El lanzador de los Yankees Luis Gil se encontró en una situación precaria durante la parte alta de la tercera entrada contra los Blue Jays el 7 de abril. Su lenguaje corporal delataba la presión mientras luchaba con su mando.
El impresionante jonrón de Giancarlo Stanton puede haber sido lo más destacado, pero Luis Gil tuvo una actuación encomiable en el montículo del lanzador de los Yankees. En su segundo partido tras su operación Tommy John de 2022, Gil limitó a los Blue Jays a dos carreras con sólo dos hits en 4 1/3 entradas. A pesar de tener que enfrentarse a las decisiones del juez de home Angel Hernández, Luis Gil mantuvo el control, ponchando a ocho bateadores con gran precisión.
Aaron Boone, entrenador de los Yankees, reconoció el valor de la experiencia del joven lanzador en ese partido contra los Blue Jays. Con Gerrit Cole fuera de juego, el desarrollo de Luis Gil es aún más crucial. Boone hizo hincapié en la importancia de que Gil agudizara su control y gestionara sus emociones cuando se enfrentara a problemas de mando.
Luis Gill no perdió la compostura pese al endiablado arbitraje
Luis Gil dio sendas bases por bolas a Bo Bichette y Alejandro Kirk con dos outs, cargando las bases y cediendo una carrera. Para agravar su frustración, el árbitro de home, Ángel Hernández, pareció no ver algunos de sus lanzamientos cercanos.
A pesar de la adversidad, Luis Gil demostró resiliencia, escapando de la entrada ponchando a Cavan Biggio con las bases llenas. Justo cuando salía del campo, Hernández le hizo señas para un control rutinario de sustancias pegajosas en territorio de falta. Aprovechando la oportunidad, el árbitro le dio un consejo a Luis Gil, recordándole que debía respetar el reloj de lanzamientos y mantener el contacto visual con los bateadores.
Al volver al banquillo, Luis Gil, visiblemente frustrado, fue recibido por el entrenador de los Yankees, Aaron Boone, que le dio el aliento que tanto necesitaba. Más tarde, reveló que alguien (presumiblemente un entrenador o compañero de equipo) también le proporcionó una orientación crucial, instándole a mantener la compostura, la concentración y una mentalidad agresiva cuando volviera al montículo.
Boone observó las dificultades de Luis Gil con la ubicación de los lanzamientos y el impacto de su frustración en su rendimiento. Animó al lanzador a concentrarse en ejecutar sus lanzamientos independientemente de factores externos, mantener la compostura y evitar reacciones emocionales ante decisiones que pudieran no ser de su agrado.
Un activo clave para los Yankees
Al volver al montículo en la cuarta entrada, impulsado por el grand slam de Stanton, Luis Gil demostró una notable resistencia al ponchar a los tres bateadores a los que se enfrentó. Boone alabó al lanzador por su capacidad para recuperarse después de una entrada difícil, recuperando el control y proporcionando al equipo un lanzamiento sólido hasta la quinta. Reiteró la importancia de mantener la compostura, especialmente ante la adversidad.
A pesar de recibir una carrera adicional en el quinto tras ser retirado, el rendimiento general de Luis Gil siguió siendo alentador. Igualó el récord de su carrera con ocho ponches, demostrando su capacidad para dominar a los bateadores. Además, el novato provocó unos impresionantes 12 fallos en 35 lanzamientos a lo largo del partido.
En lo que va de temporada, los rivales han tenido grandes dificultades contra Luis Gil, con un escaso promedio de bateo de 0,103 puntos. Su bola rápida alcanzó los 98,4 mph, lo que demuestra su potencia. El cambio, un lanzamiento que perfeccionó durante su recuperación de la cirugía Tommy John, mostró un movimiento excepcional, con un promedio de 90,3 mph con rupturas horizontales y verticales significativas. Este lanzamiento refinado añade otra arma a su arsenal, lo que le convierte en un lanzador más completo e impredecible.
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