Los Yankees de Nueva York inician su campaña de Entrenamientos de Primavera 2025 con el impulso de una temporada de Campeonato de la Liga Americana, pero varias cuestiones cruciales de la plantilla siguen sin resolverse. A pesar de los exitosos esfuerzos por reforzar su bullpen y apuntalar su infield, la organización se enfrenta a dos preocupaciones acuciantes: establecer una profundidad de lanzamiento adecuada y abordar una notable vulnerabilidad contra los lanzadores zurdos.
Aunque la competición por el puesto titular de tercera base ha acaparado una gran atención -con DJ LeMahieu, Oswaldo Cabrera, Oswald Peraza y Jorbit Vivas-, persisten preocupaciones más profundas sobre la capacidad ofensiva del equipo contra los zurdos y la necesidad de una opción de pelotón complementaria junto a Jasson Domínguez.
Afrontar el reto del lanzamiento zurdo
Más allá de las batallas individuales en la alineación, surge una preocupación estratégica más amplia en relación con la eficacia del equipo contra los lanzamientos zurdos. La marcha de Juan Soto ha creado un vacío notable en este aspecto del ataque, exponiendo potencialmente una vulnerabilidad en la construcción de la alineación. La ausencia de un complemento de pelotón establecido para Jasson Domínguez agrava aún más este reto, obligando a los Yankees a explorar soluciones creativas para optimizar su orden de bateo.
Aunque Boone puede intentar aprovechar las opciones diestras existentes en la plantilla, la falta de una amenaza de potencia probada desde ese lado podría convertirse en una debilidad significativa a medida que avance la temporada. Esta situación puede requerir movimientos adicionales en la plantilla, ya sea mediante traspasos o adquisiciones tardías de agentes libres, si el rendimiento en los entrenamientos de primavera pone de manifiesto esta deficiencia.
Las principales preguntas a las que se enfrentan los Yankees esta primavera
La plantilla de los Yankees ha sufrido una transformación significativa, integrando adquisiciones destacadas como Max Fried, Cody Bellinger y Paul Goldschmidt con estrellas consolidadas como Aaron Judge, Anthony Volpe y Jazz Chisholm Jr. Mientras el manager Aaron Boone inicia el proceso de evaluación, varias decisiones críticas exigen una resolución.
La competición de tercera base ocupa el centro del escenario

La esquina caliente presenta quizás la batalla posicional más intrigante de los entrenamientos de primavera. Como se espera que Chisholm asuma las funciones de segunda base, surgen cuatro candidatos como posibles soluciones en la tercera: LeMahieu, Cabrera, Peraza y Vivas.
La situación de LeMahieu es especialmente compleja. El veterano de 36 años, al que aún se le deben 30 millones de dólares en las próximas dos temporadas, ha luchado contra persistentes lesiones en la parte inferior del cuerpo en los últimos años. Cabrera ofrece versatilidad, aunque es posible que la organización prefiera utilizar su adaptabilidad como utilitario. Peraza, a pesar de su destreza defensiva, aún tiene que establecerse como un contribuyente ofensivo constante y se enfrenta a una presión adicional sin opciones restantes en las ligas menores. Vivas representa una intrigante promesa del bateo zurdo, pero carece de experiencia en las grandes ligas.
Aunque el cuerpo técnico espera que surja un claro favorito, los recientes comentarios de Brian Cashman sugieren un posible escenario en el que Chisholm alterne entre la segunda y la tercera base dependiendo de los emparejamientos, lo que añade otra capa de complejidad a la situación.
Definir la posición de Marcus Stroman

Una de las decisiones más desconcertantes a las que se enfrentan los Yankees es determinar el papel de Marcus Stroman en la plantilla de lanzadores. Con un salario de 18 millones de dólares, la posición de Stroman sigue sin estar definida a pesar de los esfuerzos previos de exploración de intercambios.
La rotación actual se proyecta con Gerrit Cole, Max Fried, Carlos Rodon, Clarke Schmidt y Luis Gil, relegando potencialmente a Stroman a un sexto puesto de titular o a un papel en el bullpen. Aunque a finales de la temporada pasada pasó brevemente al puesto de relevo, su escasa exposición (una aparición) y su ausencia en la postemporada plantean dudas sobre su despliegue óptimo.
La situación sigue siendo fluida, con posibles lesiones o nuevas negociaciones que podrían alterar el panorama, pero el reto inmediato consiste en maximizar el valor de Stroman dentro de la estructura actual de la plantilla.
La vigilancia de la salud es prioritaria

Aunque los Yankees han navegado por la temporada baja sin grandes intervenciones quirúrgicas, el personal médico mantiene en observación a varios jugadores clave a medida que avanza el campamento.
Continúa la recuperación de Jonathan Loaisiga, operado del ligamento cruzado anterior, y se prevé su regreso más adelante en la temporada. Las recientes adquisiciones Max Fried y Carlos Carrasco ya han iniciado sesiones de prácticas de bateo en vivo, mientras que los jugadores de posición, incluidos Bellinger, Volpe, Chisholm, Cabrera y Dominic Smith, han empezado a trabajar con bateo. Las jóvenes promesas de la organización -Domínguez, Spencer Jones, Everson Pereira, Peraza y Vivas- también han participado en entrenamientos preliminares.
El cuerpo técnico mantiene un enfoque especialmente cauto con el personal de lanzadores, reconociendo que las molestias de principios de primavera podrían afectar significativamente a la disponibilidad para la temporada regular.
Camino hacia la resolución del día de la inauguración
A medida que los Yankees avancen en su calendario de primavera, tres historias principales dominarán la narración: consolidar la configuración del campo interior, determinar el papel de Stroman y abordar el rendimiento del equipo contra lanzadores zurdos.
Parece que se han sentado las bases para otra temporada competitiva y una posible lucha por el banderín, pero la resolución de estas cuestiones pendientes en la plantilla podría influir significativamente en el éxito del equipo a principios de temporada. Aunque las batallas posicionales y la profundidad de los lanzadores acaparan naturalmente la atención, la capacidad del equipo para manejar a los lanzadores zurdos puede resultar en última instancia el factor más crucial en sus aspiraciones al campeonato.
Las próximas semanas de entrenamiento de primavera proporcionarán información valiosa sobre la eficacia con la que los Yankees pueden abordar estos retos, lo que podría determinar si es necesario realizar más movimientos en la plantilla antes del Día Inaugural. El panorama de la Liga Americana es cada vez más competitivo, por lo que la resolución satisfactoria de estos problemas podría ser fundamental para que los Yankees logren consolidar su reciente éxito en la postemporada.
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