El martes, el árbitro de plato expulsó al entrenador de los Yankees, Aaron Boone, de una forma que la inmensa mayoría considera errónea. Las imágenes de TV señalaron claramente los gritos de un aficionado como el factor más potente que indujo al árbitro a expulsar al manager de los Yankees. Sin embargo, con un récord de 34 expulsiones en su haber como entrenador, el historial de Aaron Boone también pudo influir en que el árbitro Hunter Wendelstedt reaccionara de forma exagerada y cometiera una situación tan embarazosa.
Esta expulsión supuso la segunda de la temporada para Aaron Boone y la 35ª desde que se convirtió en mánager de los Yankees en 2017. Esto le convierte en el entrenador más expulsado de las Grandes Ligas de Béisbol durante ese periodo. Sin embargo, Wendelstedt intentó asegurar a todo el mundo que los antecedentes no desempeñaron ningún papel en su polémica decisión.
“Creo que es una pregunta que muchos aficionados y gente se hacen”, dijo el árbitro. “Si buscas mis expulsiones, verás a Bobby Cox varias veces. Ron Gardenhire y yo mucho. La gente no se da cuenta de que Ron Gardenhire es un alemán testarudo como yo y que después de una situación nos gustaría tomarnos una cerveza fría y hablar de ello.
La expulsión de Aaron Boone, la decisión más polémica de la MLB
El entrenador de los Yankees, Aaron Boone, sigue lívido por su expulsión a sólo cinco lanzamientos de la derrota por 2-0 del lunes ante los Atléticos de Oakland. El polémico incidente tuvo su origen en una discutida decisión en la que Esteury Ruiz, bateador inicial de los A’s, fue aparentemente golpeado por un lanzamiento.
Tras la dudosa decisión, el entrenador de los Yankees siguió las instrucciones del árbitro Hunter Wendelstedt de permanecer en silencio. Sin embargo, el arrebato de un aficionado descontento momentos después provocó la expulsión inmediata de Boone. Claramente frustrado, Aaron Boone condenó la situación como “vergonzosa” y un revés innecesario para el juego.
Aaron Boone aclaró más tarde que su intención inicial era solicitar una revisión de la jugada en primera base en la que estaba implicado Ruiz. A pesar de su tono asertivo durante el intercambio, Wendelstedt se mantuvo firme en su decisión inicial, que finalmente provocó la expulsión de Boone.
“Es vergonzoso”, dijo. “Realmente es malo. Es vergonzoso. Al principio fui bastante fogoso, sólo quería dejar claro mi punto de vista con John”, dijo Boone. “‘Oye, obviamente le han dado’. Para mí estaba claro que (Ruiz) también le dio un golpe. Y entonces Hunter le devolvió el golpe con firmeza, y eso fue todo”.
Gracias a las cámaras de YES Network, los telespectadores presenciaron en tiempo real el acalorado intercambio entre el entrenador de los Yankees, Aaron Boone, y el árbitro Hunter Wendelstedt.
Tras la polémica expulsión, cuando sólo habían transcurrido cinco lanzamientos, Aaron Boone salió furioso del banquillo para enfrentarse a Wendelstedt. Su fogoso intercambio duró cerca de un minuto. Su frustración se extendió más allá de Wendelstedt, ya que también intercambió palabras con el árbitro de primera base Marvin Hudson. De vuelta al banquillo, el capitán se detuvo tres veces para seguir descargando su ira.
Expresando su desconcierto, Aaron Boone reiteró su conformidad con la advertencia inicial de Wendelstedt. Relató la interacción, destacando el comportamiento asertivo de Wendelstedt, pero sin recordar ningún desacuerdo importante antes de su inesperada expulsión.
“Me atacó duramente y realmente no tuve más problema con él que decirle: ‘Tú también puedes hacer esa llamada’, a lo que él respondió: ‘Oye, tengo que ver esto’. Y le dije: ‘Vale, bien’. Le levanté el pulgar y me retiré. Creo que todo el mundo vio lo que pasó”.
Aaron Boone concluyó dando a entender que el incidente hablaba por sí mismo, dejando el juicio final sobre la situación a los observadores.
El árbitro culpa a Aaron Boone para justificar la decisión errónea
Wendelstedt reconoció la afirmación del directivo sobre un aficionado que gritaba desde la grada, pero insistió en que el comportamiento perturbador no se originó cerca de Aaron Boone ni del cuerpo técnico. Sin embargo, cuestionó la versión de Boone sobre el papel del aficionado en el incidente. El árbitro dio a entender que el comportamiento perturbador probablemente se originó más atrás en el banquillo, detrás de la posición de Aaron Boone. Wendelstedt hizo hincapié en su responsabilidad como manager, que abarca toda la conducta del banquillo, no sólo su entorno inmediato.
“Si dices que puedes ver a un aficionado gritándome, no era el único y probablemente se alinea con detrás de Boone y quizá eso es lo que oyó Boonie”, dijo el árbitro. “Me dirigí a Aaron Boone por algo que ocurrió en el extremo más alejado del banquillo, y como manager de los Yankees, es responsable de todo el banquillo, no sólo de su vecindad. Y así es como me lo tomé”.
Curiosamente, Anthony Rizzo, que jugaba en primera base en ese momento, no oyó ningún comentario de los aficionados que pudiera haber desencadenado la expulsión. Teorizó que tal vez una advertencia previa de Wendelstedt hizo que Aaron Boone se volviera más sensible a cualquier comentario procedente de esa dirección.
Haciéndose eco de los pensamientos de Wendelstedt, el lanzador Carlos Rodon creía que podía haberse producido un malentendido. Sugirió que el culpable podría haber sido un aficionado situado detrás de Wendelstedt, cuyo comentario acabó provocando la expulsión de Aaron Boone. A pesar del apoyo tanto de Rodon como de Boone, Wendelstedt interpretó las acciones del gerente como dirigidas a él.
De cara al futuro, Wendelstedt hizo hincapié en seguir adelante y centrarse en el próximo partido. Expresó su esperanza de que Aaron Boone disfrutara de su velada con la familia y de que ambos equipos pudieran reanudar el béisbol sin que persistiera la tensión por el incidente. El árbitro reconoció controversias pasadas en las que se vieron implicados directivos como Bobby Cox, Ron Gardenhire y él mismo, pero subrayó que ya era hora de dejarlas atrás.
Wendelstedt esperaba un nuevo comienzo, con ambos equipos reanudando el juego sin que ningún enfrentamiento previo influyera en el partido. Pero su decisión de expulsar a Aaron Boone sigue acaparando titulares por estar más influida por los antecedentes que por un error suyo.
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