La entrada de la estrella del béisbol Juan Soto en la agencia libre ha despertado un gran interés, y los informes indican que alrededor de una docena de equipos, incluidos los Mets, están explorando la posibilidad de ficharlo. Según Mike Puma, de The Post, casi una docena de equipos han mostrado interés por el jardinero y los Mets se encuentran entre los equipos que ya se han interesado por su entrada en la agencia libre tras la finalización de las Series Mundiales el miércoles.
La reciente derrota de los Yankees en el 5º partido de las Series Mundiales ante los Dodgers preparó el terreno para la posible marcha de Juan Soto, situándolo como uno de los activos más codiciados del mercado. El interés de los Mets por el bateador encaja con sus prioridades estratégicas, ya que pretenden reforzar su alineación y tienen el poder financiero para buscar una incorporación de tan alto perfil. A sus 26 años, la disponibilidad de Juan Soto representa una rara oportunidad para los equipos que buscan incorporar un talento de élite.
Cuando se le preguntó sobre un posible traspaso a los Mets tras el que podría ser su último partido con los Yankees, Juan Soto mantuvo sus opciones abiertas, diciendo que estaba dispuesto a considerar la oferta de cualquier equipo sin prejuicios.
“No sé qué equipos van a venir a por mí, pero definitivamente estaré abierto a éste y a todos los equipos”, dijo el OF dominicano. “No tengo ninguna puerta cerrada”.
Los Yankees tienen la opción de extender una oferta de cualificación a Juan Soto por valor de 21,05 millones de dólares para la próxima temporada. Si la rechaza y ficha por otro equipo, los Yankees recibirían una compensación en forma de elección del draft.
Aunque los Mets suelen evitar a los jugadores con ofertas eliminatorias debido a que se centran en reforzar su sistema de granjas, Juan Soto podría ser una excepción. Su sobresaliente temporada 2023, en la que registró una línea de .288/.419/.569 con 41 jonrones y 109 carreras impulsadas, lo convierte en un objetivo atractivo.
Las perspectivas financieras de los Mets han mejorado tras liberar aproximadamente 90 millones de dólares con el intercambio de jugadores como Max Scherzer, Justin Verlander y James McCann a mitad de contrato, lo que les da flexibilidad para perseguir a Soto.
Los expertos anticipan que Juan Soto podría conseguir un contrato récord si se tiene en cuenta el valor actual. Aunque el reciente acuerdo de Shohei Ohtani con los Dodgers por 12 años y 700 millones de dólares estableció un récord nominal, los pagos aplazados del acuerdo reducen su valor actual a 437,4 millones de dólares. Estas condiciones pueden permitir a los Dodgers competir agresivamente también por Soto.
Se avecina una batalla entre Yankees y Mets por Juan Soto
El final de la temporada de béisbol rara vez marca una verdadera pausa, y eso fue evidente cuando el último strikeout de Walker Buehler contra Alex Verdugo el miércoles por la noche puso fin a un capítulo y preparó el escenario para otro. Aunque el calendario marca noviembre, los entusiastas del béisbol saben que es el comienzo de lo que muchos llaman “Sotoviembre”.
La temporada regular mostró el dominio de los Mets sobre los Yankees en sus cuatro enfrentamientos, pero fueron los Yankees quienes llegaron más lejos, alcanzando sus primeras Series Mundiales desde 2014. Sin embargo, esas hazañas parecen ahora el preludio de la historia principal que está a punto de desarrollarse.
“Sotoviembre” señala la feroz guerra de ofertas que se espera que estalle, en la que participarán los Mets, los Yankees, los Dodgers, los Filis, posiblemente los Gigantes y otros pretendientes sorpresa, esos inesperados contendientes que Scott Boras, el agente de Soto, suele aprovechar para intensificar las negociaciones. Esta persecución redefinirá lo que significa realmente ir “a por todas”.
Con sólo 26 años, el rendimiento de Juan Soto en su año de contrato fue excepcional, lo que le posicionó como un objetivo principal con un importante potencial de futuro. A diferencia de Gerrit Cole, que exhibió el famoso equipo de la empresa Boras tras abandonar Houston en 2019, Juan Soto adoptó un enfoque más discreto tras la eliminación de los Yankees. En declaraciones a la prensa, señaló cuidadosamente que todos los equipos estaban en igualdad de condiciones, sin dar pistas sobre sus preferencias.
La postura reservada de Juan Soto contrasta fuertemente con la lealtad que mostraron en su día iconos como Joe DiMaggio. Pero con Boras como guía -un maestro en maximizar el valor del cliente, como se ha visto con estrellas como Pete Alonso-, las respuestas diplomáticas del bateador son una clara estrategia destinada a mantener a todos los equipos en la carrera y a aumentar las apuestas en lo que promete ser una temporada baja sin precedentes.
La persecución de Juan Soto ha desencadenado oficialmente una guerra de ofertas sin precedentes, atrayendo la atención de toda la liga. Sin embargo, la batalla más intrigante podría desarrollarse entre los históricos rivales del béisbol neoyorquino, preparando el escenario para un momento que podría definir una época.
Ya en la saga de la agencia libre de Aaron Judge, el propietario de los Mets, Steve Cohen, optó por un enfoque comedido, permitiendo que la decisión se estrechara entre los Yankees y los Gigantes. Esta vez, la gente de dentro predice que Cohen cambiará de rumbo y probablemente planteará su oferta inicial como un reto formidable para que los Yankees la igualen.
Este cambio se alinea con la agresiva estrategia de inversión de Cohen desde que se hizo cargo de los Mets, marcada por contratos de alto riesgo como los otorgados a los veteranos Max Scherzer y Justin Verlander y el sustancial acuerdo de 10 años y 341 millones de dólares con Francisco Lindor, que ahora se considera una victoria estratégica a medida que se acerca a su punto medio. Cohen llegó a aventurar una oferta de 12 años y 315 millones de dólares por Carlos Correa, antes de que los problemas médicos detuvieran el acuerdo.
Conseguir a Juan Soto representa la mayor oportunidad de Cohen para ejercer su poder financiero con un efecto transformador. Comparándolo con Bobby Axelrod -un personaje supuestamente inspirado por Cohen-, esta persecución subraya la idea de utilizar una riqueza excepcional para hacer declaraciones indelebles.
Esta oportunidad se ajusta a los escenarios de alto riesgo y alta recompensa por los que Cohen es conocido, haciéndose eco de otro magnate de ficción, Gordon Gekko, que describió la riqueza en términos que superan lo ordinario. En la economía actual del béisbol, esas cifras deben multiplicarse muchas veces sólo para hacer la oferta inicial.
A medida que convergen el poder financiero, la ambición y el futuro de dos franquicias, el inminente sorteo de Soto puede convertirse en el enfrentamiento más importante de la historia del béisbol neoyorquino.
Los Yankees están dispuestos a aprovechar sus cuantiosos recursos financieros en la próxima batalla por Juan Soto. Aunque puede que su poder adquisitivo no rivalice con los profundos bolsillos de Steve Cohen, poseen suficiente capital para seguir siendo competitivos en el nivel superior del panorama financiero del béisbol. La histórica marca y el legado de los Yankees podrían desempeñar un papel fundamental en las reñidas negociaciones, incluso con la conocida postura del agente Scott Boras en contra de los descuentos por la ciudad natal.
Esta guerra de ofertas es poco habitual en la larga historia de la rivalidad beisbolística de Nueva York. Antes de la puja del año pasado por Yoshinobu Yamamoto, la competencia directa entre los Yankees y los Mets por agentes libres destacados era casi inexistente. El ejemplo más notable se produjo en 1980 con Dave Winfield. Por aquel entonces, con un nuevo propietario, los Mets mostraron un gran interés, pero su posición se vio debilitada por estar a años de la competición. A principios de este año, una brecha similar en la competitividad parecía evidente el 3 de junio, pero los últimos acontecimientos han igualado el terreno de juego.
Históricamente, los Yankees han tenido a menudo ventaja en la competición cara a cara con los Mets. Esta tendencia se remonta a 1976, cuando se introdujo por primera vez la agencia libre. Mientras que George Steinbrenner adoptó plenamente el nuevo sistema, la familia Whitney, propietaria de los Mets en aquel momento, adoptó un enfoque conservador a pesar de su considerable riqueza. Esta diferencia de estrategia tuvo repercusiones duraderas: mientras los Yankees volvían a destacar, los Mets sufrieron la pérdida de su lanzador estrella, Tom Seaver, quien, en un giro del destino, se unió más tarde al equipo de retransmisiones de los Yankees.
A medida que se desarrolla la puja por Juan Soto, estos ecos históricos recuerdan a ambas franquicias lo mucho que está en juego cuando se compite por los talentos más codiciados del béisbol.
Los Yankees han demostrado durante mucho tiempo su habilidad para adquirir antiguas estrellas de los Mets, tejiendo un patrón que se ha visto con jugadores como David Cone, Darryl Strawberry y Dwight Gooden, todos los cuales se pusieron las rayas tras su paso por los Mets. La saga de Alex Rodríguez en 2000 ejemplifica esta dinámica. A pesar del deseo bien documentado de A-Rod de jugar para los Mets, el equipo nunca le hizo una oferta, por lo que acabó uniéndose a los Yankees en 2004, donde llegó a batear 351 jonrones, superando con creces la marca de 252 de la franquicia de los Mets, ostentada por Strawberry.
Incluso cuando los Mets se aseguraban talentos de primer nivel, la sombra de los Yankees a menudo persistía. Esto fue evidente cuando los Mets ficharon a Carlos Beltrán, considerado uno de sus mejores jugadores de posición. El momento quedó algo ensombrecido cuando Scott Boras reveló los esfuerzos de última hora para implicar a los Yankees en esas negociaciones.
Hasta el año pasado, los Mets no consiguieron una victoria significativa en esta rivalidad, contratando a Carlos Mendoza del cuerpo técnico de los Yankees. Sin embargo, lo que está en juego con Juan Soto es mucho más importante. Los Yankees tienen varios elementos a su favor: una rica tradición, un historial de victorias en estos enfrentamientos y un estadio que se ajusta al perfil de bateo de Juan Soto. Estos factores les sitúan como favoritos en la persecución apodada “Sotoviembre”.
Sin embargo, el poder financiero de los Mets bajo la dirección de Steve Cohen añade una nueva capa de intriga. Los recursos de Cohen podrían alterar la dinámica tradicional, ofreciendo a los Mets la oportunidad de romper las tendencias históricas y desafiar el dominio habitual de los Yankees en el mercado del béisbol de Nueva York. El uso de una inversión estratégica y sustancial puede inclinar la balanza de una forma sin precedentes en esta carrera de altos vuelos.
Juan Soto se encamina hacia un acuerdo récord
Las proyecciones del sector indican que el posible contrato de Juan Soto podría alcanzar o incluso superar los 700 millones de dólares, sobre todo sin los amplios pagos diferidos del acuerdo de Shohei Ohtani con los Dodgers. El interés aumentó inmediatamente después de la derrota de los Yankees en las Series Mundiales, con ocho equipos que manifestaron su interés en un plazo de dos horas, que se amplió a once a la mañana siguiente. Aunque las discusiones formales sobre el contrato siguen estando fuera de los límites en este momento, la marca de 700 millones de dólares ha surgido como una expectativa de referencia.
El paso de Juan Soto por los Yankees se ha considerado mutuamente gratificante, ya que el equipo aprecia tanto su rendimiento en el campo como su comportamiento. Sin embargo, las fuentes sugieren que cualquier acuerdo a largo plazo dependerá principalmente del valor del contrato y de las aspiraciones del equipo a ganar el campeonato. Un acuerdo de este tipo podría abarcar de 13 a 14 años, y este último podría suponer el primer salario anual no diferido de 50 millones de dólares del béisbol.
Históricamente, los Yankees han actuado con cautela con los acuerdos que baten récords, como se vio en sus negociaciones con Aaron Judge, en las que optaron por igualar la oferta de 360 millones de dólares de los Gigantes, en lugar de superarla, tras un considerable debate interno. Esto ha creado algunas dudas entre el bando de Soto sobre si los Yankees están preparados para ofrecer un contrato rompedor a una estrella no criada en casa.
A pesar de ello, los Yankees no consideran el salario anual de 40 millones de dólares de Judge como un techo, sino que se centran en mantener su poderoso orden de bateo derecho-izquierdo. Los informadores señalan que Judge prioriza el éxito del equipo a conservar su título de Yankee mejor pagado. Mientras tanto, Juan Soto se ha integrado bien en el entorno del equipo, a pesar de su postura comedida sobre posibles futuros equipos.
La competencia por Juan Soto es feroz. Los Mets, respaldados por la influencia financiera de Steve Cohen, y los Dodgers, impulsados por los ingresos generados por el fichaje de Ohtani, se consideran las principales amenazas en la guerra de ofertas. Ambos equipos disponen de los recursos necesarios para hacer una oferta sustancial por Soto, aunque los Yankees mantengan su posición de líderes en ingresos de la liga.
El interés por Juan Soto se está extendiendo más allá de los pesos pesados tradicionales, y es probable que los Gigantes, los Blue Jays y los Medias Rojas entren en liza, junto con sorprendentes contendientes de mercados más pequeños. Algunos equipos se están centrando en ofrecer a Soto la oportunidad de ser su estrella de marquesina, en contraste con los equipos de Nueva York y Los Ángeles, donde iconos establecidos como Aaron Judge y Shohei Ohtani acaparan la atención. Sin embargo, las fuentes dicen que este enfoque tiene poco peso en el proceso de toma de decisiones de Juan Soto.
Los equipos de Nueva York podrían beneficiarse de las ventajas de la proximidad, que al parecer preocupan a los Dodgers, pero los patrones históricos demuestran que las elecciones de Juan Soto van más allá de las preferencias geográficas. Fuentes internas informan de que se había avanzado mucho en un posible acuerdo con San Diego en 2023 antes de que la enfermedad y el fallecimiento del propietario Peter Seidler detuvieran las conversaciones.
Aunque los detalles del acuerdo propuesto por los Padres siguen sin revelarse, fuentes cercanas a Juan Soto indican que su considerable valor actúa ahora como punto de referencia informal. Tras una temporada sobresaliente con los Yankees, en la que Soto bateó 41 jonrones y registró un OPS de .989, se sugiere que cualquier oferta por debajo de esa marca anterior podría ser recibida con desinterés.
Un compañero de equipo insinuó que Juan Soto tiene un poder de negociación incomparable. El reto de eclipsar el contrato récord de 700 millones de dólares de Ohtani -con un valor actual de 437,4 millones de dólares tras los aplazamientos- parece factible, en gran parte debido a la edad de Juan Soto. Con 26 años recién cumplidos, este factor de juventud es fundamental para evaluar su potencial de mercado y la duración de cualquier nuevo contrato.
Después de que los Dodgers consiguieran el título de las Series Mundiales, Juan Soto adoptó un tono neutral al hablar de su futuro, subrayando que todos los equipos interesados serían evaluados por igual en las próximas negociaciones. Subrayó que su decisión dependería de las oportunidades que se le presentaran y del compromiso que cada organización mostrara para adquirirle.
Aunque Juan Soto se abstuvo de expresar una preferencia rotunda por los Yankees, los conocedores señalan que tuvo una experiencia en gran medida favorable en Nueva York. Sus allegados describen su actitud positiva y su actitud prudente, y citan su aprecio por el ambiente del equipo y su gran compenetración con el líder Aaron Judge.
Al reflexionar sobre su tiempo con los Yankees, Juan Soto habló muy bien de la ciudad y de la franquicia, al tiempo que afirmaba firmemente que mantendría abiertas sus opciones. Dejó claro que evaluaría meticulosamente cualquier posible contrato antes de tomar una decisión.
Aunque en el pasado la agencia libre ha dado giros sorprendentes, como el inesperado fichaje de Alex Rodríguez por Texas, un socio familiarizado con las ideas de Juan Soto señala a los Yankees, los Mets y los Dodgers como los principales candidatos. Esto concuerda con la combinación de potencial competitivo e influencia financiera de estos equipos.
La opinión de los expertos destaca la perspectiva práctica de que estas tres franquicias tienen tanto los recursos como la estabilidad necesarios para conseguir una estrella del calibre de Juan Soto, aunque la decisión final sigue estando en el aire.
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