La racha de lesiones en 2023 es la única razón por la que tanto los directivos de los Yankees como los aficionados coinciden unánimemente en culpar de la debacle del equipo. Sin embargo, eso no es suficiente para que los Bombers traigan un nuevo equipo capaz de mantener a los jugadores sin lesiones.
La temporada de los Yankees se enfrentó a lesiones desde los propios entrenamientos de primavera que mermaron tanto el ataque como el lanzamiento de jugadores vitales. La lesión de Aaron Judge sacudió al equipo y su temporada cayó en picado. El retraso en el diagnóstico del síndrome post-conmoción cerebral de Anthony Rizzo levantó ampollas. El novato sensación Jasson Domínguez jugó lesionado y al final tuvo que ser operado.
Sin embargo, no se prevén cambios en el personal de entrenamiento del equipo, incluso después de que el bicho de las lesiones haya mordido con fuerza a los Yankees.
Cashman y Steinbrenner defienden al personal de entrenamiento de los Yankees
El martes, Brian Cashman apuntó inmediatamente a las lesiones como excusa. Si bien dos grandes contratiempos durante la temporada anterior fueron inusuales -el choque de Aaron Judge contra el muro del Dodger Stadium y la colisión de Anthony Rizzo en primera base-, el equipo también experimentó un número significativo de lesiones más comunes, siguiendo un patrón tristemente familiar.
Pero tanto Cashman como Hal Steinbrenner respaldaron el entrenamiento de los Yankees, así como al personal de fuerza y acondicionamiento, bajo la supervisión de Eric Cressey, director de salud y rendimiento de jugadores del equipo. Dejaron claro que no habría cambios de personal.
En una declaración reciente, Steinbrenner mencionó que han examinado a fondo la situación. A pesar de sus esfuerzos, no se ha identificado ninguna prueba clara de un problema significativo. Expresó su confianza en el personal de entrenamiento y de fuerza/acondicionamiento, destacando la comodidad de los Yankees con su trabajo.
Cashman explicó que las lesiones son una parte inherente del deporte, atribuyendo algunas de ellas a la naturaleza impredecible de la competición. Destacó casos como el espíritu competitivo de Judge, que le lleva a darlo todo para salvar un partido. En cuanto a la contratación de Eric Cressey, rechazó la idea de que fuera una dejación de funciones. No obstante, reconoció el esfuerzo continuo por mejorar y reducir las lesiones.
Los Yankees se hicieron con los servicios de Cressey en enero de 2020, tras la temporada 2019, en la que establecieron un récord en las entonces Grandes Ligas de Béisbol con 30 jugadores (contabilizando 39 periodos) colocados en la lista de lesionados. Cashman había sugerido anteriormente que la influencia de Cressey podría requerir algunos años para ser plenamente evidente, pero los Yankees se encontraron lidiando con las lesiones una vez más en la temporada actual.
El martes, Cashman subrayó que Cressey “supervisa una operación excelente” y ha llevado a los Yankees a considerar ajustes en ciertos programas. Steinbrenner intervino, destacando el respeto que Judge y otros jugadores tienen por el personal de fuerza y acondicionamiento.
Pero la verdad escuece a los yanquis
En 2023, los Yankees se enfrentaron a un reto considerable con 28 jugadores que acumularon un total de 38 periodos en la lista de lesionados, lo que supuso la pérdida de 1.882 partidos. Comparativamente, el año anterior 28 jugadores soportaron colectivamente 33 IL, con una pérdida de partidos de 1.385 (incluidos 18 de la IL COVID).
Los datos de Spotrac revelan que los Yankees ocuparon el tercer puesto de la liga en cuanto al mayor número de días pasados en la IL durante la temporada, sólo por detrás de los Dodgers y los Angels. Sorprendentemente, su gasto de 82 millones de dólares en jugadores de la IL superó al de todos los demás equipos, convirtiéndose en el total más alto de la liga.
Cashman sí reconoció la limitación a la que se enfrentan los Yankees a la hora de controlar cómo entrenan los jugadores durante la temporada. Hizo hincapié en el reconocimiento de que, especialmente en el panorama actual de la temporada baja en virtud del último Acuerdo Básico, el equipo no puede obligar a los jugadores a seguir los protocolos de entrenamiento de invierno del equipo. Citó el ejemplo de Néstor Cortés, que se entrenó en Miami la temporada baja anterior, aclarando que no se trata de una acusación de maldad y reconociendo que las lesiones pueden producirse independientemente del lugar de entrenamiento.
El GM de los Yankees habló sobre la situación de Néstor Cortés, destacando que el lanzador sufrió una lesión mientras se preparaba para el Clásico Mundial de Béisbol (CMB) el año anterior, lo que le hizo perderse el inicio de la temporada. Hizo hincapié en que el equipo no estaba supervisando Cortés durante este tiempo y señaló el momento del anuncio de la lesión, hecha cuando los periodistas llegaron a Tampa para el entrenamiento de primavera.
Los Yankees sufrieron varias lesiones de tejidos blandos, que afectaron notablemente a jugadores con amplios historiales de lesiones como Giancarlo Stanton, Josh Donaldson, Carlos Rodon y Luis Severino. Stanton, en particular, tuvo que hacer frente a problemas de movilidad para evitar nuevas lesiones en las piernas cuando regresó de la lista de lesionados.
Cashman expresó la necesidad de superar la narrativa actual creando una nueva. Subrayó la importancia de lograr una mejora significativa de la situación, tanto en términos de salud como de calidad de las rosas, para alterar la narrativa existente, que consideró inadecuada.
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