Mientras los Yankees de Nueva York se preparan para la temporada 2025 tras la aparición en las Series Mundiales del año pasado, se está desarrollando un importante drama en la plantilla durante los entrenamientos de primavera. El otrora prometedor jugador de campo Oswald Peraza se encuentra en una encrucijada en su carrera, mientras el fenómeno de 19 años George Lombard Jr. sigue impresionando a los mandamases de los Yankees.
Peraza, de 24 años, que entró en el sistema de los Yankees con considerable fanfarria, se encuentra ahora en una coyuntura precaria. Sin opciones en las ligas menores, la organización debe tomar una decisión definitiva sobre su futuro a rayas.
Una estrella emergente amenaza la carrera de Peraza en los Yankees

Lombard Jr. se ha convertido en la sensación del campamento de los Yankees, con unos impresionantes números ofensivos que incluyen una media de bateo de .333, dos jonrones, cuatro carreras impulsadas y un robusto OPS de 1,145 en los partidos de entrenamiento de primavera. Su meteórico ascenso refleja la trayectoria de Anthony Volpe, que superó la competencia de la Triple A para hacerse con un puesto de titular en 2023.
En los últimos años, los Yankees han demostrado su voluntad de promocionar rápidamente a los jóvenes talentos, independientemente de su edad o nivel de experiencia. Esta filosofía organizativa, combinada con la destacada actuación de Lombard Jr., crea un reto formidable para las perspectivas de Peraza en el roster.
A pesar de tener sólo 19 años y una experiencia profesional limitada, Lombard Jr. ha mostrado el tipo de potencial ofensivo que ha hecho que los responsables de los Yankees reconsideren su configuración del infield. Su enfoque maduro en el plato y su versatilidad defensiva han suscitado comparaciones con algunas de las evoluciones de jugadores de posición más exitosas de la organización en los últimos años.
Aunque muchas organizaciones dudarían en ascender a un adolescente tan rápidamente a través de su sistema, los Yankees han demostrado que el rendimiento, y no la edad o el tiempo de servicio, dicta a menudo su calendario de ascensos. Este enfoque benefició a Volpe hace dos años y podría acelerar de forma similar los plazos de Lombard Jr.
El viaje de Peraza hasta esta encrucijada

La ironía de la situación de Peraza no pasa desapercibida para quienes han seguido su desarrollo. Considerado en su día como la piedra angular del futuro campo interior de los Yankees, el campocorto venezolano ha visto cómo su camino hacia el juego regular se complicaba cada vez más en las tres últimas temporadas.
La destreza defensiva de Peraza nunca se ha puesto en duda. Su alcance, fuerza de brazo e instintos en el campo corto están entre los mejores de la organización. Las dudas sobre su viabilidad a largo plazo se deben a la inconsistente producción ofensiva que le ha acompañado desde las ligas menores hasta sus limitadas oportunidades en las grandes ligas.
En tres temporadas con los Yankees, Peraza ha participado en 64 partidos, con una media de bateo de .236, 6 jonrones y 22 carreras impulsadas. Aunque estos números no son desastrosos para un medio centro orientado a la defensa, no han convencido a la organización para apostar por él como jugador de diario.
El dilema de las opciones
La situación contractual complica considerablemente las cosas tanto para Peraza como para los Yankees. Al haber agotado sus opciones en las ligas menores, cualquier intento de enviar a Peraza a Triple-A requeriría que superara un proceso de waivers, algo poco probable dada su reputación defensiva y su potencial.
La situación de las opciones de Peraza obliga a tomar una difícil decisión a la directiva de los Yankees, que debe determinar si encaja en sus planes inmediatos o si su valor se aprovecha mejor reforzando otras áreas de la plantilla mediante un intercambio.
Esto crea tres posibilidades distintas para la organización:
- Intercambia a Peraza antes de que empiece la temporada, adquiriendo potencialmente ayuda para el bullpen o posibles jugadores para cubrir otras necesidades de la organización. Varios equipos que buscan ayuda en el mediocampo, como los Atléticos, los Rockies y los Tigres, podrían ser socios viables. La juventud y la capacidad defensiva de Peraza probablemente le reportarían beneficios respetables a pesar de sus problemas ofensivos.
- Mantenerlo en un papel limitado en el banquillo, lo que preservaría su puesto en la plantilla pero podría dificultar su desarrollo. Esta opción supondría un seguro contra las lesiones del equipo titular, pero minimizaría las oportunidades de Peraza para desarrollarse como jugador de diario.
- Arriesgarse a perderlo a cambio de nada intentando pasarlo por waivers, lo que los expertos en béisbol consideran muy improbable dado el número de equipos que buscan profundidad de campo.
Competencia más allá de Lombard

Complicando aún más el camino de Peraza está Oswaldo Cabrera, de 25 años, cuya versatilidad defensiva proporciona una valiosa flexibilidad a los Yankees. Dado que se espera que DJ LeMahieu se pierda un tiempo considerable debido a una lesión, la capacidad de Cabrera para jugar en varias posiciones le da ventaja en la competición por el roster.
Cabrera ha demostrado su capacidad en la segunda base, en el campocorto, en la tercera base y en las esquinas del campo, una versatilidad especialmente valiosa para un equipo aspirante como los Yankees. Su perfil de switch-hitting añade además una dimensión de la que carece Peraza.
En el juego actual, los jugadores que pueden manejar varias posiciones con eficacia crean ventajas en la plantilla que los aspirantes al campeonato, como los Yankees, intentan maximizar. Cada puesto en la plantilla es cada vez más valioso a medida que los equipos gestionan el límite de 26 jugadores, y la capacidad de Cabrera como navaja suiza es un argumento convincente para su inclusión.
Las expectativas de las Series Mundiales impulsan las decisiones de los Yankees
Tras su temporada ganadora del banderín en 2024, los Yankees entran en 2025 con expectativas de campeonato. Esta mentalidad de “ganar ahora” determina las decisiones de la plantilla, potencialmente a expensas del desarrollo de jugadores a largo plazo.
La organización se encuentra ahora sopesando el potencial de Peraza frente a las necesidades competitivas inmediatas. Si los responsables del equipo creen que Lombard Jr. ofrece un techo más alto o que Cabrera aporta más valor actual, Peraza podría convertirse en el hombre raro.
La construcción de la plantilla del equipo también es un factor en la ecuación. Con Anthony Volpe establecido en el shortstop y el interior reconfigurado tras la marcha de Gleyber Torres en la agencia libre, los Yankees siguen enfrentándose a un atasco de talento en el interior. Además, con Giancarlo Stanton actualmente en la lista de lesionados, el equipo ha ganado temporalmente flexibilidad en la plantilla, pero sigue centrado en la planificación a largo plazo. Esta compleja situación complica aún más el caso de Peraza por un puesto en el roster, ya que su posición principal sigue estando ocupada por la Volpe, mientras que otros puestos del infield tienen múltiples candidatos.
De cara al futuro

Las últimas semanas de los entrenamientos de primavera determinarán probablemente el destino de Peraza. Unas buenas actuaciones podrían reavivar la confianza de la organización, mientras que unos continuos problemas ofensivos podrían sellar su marcha.
El director general Brian Cashman se enfrenta a un delicado acto de equilibrismo: maximizar la ventana de campeonato del equipo al tiempo que gestiona activos valiosos. Intercambiar a Peraza antes de que su valor disminuya aún más podría representar la solución óptima, proporcionando a los Yankees recursos para abordar otras necesidades y permitiendo al mismo tiempo a Peraza desarrollar su potencial en otra parte.
Para un jugador que en su día se consideró fundamental en los planes de futuro del infield de los Yankees, esta primavera representa algo más que la preparación para una nueva temporada: es una lucha por su futuro profesional.
Tanto si se queda en el Bronx como si encuentra una oportunidad en otra parte, la situación de Peraza pone de relieve la brutal eficacia de la gestión de plantillas en el béisbol moderno, donde el potencial debe traducirse finalmente en producción, especialmente para los equipos contendientes con abundante talento organizativo.
A medida que el calendario se acerca al Día Inaugural, el reloj avanza en una de las decisiones de personal más importantes a las que se enfrentan los Yankees esta primavera.
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