El ex lanzador de los Yankees CC Sabathia demostró un inmenso valor hace ocho años, cuando decidió dar prioridad a su salud y bienestar buscando tratamiento para el abuso del alcohol. En vísperas del partido de Comodines de la Liga Americana de 2015, tomó la difícil pero necesaria decisión de ingresar voluntariamente en rehabilitación para afrontar de frente su problema con la bebida. Aunque el hecho de que fuera justo antes de un partido de playoffs de alto nivel amplificó la atención pública, Sabathia se mantuvo firmemente centrado en su recuperación.
Ahora, tras ocho años de sobriedad, el ganador del premio Cy Young se ha convertido en un faro de esperanza para todos los que luchan contra el alcoholismo. La disposición de Sabathia a hablar abiertamente de sus problemas personales sirve de inspiración a muchos que luchan contra demonios similares. Su camino hacia la sobriedad demuestra que, con determinación y apoyo, es posible recuperarse de por vida, día a día.
Celebración de los 8 años de Sabathia
Durante sus carreras en la MLB, octubre simboliza la búsqueda de un título de las Series Mundiales para jugadores como CC Sabathia, icono de los Yankees, que una vez pisó el diamante en busca de ese codiciado anillo de campeón. Hoy en día, encuentra otro motivo de celebración durante este mes: conmemorar un año más de sobriedad, libre de las garras del alcohol.
El jueves, el ex seis veces All-Star recurrió a las redes sociales para expresar su agradecimiento a todos los que le han apoyado a lo largo de sus ocho años de sobriedad. A través de X, la plataforma antes conocida como Twitter, Sabathia escribió:
8 años sobrio hasta el día de hoy sin arrepentimientos. Agradecido de estar sano, ser feliz y tener una familia cariñosa. Para cualquiera que esté en su propio viaje de sobriedad, sepan que no están solos y que la vida sin alcohol es posible. Bendiciones
El camino de Sabathia hacia la sobriedad comenzó el 5 de octubre de 2015. Lo reveló públicamente en un comunicado emitido la víspera del partido de Wild Card de los Yankees contra los Astros de Houston.
“Hoy me ingreso en un centro de rehabilitación de alcohólicos para recibir la atención profesional y la asistencia necesarias para tratar mi enfermedad”, dice el comunicado. “
“Amo el béisbol y quiero a mis compañeros como a hermanos, y también soy plenamente consciente de que me voy en un momento en el que todos deberíamos estar unidos para dar un último empujón hacia las Series Mundiales. Me duele profundamente hacerlo ahora, pero me debo a mí mismo y a mi familia ponerme bien. Quiero tomar el control de mi enfermedad, y quiero ser mejor hombre, padre y jugador.”
Para Sabathia, que ya había alcanzado la cima de la victoria en las Series Mundiales, se había hecho con el título de MVP de la ALCS y se había asegurado el premio Cy Young, la decisión de ingresar en rehabilitación resultó ser la más crucial y la que más le podría haber cambiado la vida.
Sabathia, un veterano lanzador con una ilustre carrera de 19 años que abarca desde 2001 hasta 2019, pasó sus últimas 11 temporadas como miembro de los Yankees de Nueva York. Fue el 5 de octubre de 2015, en vísperas de la participación de su equipo en el partido por el Wild Card de la AL, cuando dio el valiente paso de ingresar en un centro de rehabilitación para alcohólicos.
Afortunadamente, Sabathia ha mantenido con éxito su sobriedad desde que completó su programa de rehabilitación. Sólo cabe esperar que siga disfrutando muchos años más de una vida sana y sin alcohol.
CC también se vuelve más sano
Sabathia medía 1,90 metros y pesaba casi 90 kilos. Su estatura era innegablemente imponente cuando estaba en el montículo de lanzamiento, aunque se desviaba de la norma convencional. Tradicionalmente, los lanzadores se caracterizan por su complexión delgada y esbelta, un físico que Sabathia aspiraba a conseguir, pero se encontró con un obstáculo importante.
Durante una temporada, logró reducir su peso a unas 250 libras. Sin embargo, al llegar al campo de entrenamiento, notó un descenso sustancial en la velocidad de sus lanzamientos. Sabathia recordó un año concreto, en torno a 2013, en el que había conseguido bajar su peso hasta las 265 libras aproximadamente y se sentía bastante bien. Sin embargo, al llegar a los entrenamientos de primavera, notó un descenso en su velocidad de lanzamiento, que había bajado a unos 83 mph. Atribuyó este descenso a un aumento posterior de su peso, mencionando que había vuelto a pesar alrededor de 290 libras justo antes de los entrenamientos de primavera.
Tras el declive en el rendimiento que acompañó a su pérdida de peso, Sabathia volvió a su régimen dietético anterior y recuperó su peso, asentándose en torno a las 300 libras en 2017. Esto marcó un retorno a la forma para el ex ganador del Cy Young, ya que entregó una de sus mejores temporadas desde 2012, en última instancia, ganándose una extensión de contrato.
Sabathia, que pasó la mayor parte de su ilustre carrera como Yankee de Nueva York, optó por retirarse en 2019, concluyendo una carrera de lanzador que se erige como una de las más notables en la historia del béisbol.
Con un récord de más de 3.000 strikeouts en su carrera, un ERA de 3,74, un premio Cy Young y un anillo de campeón de las Series Mundiales, su ingreso en el Salón de la Fama de la MLB está prácticamente asegurado.
Desde que se retiró del béisbol profesional, Sabathia se ha embarcado en un viaje para perder peso y adoptar un estilo de vida más saludable. Sin embargo, se mantiene firme en su creencia de que su físico más corpulento fue un ingrediente clave para su éxito en el montículo de lanzador.
Resumió con humor su planteamiento con el mantra: “Más masa equivale a más velocidad”.
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