En la octava entrada, Aaron Judge mostró un atisbo de mejora con un enfoque más disciplinado en el plato. Frente a Ryan Brasier, falló inicialmente dos lanzamientos cerca de la zona, lo que provocó murmullos de ansiedad entre el público. Sin embargo, se contuvo ante tres lanzamientos deslizantes consecutivos fuera de la zona de strike, lo que le valió un paseo e insinuó un posible ajuste en su enfoque.
Sin embargo, octubre no es el momento de dar señales sutiles: se trata de ofrecer resultados, y los números de Judge se están quedando muy cortos. A pesar de la prometedora paciencia mostrada, sólo llegó a la base una vez en cuatro intentos ese lunes. En 13 apariciones en el plato en las Series Mundiales, Judge ha tenido problemas, con 11 bateos que han terminado de forma improductiva, incluidos siete ponches, lo que ha llevado su promedio de bateo a un preocupante 0,083.
Conocido como uno de los mejores bateadores de la liga, Judge se ha enfrentado a una mala racha poco habitual cuando su equipo más lo necesita, logrando sólo un hit en tres decepcionantes partidos para los Yankees. En la derrota del lunes por 4-2 ante los Dodgers en el Bronx, su discreta noche contribuyó a una desalentadora desventaja de 3-0 en la serie, llevando a los Yankees al borde de la eliminación.
El juez decepcionó a la nación de los Yankees
El ataque de los Yankees ha sufrido mucho, anotando sólo siete carreras en tres partidos, y el bajón de Judge ha sido un factor crítico. Si no recupera la forma, esta temporada podría verse empañada por profundos bajones en ambos extremos de un año ofensivo por lo demás estelar.
En el tercer partido, Judge jugó cuatro veces al plato, pero no aprovechó tres de ellas. Su primera oportunidad llegó en la primera entrada, con Gleyber Torres en primera, pero no pudo hacer avanzar al corredor, lo que subraya la necesidad de que salga de sus problemas de postemporada.
El abarrotado Yankee Stadium rugió de apoyo, con los aficionados en pie coreando “MVP” para el capitán del equipo Aaron Judge, aunque su reciente impaciencia en el plato contaba una historia diferente. Pasó apuros contra el arte de Walker Buehler, primero ponchando a un cortador que se salió de la zona, y luego levantando una bola volante de un nudillo-curva del medio de la zona en la cuarta entrada.
Hubo otra oportunidad en la sexta, con Giancarlo Stanton en primera, pero Brusdar Graterol indujo a Judge a hacer un débil grounder hacia el montículo. Graterol desvió la pelota, permitiendo a Tommy Edman hacer una jugada limpia en segunda. En su último bateo, Judge se embasó, pero Stanton y Jazz Chisholm Jr. se poncharon, dejándole tirado.
Los problemas de Judge ya no son incidentes aislados, sino patrones preocupantes en situaciones de alto riesgo. Sus estadísticas de postemporada muestran una media de 0,136 (3 de 22) con corredores en base y un récord de 0 de 10 con seis ponches en posiciones anotadoras. En 12 partidos de playoffs, el posible MVP de la AL sólo ha bateado 6 veces en 43 turnos, con una media de bateo de 0,140.
Esta sequía de octubre contrasta fuer temente con la potente temporada regular de Judge, en la que lideró la liga en OPS (1,159), bateó 58 jonrones e impulsó 144 carreras. A pesar de un comienzo de temporada lento -jugó .207 con un OPS de .754 hasta abril-, se recuperó con cinco meses dominantes. Sin embargo, la presión de octubre parece haberle agotado.
El entrenador Aaron Boone sigue apoyando a Judge en el tercer puesto de bateo, a pesar de su bajo rendimiento. Sin embargo, la fe de Boone puede durar sólo un partido más si los Yankees no son capaces de cambiar el impulso y prolongar la serie.
La ausencia de Judge en la postemporada amenaza su legado
Cuando Aaron Judge entró en la caja de bateo en la primera entrada, el Yankee Stadium estalló, mientras 49.368 aficionados coreaban “MVP” al unísono, esperando que su bateador estrella recuperara su forma de la temporada regular. La histórica noche marcó el primer partido de las Series Mundiales en el Bronx en más de 15 años, pero la emoción se desvaneció rápidamente cuando los Dodgers tomaron una temprana ventaja de dos carreras. El público contuvo la respiración, esperando un momento característico de Judge que encendiera al equipo y cambiara la energía del partido.
Pero los problemas de Judge continuaron, ensombreciendo las posibilidades del equipo. El principal bateador de la Liga Americana, con una media en la postemporada ligeramente inferior a .200, se había mostrado inusualmente apagado este mes de octubre. Muchos esperaban que la energía del Bronx, con su decoración festiva y el muro corto del jardín derecho, pudiera reavivar su bate.
Sin embargo, esas esperanzas no se cumplieron. El capitán de los Yankees se ponchó con un lanzamiento exterior en su primer bateo, marcando la pauta de una noche frustrante en la que se quedó sin batear en cuatro intentos. La derrota por 4-2 de los Yankees los dejó al borde de la barrida, y la continua mala racha de Judge fue un factor crucial en su déficit.
Cuando se le preguntó por las posibilidades de que Judge saliera de su mala racha, el entrenador Aaron Boone se apoyó en la reputación de su estrella, afirmando que el bateador de los Yankees “seguía siendo el jugador que conocemos”. Sin embargo, los números mostraban una dura realidad: en 12 partidos de postemporada, Judge había registrado una media de 0,140, con sólo seis bateos en 44 oportunidades. Aunque contribuyó con dos jonrones, un doble y seis carreras impulsadas, también se ponchó 20 veces y no bateó en sus 10 intentos con corredores en posición de anotar.
La diferencia entre el dominio de Aaron Judge en la temporada regular y sus problemas en la postemporada es cada vez más difícil de conciliar. Durante la temporada, lideró la Liga Americana en numerosas categorías, como 58 jonrones, 144 carreras impulsadas, 133 paseos, un porcentaje de bases de .458 y un porcentaje de bateo de .701, estadísticas que casi le aseguran su segundo título de MVP. Sin embargo, su mala racha de octubre podría eclipsar esos logros si no se recupera en estos últimos partidos.
En la tranquilidad del clubhouse tras el partido, pasada ya la medianoche, Judge respondió a las preguntas de los periodistas sobre si sentía que había defraudado a su equipo. Tras una pausa reflexiva, reconoció su decepción, admitiendo que no había cumplido con sus responsabilidades y subrayando su determinación de mejorar.
Aun así, los problemas de los Yankeesno se deben únicamente a Judge. El lanzador inicial Clarke Schmidt agravó los males del equipo con un costoso lanzamiento al poderoso Freddie Freeman, que conectó un jonrón de dos carreras que dio a los Dodgers una ventaja inicial. Incluso Giancarlo Stanton, uno de los bateadores más consistentes de los Yankees esta postemporada, mostró signos de fatiga cuando fue expulsado al intentar anotar desde la segunda posición en la cuarta entrada.
El rendimiento de Aaron Judge en octubre tiene un peso único, ya que da forma a su legado como jugador estrella de los Yankees, sobre todo teniendo en cuenta su contrato récord:un acuerdo de nueve años y 360 millones de dólares que firmó en 2022. La decisión de Judge de permanecer en Nueva York se debe en parte a su deseo de llevar a la franquicia a su 28º campeonato, un hito que ha eludido al equipo desde 2009. Sin embargo, sus resultados en la postemporada podrían convertirse en la marca definitoria de su carrera si no consigue cambiar las cosas.
Al agravarse la mala racha de Judge en la postemporada, han surgido dudas sobre si la intensa presión está alcanzando por fin al bateador de 32 años, normalmente inquebrantable. A diferencia de temporadas anteriores, en las que se levantó bajo presión para establecerse como uno de los mejores bateadores del béisbol, sus problemas actuales son difíciles de ignorar.
El mánager Aaron Boone se mantiene firme en su apoyo, expresando su confianza en la capacidad de recuperación de Judge y pronosticando que se acerca una gran actuación. Expresó su certeza de que Judge brillará en futuras series de postemporada, a pesar de las recientes decepciones.
Sin embargo, los bateos de Judge últimamente muestran indicios de vacilación que contrastan fuertemente con su aplomo de la temporada regular. Los fieles de los Yankees, deseosos de apoyar a su candidato al MVP, celebraron sus logros, esperando un momento crucial que nunca se materializó. A medida que avance la serie, el tono del público del Bronx podría cambiar, ya que la actuación de Judge desempeñará un papel fundamental a la hora de determinar cómo recordarán finalmente sus contribuciones.
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