La fecha límite de la MLB de 2023 resultó ser un momento tumultuoso para los Yankees de Nueva York. A medida que el reloj avanzaba, los aficionados contenían la respiración a la espera de posibles gangas que reforzaran las posibilidades del equipo de asegurarse un puesto en los playoffs. Sin embargo, cuando el polvo se asentó, los Yankees habían hecho dos operaciones notables que dejaron a muchos partidarios sintiéndose decepcionados: el lanzador Spencer Howard y el relevista Keynnan Middleton fueron tratados, mientras que la evidente necesidad del equipo de bateadores seguía sin resolverse. El General Manager Brian Cashman se enfrentó a un aluvión de preguntas y críticas durante la rueda de prensa posterior a la fecha límite de traspasos.
Los Yankees se desvían del plazo de negociación con Brian Cashman
Los Yankees, famosos por su ilustre historia y su incesante búsqueda de la gloria en los campeonatos, tenían grandes expectativas antes de la fecha límite. Los aficionados esperaban importantes refuerzos ofensivos para complementar su formidable lista de lanzadores. En su lugar, los Yankees parecieron redoblar sus esfuerzos adquiriendo lanzadores y descuidando la acuciante necesidad de bates más productivos.
En respuesta a la decepción percibida, Cashman subió al podio para dirigirse a los medios de comunicación y ofrecer una visión de la estrategia del equipo durante las negociaciones comerciales. Explicó que los Yankees entraron en la fecha límite como “compradores oportunistas y vendedores oportunistas”, lo que indica una voluntad de explorar ambas vías. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha límite, cambiaron a “compradores cautelosos”, ya que otros equipos no estaban dispuestos a alcanzar los precios que pedían por jugadores clave.
“Creo que tenemos talento. Tenemos la capacidad. Decirlo es una cosa, sé que verlo últimamente no ha sido nada cercano a lo que uno se sentiría cómodo”.
Brian Cashman
Cashman dejó claro que su prioridad era seguir siendo competitivos e intentar llegar a los playoffs, incluso si eso significaba quedarse con su plantilla actual. El equipo seguía a tiro de un puesto en los playoffs, a sólo 3 partidos y medio de la lucha, y Cashman expresó su confianza en su capacidad para dar la vuelta a la situación.
“Estamos aquí para ganar”, afirmó Cashman, mostrando un compromiso inquebrantable con el objetivo final del equipo. Destacó los inminentes regresos de Néstor Cortés Jr. y Jonathan Loaisiga, lo que reforzaría aún más su plantilla de lanzadores. Cashman reconoció que el equipo aún no había mostrado su mejor béisbol, pero se mostró optimista de que encontrarían su forma en los próximos dos meses.
“Nadie fue capaz de quitarnos nada que nos pareciera más valioso que la posición en la que nos encontramos en la clasificación, a tres partidos y medio de la permanencia y con la oportunidad de encontrar la manera de reunirnos y dar un golpe de efecto. Estoy seguro de que hay gente que dice que hay que derribarlo y venderlo, y otra gente que dice que hay que añadir algo grande. Para ser sincero, no había nada importante que añadir que fuera a resolver los problemas inmediatos que teníamos. “
En respuesta a las peticiones de algunos aficionados de “derribarlo y venderlo”, Cashman defendió la decisión del equipo de no llevar a cabo una gran venta. Aunque los Yankees contaban con varios jugadores de talento que podrían haber sido objetivos atractivos para los equipos de los playoffs, Cashman creía que retener esos activos e intentar llegar a los playoffs era el enfoque más prudente.
“En cuanto a la venta, hay muchos jugadores con talento que los equipos de playoffs querrían tener en sus manos. Pero en términos de intentar quitárnoslos, realmente no valía la pena. Prefería quedármelo y arriesgarme”. declaró Cashman.
Los detractores de la estrategia de los Yankees en el plazo de traspasos podrían argumentar que su indecisión a la hora de desprenderse de algunos activos en busca de jugadores ofensivos de impacto limitó su potencial para llegar a los playoffs. Sin embargo, Cashman y la oficina de los Yankees creían en el potencial de la plantilla actual para encontrar su ritmo y llegar a la postemporada.
Sólo el tiempo dirá si el cauto optimismo de los Yankees dará sus frutos. A medida que la temporada entra en su recta final, los aficionados estarán ansiosos por ver si el equipo puede estar a la altura de las circunstancias y demostrar a sus escépticos que están equivocados. Por el momento, los Yankees se mantienen firmes, seguros de que tienen lo que hace falta para competir con los mejores y aspirar a la gloria del campeonato.
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