Si te gusta el béisbol con una gran dosis de dramatismo e imprevisibilidad, la remontada del equipo Triple A de los Yankees, los RailRiders de Scranton/Wilkes-Barre, contra los Mets de Syracuse el miércoles fue un espectáculo que no querrás perderte. Conocidas localmente como las Subway Series, este enfrentamiento ofreció un espectáculo bastante salvaje.
Los RailRiders de los Yankees roban la victoria a Syracuse
Con una desventaja de 6-1 en la cuarta entrada, los RailRiders parecían abocados a una derrota rutinaria. Pero el béisbol es cualquier cosa menos predecible. La ofensiva se encendió con un rally de cinco carreras en la parte baja del cuarto, empatando el partido y preparando el escenario para más caos. El cuerpo de lanzadores, en particular Edgar Barclay y Cody Morris, tuvieron grandes dificultades, dejando claro que este día pertenecería a los bateadores.
A pesar de ir perdiendo 10-6 en la novena entrada, los RailRiders se negaron a darse la vuelta. Luis Torrens despertó la esperanza con un jonrón decisivo contra Joey Lucchesi, ex jugador de las grandes ligas. A continuación, Jeter Downs, que está realizando una sólida temporada con una media de 0,259 y un OPS de 0,869, conectó otro jonrón y redujo la diferencia a 10-8. El drama se intensificó cuando Greg Allen hizo un doblete, poniéndose en posición de anotar con dos outs. En la novena entrada, con los RailRiders al borde de la derrota, un error crítico de José Iglesias cambió la trayectoria del partido. Greg Allen se quedó en tercera base, a punto de quedar varado allí mientras se acercaba el último out. Iglesias, un veterano jugador de campo que da prioridad a la defensa, jugó mal una bola rasa rutinaria, lo que permitió a Allen marcar y mantener vivas las esperanzas de los RailRiders. Este inesperado error no sólo empató el partido, sino que también preparó el terreno para la hazaña de Caleb Durbin en el walk-off.
Entra Caleb Durbin, el versátil jugador interior/exterior que lo hace todo. Durbin logró su tercer jonrón del año, rematando su cuarto hit del partido. Esta explosión no sólo aseguró una victoria por 11-10, sino que también elevó su promedio de bateo por encima de .300 y su OPS a .870. Las proezas de Durbin aseguraron que sería tema de conversación junto a la estrella de los Yankees Gleyber Torres, que está teniendo una temporada titubeante.
La plantilla de lanzadores de los Yankees de las Grandes Ligas está en pleno apogeo, pero ¿se está desmoronando su granja?
Mientras la plantilla de lanzadores de los Yankees de Nueva York sigue brillando con un ERA líder en la liga, la situación en el sistema de granjas es cada vez más preocupante. Los aficionados han estado observando de cerca a prospectos como Clayton Beeter y Will Warren, esperando que proporcionen un valioso apoyo a medida que avance la temporada. Sin embargo, la evolución reciente no ha sido alentadora.
El mánager Aaron Boone anunció recientemente que Clayton Beeter ha sido incluido en la lista de lesionados por un problema en el hombro. Beeter había estado dominando en Triple A, pero este contratiempo ha frenado su impulso. El plazo para su regreso es incierto, lo que se suma a la creciente preocupación por los lanzamientos de los Yankees en la granja.
Del mismo modo, el rendimiento de Will Warren ha bajado drásticamente. Warren, que en su día fue un prometedor candidato a las Grandes Ligas, ha tenido grandes problemas en sus tres últimas salidas, en las que ha cedido 23 carreras en 14 entradas. Esto dista mucho de su buen comienzo de temporada, en el que sólo permitió 12 carreras en sus seis primeras salidas, en las que disputó 27 entradas y un tercio. Enfrentarse a la dura competencia de equipos como Syracuse, Rochester y Worcester podría explicar algunos de sus problemas, pero su rendimiento reciente sigue siendo preocupante. Con la lesión de Gerrit Cole durante los entrenamientos de primavera, Warren fue considerado un aspirante al puesto nº 5 de la rotación. Sin embargo, Luis Gil se aseguró el puesto, y con razón.
Los Yankees se encuentran ahora en una posición precaria, dependiendo en gran medida de la salud y el rendimiento de sus lanzadores de Grandes Ligas. Con Beeter lesionado y Warren titubeante, la presión recae sobre la plantilla actual para que se mantenga sana y eficaz, al menos hasta que vuelva Gerrit Cole. ¿Qué le parece? Deje su comentario a continuación.