Los gruñidos se convierten en abucheos para Judge mientras la ofensiva de los Yankees se desinfla por tercera vez consecutiva

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TalkinYanks@X
Sara Molnick
miércoles junio 18, 2025

El famoso rugido del Yankee Stadium se convirtió en algo mucho menos acogedor el martes por la noche. Aaron Judge lo oyó alto y claro tras poncharse por tercera vez.

El público abucheaba a su capitán.

Los problemas ofensivos de Nueva York se agravaron con una derrota por 4-0 ante los Ángeles de Los Ángeles. La derrota por blanqueada prolongó la sequía anotadora de los Yankees a 29 entradas. Fue su tercer partido consecutivo sin una carrera.

Los Bombarderos del Bronx llevan ahora una racha de cinco derrotas consecutivas. Su última carrera llegó el sábado en Boston durante una remontada en la novena entrada que se quedó corta.

Capitán bajo fuego en el Bronx

Aaron Judge, de los Yankees de Nueva York, es ponchado por el lanzador de los Ángeles Kyle Hendricks durante la sexta entrada de un partido de béisbol el martes 17 de junio de 2025, en Nueva York.
AP Photo/Pamela Smith

Los 35.278 aficionados del Yankee Stadium empezaron la noche esperanzados. Acabaron frustrados y expresando su descontento.

Judge se llevó la peor parte de su ira. El candidato al MVP de la AL ha tropezado gravemente en sus últimos siete partidos. Ha bateado sólo .125 (3 de 24) con 16 ponches durante este periodo.

El 0-4 del martes incluyó tres fallos más. Cada strikeout provocaba una mayor desaprobación en las gradas.

Los abucheos no estaban reservados únicamente a Judge. Toda la alineación ha enmudecido cuando más importaba.

La sequía ofensiva alcanza el nivel de crisis

Esta racha sin anotar es la tercera más larga de los Yankees desde 2015. Sólo las sequías de 33 entradas en 2016 y 31 entradas en 2015 han durado más.

Los números cuentan una historia sombría. Nueva York ha conseguido un hit en 26 bateos con corredores en posición de anotar en tres partidos. El martes quedaron 0-3 en esas situaciones.

Giancarlo Stanton bateó dos veces. Cody Bellinger logró un doblete en la primera entrada. Jasson Domínguez hizo un sencillo y robó la segunda en la tercera.

Nada de eso importó. Los Yankees no pudieron empujar a un solo corredor a través de la base.

El strikeout de Paul Goldschmidt en la novena entrada con un corredor en segunda base resumió perfectamente la noche. Los abucheos del público resonaron en los pasillos del estadio.

La historia en contra de los Yankees

El actual apagón ofensivo tiene a los Yankees persiguiendo récords de franquicia no deseados. Su racha de 29 entradas sin anotar se acerca a algunos hitos dudosos.

El mánager Aaron Boone sigue confiando en la capacidad de su equipo para abrirse paso.

“Somos uno de los mejores ataques de la liga… Hemos tenido unos días difíciles”.

Los Yankees comenzaron esta temporada en casa liderando la Liga Americana en carreras anotadas. Ahora eso parece historia antigua.

El sábado, en la octava entrada contra Boston, cruzaron por última vez la línea de meta. El silencio ha durado 72 horas y contando.

El director predica la paciencia en medio de la presión

El mensaje de Boone en el club hace hincapié en mantener el rumbo. Veteranos como Bellinger y Austin Wells se hacen eco públicamente de ese sentimiento.

El enfoque no está cambiando a pesar de la creciente presión externa.

“Mentalmente intentas que no cunda el pánico cuando te pasas tres partidos sin marcar”, dijo Wells. “Pero son 162 partidos”.

Esa perspectiva a largo plazo se está poniendo a prueba. El dominio ofensivo de los Yankees a principios de temporada parece lejano. Sus números OPS de mayo y su reputación de bateadores potentes no pueden ayudarles ahora.

El corpus de trabajo incluye 370 carreras anotadas antes de que comenzara esta mala racha. Esas estadísticas ofrecen poco consuelo con cada entrada sin anotar que pasa.

Aaron Judge, de los Yankees de Nueva York, camina hacia el banquillo después de poncharse durante la sexta entrada de un partido de béisbol contra los Ángeles de Los Ángeles, el martes 17 de junio de 2025, en Nueva York.
AP Photo/Pamela Smith

Los lanzamientos fuertes no tienen recompensa

Will Warren ofreció su mejor actuación como yanqui. El diestro novato ponchó a 11 Ángeles en seis entradas. No dejó caminar a nadie y mantuvo a su equipo en el partido.

Warren permitió tres carreras, pero ninguna fue por contacto duro. Su bola rápida dominó a los bateadores toda la noche.

Boone alabó el esfuerzo de Warren, señalando que su bola rápida estaba “jugando a otro nivel”.

Kyle Hendricks, de los Ángeles, hizo que la brillantez de Warren careciera de sentido. El veterano entró con un ERA de 5,20 y unos totales de ponches decepcionantes.

Contra los Yankees, Hendricks parecía un candidato al Cy Young. Dejó en blanco a Nueva York durante seis entradas, abanicando a nueve bateadores. El total de ponches igualó su cifra más alta en casi cinco años.

Las dificultades en la alineación se extienden por todo el orden

Judge no está solo en sus problemas ofensivos. DJ LeMahieu sufrió su propia pesadilla el martes por la noche.

El veterano jugador de campo se ponchó tres veces en tres turnos. También cometió un error de campo que provocó la primera carrera de los Ángeles.

LeMahieu no ha bateado en sus últimas 10 apariciones en el plato. Sus dificultades reflejan los problemas generales del equipo.

Bellinger logró sólo 2 de 20 durante la racha de cinco partidos. Reconoció el fracaso del equipo en las situaciones decisivas.

“No estamos haciendo el trabajo con corredores en posición de anotar”, admitió Bellinger. “Tenemos que seguir adelante y levantarnos mañana”.

El regreso de Stanton de la lista de lesionados no ha proporcionado la chispa esperada. A toda la alineación le falta sincronización y ritmo.

Las preguntas se acumulan a medida que se acumulan las pérdidas

La reputación de los Yankees como monstruos ofensivos está sufriendo una paliza. Su éxito de principios de temporada parece un recuerdo lejano.

Este guión ya se ha repetido en los últimos años. Comienzos calientes seguidos de bajones preocupantes seguidos de preguntas difíciles.

La fe de la organización en su “proceso” se enfrenta a su mayor prueba hasta la fecha. Otro partido sin goles podría convertir los abucheos en algo peor.

La apatía puede ser el mayor temor de los Yankees.

El equipo necesita respuestas rápidamente. El final de la serie del miércoles contra los Ángeles ofrece otra oportunidad.

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