El aumento de 2025 de Trent Grisham supera a Juan Soto y desafía la narrativa en torno al intercambio Yankees-Padres.
La superproducción que llevó a Juan Soto a los Yankees la pasada temporada baja dominó los titulares del béisbol. La historia era sencilla: Nueva York adquirió un talento generacional para crear un tándem temible con Aaron Judge. Avanzamos rápidamente hasta la temporada 2025, y de esa misma transacción ha surgido una subtrama inesperada: Trent Grisham, el presunto elemento secundario del acuerdo, ha alterado drásticamente la historia.
Inicialmente considerado un mero seguro defensivo con un potencial ofensivo cuestionable, Grisham ha irrumpido con fuerza en la escena de los Yankees. Hasta el 1 de mayo, ha bateado un impresionante .294/.368/.662 con ocho jonrones, a sólo uno de su total de 2024. Este notable aumento no sólo ha consolidado su lugar en la alineación diaria, sino que ha obligado al entrenador Aaron Boone a reconsiderar su estrategia de despliegue en el campo.
Lo que empezó como una nota a pie de página de la adquisición de Soto ha evolucionado hasta convertirse en una atractiva historia por sí misma, y la actuación de Grisham a veces hace que los fieles del Bronx olviden quién se suponía que era el cabeza de cartel en aquel acuerdo de San Diego.
De calentador de banquillo a catalizador de la alineación
Trent Grisham demostró su creciente importancia durante la derrota por 15-3 de los Orioles el martes en Camden Yards. Arrancó la ofensiva con su tercer cuadrangular inicial de la temporada, desencadenando una secuencia histórica de back-to-back-to-back cuando Aaron Judge y Ben Rice le siguieron con sus propios cuadrangulares. Era la segunda vez en poco más de un mes que Nueva York lograba esta rara hazaña, como el 29 de marzo contra Néstor Cortés, cuando anotaron cuatro jonrones en la primera entrada, un hito en la franquicia.
“Realmente empieza con Grish”, comentó Aaron Judge a MLB.com tras el partido. “Te pone en marcha. Es algo así como: ‘Oye, tengo que subir ahí e intentar hacer mi trabajo'”.
El bambinazo inicial supuso el octavo jonrón de Grisham en esta joven temporada y el tercero en sólo 17 partidos como titular. Para tener una perspectiva, no hizo su 17ª salida hasta el 8 de junio del año pasado, pasando la mayor parte de 2024 relegado a un papel de reemplazo defensivo detrás de Judge, Giancarlo Stanton y otros. A pesar de entrar en la lista de la postemporada, nunca vio acción en octubre.
La analítica apoya la fuga

La transformación de Grisham, que pasó de ser un bateador de .191 con los Padres a una poderosa máquina de hacer bases en la parte superior del orden de los Yankees, no se basa en golpes de suerte o anomalías de pequeño tamaño de la muestra: las métricas subyacentes validan esta evolución.
Mejoras clave en 2025:
- Tasa de bolas por el suelo: 34,0% (por debajo del 40,0% de 2024)
- Balones aéreos lanzados: 26,4% (frente al 20,0% del año pasado)
- Tasa de ángulo de lanzamiento dulce 35,8% (Promedio MLB: 33,2%)
- Tasa de fallos: 7,1% de swing strike (promedio MLB: 10,9%)
Está elevando la bola con mayor eficacia, sobre todo hacia su lado de tiro, un ajuste crucial para los bateadores zurdos que pretenden sacar partido de las dimensiones del Yankee Stadium. Su disciplina en el plato, siempre un punto fuerte, sigue siendo de élite, ya que continúa entre los mejores de la MLB en tasa de persecución y velocidad de salida.
Lo más revelador es que sus estadísticas esperadas coinciden casi perfectamente con su producción real. Los datos de Statcast muestran que su media de bateo esperada (.293) y su porcentaje de bateo esperado (.615) casi reflejan sus números reales (.294/.662), lo que sugiere que sus resultados están firmemente arraigados en la mejora de sus habilidades más que en rebotes afortunados.
He aquí un análisis comparativo de las actuaciones de Juan Soto y Trent Grisham en la temporada 2025 de la MLB hasta el 30 de abril.
Stat | Juan Soto (Mets) | Trent Grisham (Yankees) |
---|---|---|
Juegos jugados | 31 | 25 |
Bateos (AB) | 112 | 72 |
Media de bateo (AVG) | .241 | .292 |
Home Runs (HR) | 3 | 8 |
Carreras bateadas (RBI) | 12 | 15 |
Porcentaje en la base (OBP) | .368 | .370 |
Porcentaje de bateo (SLG) | .384 | .639 |
Base más Slugging (OPS) | .752 | 1.009 |
Bases robadas (SB) | 2 | 0 |
Paseos (BB) | 23 | 8 |
Ponchados (SO) | 20 | 17 |
Promedio ponderado de bases (wOBA) | .336 | .432 |
Carreras creadas ponderadas (wRC+) | 115 | 187 |
Tasa de barriles (%) | 5.6% | 17.0% |
Tasa de golpes fuertes (%) | 51.7% | 49.1% |
Velocidad media de salida (mph) | 93.4 | 92.1 |
La excelencia defensiva continúa

Aunque su explosión ofensiva ha captado la atención, la destreza defensiva de Grisham sigue afianzando su valor. Dos veces Guante de Oro en el centro del campo, tiene un alcance y unos instintos que pocos jardineros pueden igualar. Incluso cuando su bate inevitablemente se enfríe un poco, sus contribuciones defensivas probablemente conservarán su puesto en la alineación.
Su aparición ha creado lo que Boone llama “un buen problema” en el campo exterior de los Yankees. Con Judge firmemente establecido, el equipo debe ahora equilibrar el tiempo de juego entre Cody Bellinger, Jasson Domínguez, Paul Goldschmidt, Ben Rice y Grisham en sólo cuatro posiciones: jardín izquierdo, central, primera base y bateador designado.
De basurero salarial a figura central
Los informes del sector indicaban que San Diego insistió en que los Yankees absorbieran el contrato de Grisham principalmente para compensar el impacto financiero de Soto en el acuerdo de diciembre. Lo que se percibía como un mero componente financiero parece ahora uno de los aspectos más astutos del intercambio.
Tras registrar un escaso promedio de bateo de .191 con un OPS de .647 entre 2022 y 2023, Grisham mostró breves destellos de potencial en 2024 (.786 OPS en junio y julio), pero nunca consiguió un tiempo de juego constante. Su renacimiento en 2025 se debe tanto a ajustes mecánicos como a un crecimiento psicológico.
“He estado en un buen momento mental, simplemente permaneciendo en el presente y continuando”, explicó Grisham a principios de primavera, según el New York Post. “Mi swing se sintió muy bien durante la primavera, pero (lo atribuiría) sobre todo al trabajo mental que he estado haciendo durante el último año”.
La realidad post-Soto

El paso de Juan Soto por los Mets fue electrizante pero fugaz. Tras ofrecer una media de .289 con 31 jonrones y un OPS de .953 en 2024, Soto se marchó a través de la agencia libre para firmar un contrato histórico con los Mets. En lugar de igualar la astronómica cifra, los Yankees distribuyeron los recursos entre varios jugadores de impacto, incluyendo el reenganche de Bellinger y la adquisición de Goldschmidt.
El inesperado ascenso de Grisham podría representar la razón principal por la que los Yankees no sintieron la ausencia de Soto esta temporada. Con una producción superior a la de Soto hasta abril -aunque en menos partidos-, Grisham ha cambiado la narrativa en torno a la pérdida de los Yankees en el intercambio tras la marcha de Soto a los Mets.
El camino por delante a rayas
Aunque es probable que Grisham no mantenga su actual ritmo de 1,030 OPS durante toda la temporada, las métricas subyacentes sugieren que su mejora es legítima y no ilusoria. Su mayor calidad de contacto, su enfoque disciplinado y su constante excelencia defensiva apuntan a un éxito sostenido y no a una racha temporal.
Los Yankees se enfrentan ahora al envidiable reto de distribuir el tiempo de juego entre demasiados bates productivos. Con el inminente regreso de Stanton y Domínguez presionando para conseguir oportunidades adicionales, Boone se enfrenta a decisiones difíciles pero bienvenidas.
Una realidad se ha vuelto inconfundible: Trent Grisham ha trascendido su condición de pieza secundaria en el acuerdo con Juan Soto para convertirse en un componente integral de una plantilla de los Yankees con aspiraciones de campeonato, y en uno de sus colaboradores más valiosos en los primeros compases de 2025.
¿Qué le parece? Deje su comentario a continuación.