NUEVA YORK (AP) – Una tarjeta de béisbol de Mickey Mantle en condiciones impecables alcanzó recientemente un notable precio de venta de 12,6 millones de dólares un domingo, haciendo historia al convertirse en la suma más alta jamás registrada pagada por recuerdos deportivos. Esta venta subraya el importante crecimiento y la creciente rentabilidad del mercado de objetos de recuerdo deportivos en los últimos años.
La tarjeta rara de Mickey Mantle recientemente vendida ha superado el récord establecido hace sólo unos meses, que ascendía a 9,3 millones de dólares por la camiseta que Diego Maradona llevaba cuando marcó el polémico gol de la “Mano de Dios” durante el Mundial de fútbol de 1986.
Esta notable venta también superó los 7,25 millones de dólares logrados por una tarjeta de béisbol centenaria de Honus Wagner en una reciente transacción privada. Además, justo el mes pasado, el cinturón de boxeo de los pesos pesados que Muhammad Ali reclamó durante el “Rumble in the Jungle” de 1974 alcanzó un precio de casi 6,2 millones de dólares.
La icónica tarjeta de Mickey Mantle
La tarjeta de béisbol de Mickey Mantle, que data de 1952, es reconocida como una de las pocas en condiciones casi perfectas en las que aparece la leyenda del béisbol. La subasta supuso un importante beneficio económico para Anthony Giordano, un empresario del sector de la gestión de residuos de Nueva Jersey. Inicialmente había adquirido la tarjeta por 50.000 dólares en un evento celebrado en Nueva York en 1991.
Giordano, de 75 años, mencionó que cuando la puja alcanzó los 10 millones de dólares, decidió retirarse por la noche porque ya no podía mantenerse despierto. Confiaba en sus hijos para supervisar los procedimientos de la subasta y recibir información actualizada. Según él, se pusieron en contacto con él a primera hora de la mañana siguiente para comunicarle el resultado final.
Entre las ofertas de la subasta figuraban numerosos objetos de colección deportivos. En total, estos artículos recaudaron unos 28 millones de dólares, según informó Derek Grady, vicepresidente ejecutivo de subastas deportivas de Heritage Auctions.
Grady señaló que los coleccionables deportivos son cada vez más reconocidos como una inversión prometedora. Según él, los artículos deportivos de mayor calidad empiezan a competir favorablemente con las obras de arte, las monedas raras y los artefactos excepcionales como valiosa opción de inversión.
En agosto de este año, una camiseta de Mickey Mantle que vistió durante un partido de 1958 batió recientemente un nuevo récord en subasta al alcanzar los 4,68 millones de dólares. Formaba parte de la venta total de artículos relacionados con Mantle, que se vendió por casi 10 millones de dólares. Durante la subasta también se vendió una tarjeta Topps Mickey Mantle de 1952 en un estado casi perfecto, que alcanzó los 4,5 millones de dólares. Esta venta marcó el precio más alto pagado por una carta deportiva este año y el cuarto precio más alto jamás registrado por una carta. En total, las ventas combinadas del maillot y la tarjeta alcanzaron los 9,2 millones de dólares.
Mickey Mantle, conocido por sus proezas como bateador de cambio, logró la Triple Corona en 1956, ostentó el título de MVP de la Liga Americana en tres ocasiones y consiguió siete campeonatos de las Series Mundiales durante su ilustre carrera. Este miembro del Salón de la Fama falleció en 1995.
El mercado de recuerdos deportivos, en alza
Chris Ivy, director de subastas deportivas de Heritage Auctions, la plataforma encargada de llevar a cabo la subasta, señaló que el excepcional estado de conservación de la carta de Mickey Mantle y su temática icónica la convertían en una candidata obvia para lograr una venta de primer nivel.
Ivy explicó además que, en los últimos años, algunos particulares han considerado los objetos de colección como un medio de salvaguardar sus inversiones contra la inflación, mientras que otros han reavivado sus intereses y pasiones de la infancia en el mundo de los objetos de colección.
Ivy observó que los inversores astutos anticiparon la llegada de la inflación, y su previsión se ha visto confirmada por las tendencias económicas actuales. En consecuencia, los recuerdos deportivos surgieron como una alternativa viable a las inversiones convencionales en bolsa o bienes inmuebles, especialmente para las personas pertenecientes a la Generación X y los millennials de más edad.
Además, el atractivo de los coleccionables deportivos se vio incrementado por el interés añadido de los coleccionistas extranjeros acaudalados, lo que creó una combinación de elementos que hizo que este nicho resultara especialmente atractivo, como señaló Ivy.
Antes de la pandemia, el mercado de recuerdos deportivos se había valorado en más de 5.400 millones de dólares, según una entrevista de 2018 en Forbes a David Yoken, fundador de Collectable.com.
En 2021, este mercado se había expandido hasta los 26.000 millones de dólares, según la empresa de investigación Market Decipher, que prevé una notable proyección de crecimiento, estimando que el mercado se disparará hasta los 227.000 millones de dólares en los próximos diez años. Se espera que este crecimiento sustancial se vea impulsado en parte por la aparición de las NFT, o fichas no fungibles, que representan objetos de colección digitales caracterizados por identificadores únicos de datos cifrados.
John Holden, profesor especializado en derecho de la gestión deportiva en Oklahoma State y coleccionista aficionado de tarjetas deportivas, mencionó que, si bien algunas personas podrían descartarlas como simples tarjetas de béisbol, para otras tienen la misma importancia que un Picasso o un Rembrandt.
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