de su contrato ganando 2 millones de dólares, y el equipo tiene una opción de 2,5 millones para 2025.
“No voy a hacer comentarios al respecto, pero creo que aprendí dónde estaba y dónde estoy ahora”, reflexionó Weaver. “Pasar al bullpen cambió mi carrera y me permitió volver al buen camino”.
Mientras que muchos jugadores podrían sentir frustración por no recibir una compensación adecuada a su rendimiento, Weaver mantiene una actitud admirablemente equilibrada.
“Juego a este juego para mantener a mi familia, pero este juego da y quita”, dijo. “Da más de lo que quita. Deberíamos estar agradecidos por todo lo que recibimos. Practicamos un deporte. Estamos jugando a un juego”.
Abrazar la evolución: Respuesta a la llegada de Williams

La adquisición del cerrador All-Star Devin Williams podría haber decepcionado a algunos relevistas en la posición de Weaver, dado su éxito en el puesto. En lugar de ello, demostró una actitud característica de dar prioridad al equipo.
“Lo primero que pensé fue que nos va a hacer mejores, y eso es lo único que me importa”, explicó el cerrador de los Yankees. “Sea lo que sea que eso parezca para mí o para cualquier otro, ya lo averiguaremos”.
Su satisfacción proviene de la validación personal más que de la designación de un papel.
“Siempre pensé que podía cerrar partidos, y pude demostrar que podía hacerlo, a mí mismo más que a nadie”, señaló. “Si eso no vuelve a ocurrir, tengo la paz de saber que ese pensamiento ya se ha cumplido en mi propia mente”.
Las ambiciones de Weaver para 2025
A medida que se intensifican las actividades de los entrenamientos de primavera, Weaver se centra en prepararse para cualquier papel que maximice el éxito del equipo, ya sea como relevista de preparación, especialista en varias entradas o cerrador ocasional.
“Sólo intento no darte las respuestas de vainilla”, dijo Weaver. “Sólo intento ser realista”.
La combinación de excelencia en el campo y personalidad auténtica de Weaver sigue aumentando su valor para la organización de los Yankees, que persiguen aspiraciones de campeonato en 2025.
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