Tras un explosivo lanzamiento ofensivo en su campaña de 2025, los Yankees de Nueva York se enfrentan ahora a un reto demasiado familiar: una rotación inicial vulnerable expuesta por el enfriamiento de los bates y la escasez de profundidad. Con Carlos Carrasco ofreciendo actuaciones decepcionantes y los principales brazos de la organización marginados, es posible que los Bombarderos del Bronx exploren pronto enfoques poco convencionales para solucionar sus problemas de lanzamiento antes de que se desarrolle el mercado de fichajes de verano.
Fuentes de The Athletic, concretamente Chris Kirschner, indican que los Yankees están considerando la posibilidad de romper los lazos con Carrasco, que sufrió otra salida difícil esta semana y actualmente tiene un preocupante ERA de 7,71 en tres salidas. Si este movimiento se materializa, no sólo señalaría una mayor urgencia por parte de la oficina principal, sino que también podría allanar el camino para un cambio estratégico inesperado: la transición del relevista Brent Headrick a un papel de titular.
“Si los Yankees decidieran desprenderse de Carrasco, el club podría considerar la posibilidad de ampliar la plantilla con el relevista Brent Headrick”, escribió Kirschner.
Las dificultades de Carrasco provocan una reevaluación estratégica

La última aparición de Carrasco -con4 carreras en contra y 3 jonrones en 4,1 entradas contra los Tigres de Detroit- puede representar el capítulo final de su etapa en los Yankees. Considerado inicialmente como un ancla veterana de bajo riesgo tras su prometedora actuación primaveral, los problemas de mando y el descenso de la velocidad de Carrasco, de 38 años, le han convertido en un lastre dentro de una rotación ya de por sí apretada.
Su rendimiento refleja preocupaciones más amplias en toda la plantilla de lanzadores. Los resultados de principios de temporada revelan patrones preocupantes:
- Marcus Stroman registró una ERA de 7,27 en dos salidas
- Will Warren lleva una ERA de 6,00 tras dos apariciones
- Carlos Rodón con un ERA de 5,19 en tres salidas
Sólo la incorporación de la temporada baja , Max Fried, ha ofrecido actuaciones fiables, mientras que el as Gerrit Cole sigue apartado del equipo durante todo el año, recuperándose de una operación Tommy John, y Luis Gil continúa rehabilitándose de una distensión en el ligamento cruzado anterior.
Con la repentina disminución de la producción ofensiva -sólo seis carreras anotadas en los tres últimos partidos-, estas deficiencias en los lanzamientos se han vuelto imposibles de disimular.
Headrick surge como solución sorpresa

Como parece que Carrasco va a quedar libre, los Yankees parecen dispuestos a resucitar una estrategia empleada con más frecuencia en las ligas menores: convertir a un relevista largo en titular. Brent Headrick, adquirido a la organización de los Mellizos de Minnesota durante la temporada baja, presenta un candidato intrigante.
Headrick operó como titular en 2023 y ha mostrado componentes mejorados de su arsenal esta temporada. Equipado con una bola rápida mejorada y un splitter recién desarrollado, el zurdo registró nueve ponches en 5,1 entradas antes de ser enviado a Triple-A.
La transición de Headrick de nuevo a un papel de titular implica un riesgo considerable. Su experiencia contra bateadores de élite en una rotación sigue siendo limitada, y una conversión de este tipo requeriría un control vigilante de la carga de trabajo. No obstante, para un club de los Yankees que busca remedios internos hasta la fecha límite de traspasos, ésta puede representar su solución temporal más viable.
Refuerzos en el horizonte

El alivio parece próximo, aunque no inmediatamente. Clarke Schmidt, que estuvo entre los titulares más eficaces de los Yankees en 2024, progresa actualmente en una misión de rehabilitación con un regreso previsto a la rotación a mediados de abril. La temporada pasada, Schmidt mantuvo un ERA estelar de 2,85 en 16 apariciones, a la vez que proporcionó estabilidad durante la postemporada. Su reintegración podría ofrecer un reajuste crítico para una unidad que carece de fiabilidad.
Al mismo tiempo, se espera que Luis Gil, que empezó la temporada en la lista de lesionados de 60 días, reanude las actividades de lanzamiento esta semana. Un regreso exitoso a finales de verano podría reforzar aún más la plantilla, siempre que los Yankees sigan siendo competitivos hasta entonces.
Sin embargo, es probable que la organización mantenga un enfoque prudente con ambos lanzadores, dados sus historiales de lesiones. Ninguno de los dos puede soportar cargas de trabajo significativas de forma inmediata, lo que significa que los Yankees deben extraer más de sus brazos actuales, o idear soluciones internas ingeniosas para salvar la brecha.
Se avecinan grandes consideraciones sobre el mercado comercial

Aunque sigue siendo posible realizar adquisiciones externas para reforzar la rotación, es probable que no se produzcan traspasos significativos hasta que se acerque la fecha límite del 30 de julio. La demanda de lanzadores en toda la MLB ya supera a la oferta, y pocas organizaciones están dispuestas a ceder talento titular durante las primeras fases de la temporada.
Esta realidad ejerce una gran presión sobre el entrenador Aaron Boone y el director general Brian Cashman para que improvisen, ya sea desplegando a Headrick, promocionando a otros talentos de la Triple A o reconfigurando las responsabilidades del bullpen para cubrir más entradas.
“Llegados a este punto”, escribió Kirschner, “los Yankees necesitan que Schmidt vuelva y estabilice la rotación, esperar que Gil no tenga un contratiempo en su rehabilitación, obtener mejores resultados de Warren y Rodón a medida que mejore el tiempo y volver a evaluar más cerca de la fecha límite”.
Históricamente, Cashman se ha resistido a las transacciones impulsadas por el pánico a principios de temporada. Sin embargo, con la ventana del campeonato de los Yankees innegablemente abierta, el deterioro continuado de la rotación podría requerir una intervención inusualmente agresiva.
La ralentización ofensiva expone las vulnerabilidades
La repentina regresión ofensiva de los Yankees agrava las preocupaciones sobre la rotación. Tras un tramo inicial histórico que produjo 72 carreras en ocho partidos, la alineación se ha enfriado drásticamente, logrando sólo seis carreras en tres derrotas consecutivas.
Este bajón ha puesto de relieve la precaria profundidad de lanzamiento de la organización, transformando cada salida de Stroman, Warren y Rodón en una proposición de alto riesgo. La capacidad de la alineación para compensar las deficiencias de los lanzadores tiene claramente límites, una realidad a la que ahora se enfrentan los Yankees.
¿Pueden los Yankees pisar aguas turbulentas?
En el futuro inmediato, los Yankees parecen decididos a resolver internamente sus problemas de lanzamiento. La marcha de Carrasco parece inminente, Headrick espera potencialmente una oportunidad, y el regreso de Schmidt ofrece una estabilidad prospectiva. Sin embargo, si Stroman y Rodón no recuperan pronto una forma eficaz, Nueva York corre el riesgo de quedarse rezagado en la ferozmente competitiva AL Este antes de alcanzar el tradicional primer hito de la temporada.
Las perspectivas de los Yankees para 2025 dependerán de si su improvisada rotación puede resistir las próximas 10-12 semanas. Porque una vez que llegue la fecha límite de traspasos, las expectativas cristalizarán: campeonato o fracaso. Hasta entonces, la supervivencia es primordial.
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