Durante sus dificultades en los meses de julio y agosto, los Yankees insistieron constantemente en que tenían potencial para una carrera exitosa. El mánager Aaron Boone defendió infaliblemente al equipo, Cashman defendió a Boone y Hal Steinbrenner reprendió a los aficionados por exigir cambios. Sin embargo, los Yankees no aceptaron la realidad hasta que estuvieron cerca de la perdición en la temporada 2023.
Hace aproximadamente cuatro semanas, los Yankees cambiaron su enfoque de la persecución de los playoffs a un movimiento juvenil, aceptando la realidad de su situación. Desde el 28 de agosto, han registrado el mejor récord del béisbol con 14-6. Sin embargo, su resurgimiento llegó demasiado tarde para tener un significado significativo, a menos que se produjera un milagro. Esto ha llevado a muchos a cuestionar el momento elegido por los Yankees para centrarse en un enfoque juvenil.
La remontada de los Yankees suscita dudas
Los Yankees dieron por concluida su temporada el 22 de agosto cuando ascendieron a Everson Pereira y Oswald Peraza desde Triple-A, desviando su atención de la carrera por los playoffs de la que se habían quedado fuera. Esa misma noche, sufrieron su novena derrota consecutiva, lo que les sitúa a 10 partidos y medio de la lucha por el último puesto de comodín de la Liga Americana.
Al día siguiente, el Director General Brian Cashman describió la temporada como un “desastre”, y el 27 de agosto se encontraban en su peor momento de la temporada, con seis partidos por debajo de .500 y 11 partidos por detrás del último puesto de playoff.
Sin embargo, en los siguientes 20 partidos, los Yankees experimentaron un resurgimiento, consiguiendo su mayor número de victorias en un tramo de 20 partidos desde que lograron 15-5 del 2 al 23 de mayo.
Aunque su racha de 14-6 incluyó una barrida de los Astros, los Yankees también aprovecharon 10 partidos contra equipos en apuros como los Tigers y los Pirates, junto con otros cuatro partidos contra los Red Sox, a los que ayudaron a situarse por debajo de .500.
Muchos sostienen que los Yankees habrían tenido más posibilidades de llegar a los playoffs si hubieran inyectado sangre joven en agosto o incluso antes. Su argumento parece válido, ya que el equipo recuperó su impulso en septiembre tras la inyección de jóvenes talentos. Los Yankees se han beneficiado de un tramo favorable en su calendario, infundido con entusiasmo juvenil y manteniendo una sólida prevención de carreras a pesar de una plantilla de lanzadores plagada de lesiones.
Durante este periodo, jugaron sin la presión habitual asociada a un septiembre en el Bronx.
Pero el manager Boone citó la imprevisibilidad del béisbol para justificar el momento de la decisión el domingo. Hizo hincapié en la importancia de jugar bien y ocuparse de sus asuntos. Boone expresó el deseo de seguir jugando un béisbol fuerte y ver dónde están al final de la temporada.
“Nunca se sabe”, dijo Boone. “Pasan cosas raras, ¿no? Sólo queremos jugar bien. Nos ocuparemos de lo nuestro. Si lo extraño está en las cartas, entonces genial. Pero lo más importante que queremos hacer es controlarnos y, con suerte, seguir jugando muy, muy bien al béisbol en la recta final. Miraremos hacia arriba y veremos dónde estamos al final”.
Los Yankees y las esperanzas de playoffs
Al comenzar el martes su última temporada en casa, los Rangers siguen matemáticamente en la lucha por un puesto en la postemporada, con una desventaja de 6 partidos y medio a falta de 12 partidos. Los Rangers recibieron a los Red Sox el lunes por la noche.
La próxima serie de tres partidos contra los Blue Jays, que estaban ligeramente por delante de los Rangers en la clasificación de comodines, podría haber sido un enfrentamiento crítico con implicaciones en los playoffs. Técnicamente, todavía tiene ese potencial: una barrida de los Blue Jays mantendría temporalmente vivas las escasas esperanzas de playoffs, aunque los Yankees todavía necesitarían una ayuda considerable de otros equipos para que eso ocurriera.
Sin embargo, la serie también podría servir como otro revés para las aspiraciones de postemporada de los Yankees. Lo más probable es que los Yankees observen un escenario en el que los dos últimos puestos de comodín sean reclamados por una combinación de Blue Jays, Rangers y Mariners.
A los Yankees les quedan seis partidos contra los Blue Jays, que a su vez tienen otros seis programados contra los Rays. Sin embargo, los Rangers y los Mariners se enfrentarán entre sí en siete ocasiones, creando una situación en la que uno de esos equipos está preparado para mantener una racha de victorias. Es probable que este acontecimiento complique aún más las ya mínimas posibilidades de los Yankees de alcanzar los playoffs.
Aaron Judge expresó que el equipo no está fuera de la carrera y que seguirán luchando. Mencionó la resistencia del grupo durante el viaje, destacando que creían que tenían posibilidades incluso cuando se enfrentaban a situaciones difíciles, como quedarse con el último out.
Clarke Schmidt mencionó que la mentalidad reciente del equipo ha sido positiva. Hizo hincapié en la importancia de divertirse, salir a competir y no centrarse cada día en la clasificación. Este planteamiento les ha permitido concentrarse en su rendimiento y competir sin preocuparse demasiado por la clasificación.
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