Aunque Juan Soto sólo ha jugado dos partidos con los Yankees, su presencia ya está causando una gran impresión. Este impacto va más allá de las métricas tradicionales del béisbol, como la velocidad del bate y la velocidad de salida.
La combinación única de talento de élite y celebración entusiasta de Juan Soto ha suscitado conversaciones entre aficionados y jugadores por igual. Esta dinámica se puso de manifiesto recientemente, cuando conectó dos jonrones casi idénticos: un bambinazo de 428 pies el domingo y un batazo de línea que no superó por poco el muro el lunes.
En ambas ocasiones, Juan Soto permaneció en el plato para admirar sus golpes, un movimiento que algunos consideran una sutil muestra de dominio. Mientras que los tradicionalistas consideran este tipo de acciones una violación de la etiqueta del béisbol, él sugiere que simplemente forma parte de su rutina.
Juan Soto atrae la ira de la vieja escuela
A sus compañeros de equipo les ha impresionado especialmente la ética de trabajo de Juan Soto, que describen como “obsesiva”. Su intensa dedicación al juego es evidente en su entrenamiento y preparación. Además, su espíritu competitivo se describe como “salvaje”, lo que pone de relieve su inquebrantable deseo de ganar.
Más allá de sus habilidades sobre el terreno de juego, posee una capacidad única para cautivar al público con sus actuaciones. Sus compañeros de equipo reconocen que su presencia en el campo genera un nivel de entusiasmo y compromiso “fuera de serie”, que puede inspirar tanto a sus compañeros como a los aficionados.
En dos partidos consecutivos, el fenómeno lanzó lanzamientos lunares que causaron asombro. Pero después, los tradicionalistas se encresparon ante el batacazo, la velocidad y la mirada de Juan Soto, y consideraron que su admiración violaba el código de humildad no escrito del deporte.
Para él, detenerse a apreciar las propias hazañas refleja más el proceso personal que el espectáculo. Sin embargo, para algunos, su ritual brinda por el talento antes que por el respeto a los adversarios. Al final, sigue siendo una anomalía: fusiona las pulsiones rutinarias con el estilo contemporáneo. Y a medida que la MLB evoluciona estéticamente, aunque no en actitud, su exuberancia juvenil choca con las convenciones de la vieja guardia.
Aunque el estilo festivo de Juan Soto despierta el entusiasmo de algunos aficionados, no tiene resonancia universal. A diferencia de él, algunos jugadores, como Aaron Judge y Giancarlo Stanton, celebran los jonrones con un enfoque más moderado. Esta preferencia por celebraciones menos demostrativas se extiende a otros miembros de la plantilla de los Yankees.
Como una de las franquicias más consolidadas e históricamente conservadoras del béisbol, los Yankees suelen adherirse a un enfoque más tradicional, similar a su política sobre el vello facial. Sin embargo, la organización reconoce las circunstancias únicas que rodean el talento y el impacto de Juan Soto.
Juan Soto justifica su estilo
Expresó que si un lanzador consigue poncharle, puede celebrarlo como quiera, reconociendo el logro. Hizo hincapié en la justicia que supone permitir a los lanzadores celebrar tales victorias, ya que no existen restricciones a sus expresiones de triunfo. Sin embargo, afirmó su determinación de imponerse en futuros enfrentamientos, subrayando que estos intercambios de ida y vuelta son inherentes al juego.
De cara al Día Inaugural, Juan Soto insinúa la posibilidad de continuar con sus expresivas celebraciones, que incluyen lanzamientos espontáneos del bate. No parece que vaya a modificar su estilo, y sugiere a los aficionados que pueden esperar más “fuegos artificiales” sobre el terreno de juego.
Juan Soto declaró que el cambio de bate es un aspecto integral del béisbol. Subrayó que cuando logra un hit o un home run importante en momentos cruciales, tiene la intención de realizar tales acciones.
Boone defiende a su bateador estrella
El mánager Aaron Boone ha manifestado públicamente su apoyo al estilo de celebración individual de Juan Soto, concediéndole libertad para expresarse en el campo. Esta decisión pone de manifiesto la voluntad de los Yankees de aceptar las personalidades individuales manteniendo los valores fundamentales del equipo.
El entrenador comentó que nunca le había molestado la teatralidad del bateador, ni siquiera cuando Juan Soto jugaba en el equipo contrario. Señaló que, aunque había ciertos jugadores cuyas acciones le parecían irrespetuosas e irritantes, la estrella de los Yankees no estaba entre ellos.
Boone destacó que lo que diferencia a Juan Soto es la autenticidad y coherencia de sus rituales, como el shuffle, el stare-down y el bat-launch, todos ellos derivados de la misma conducta. Según él, el bateador es realmente intenso, y sus acciones son todo menos artificiosas.
Boone comentó que Juan afronta sus partidos con una mentalidad similar a la de estar en guerra, sacando energía de esa intensidad. Explicó que para Juan, lanzar el bate es una extensión natural de esa mentalidad competitiva, que refleja su genuino entusiasmo por el juego.
La serenidad de Juan Soto es evidente en su actitud ante los medios de comunicación. Responde con facilidad a las preguntas, recibe a los periodistas en su taquilla y atiende a las solicitudes de entrevista. Esto contrasta con algunos recién llegados que podrían evitar tales interacciones.
Juan Soto entiende el intenso escrutinio mediático que conlleva jugar para un equipo de alto perfil como los Yankees. Se anticipa a las preguntas y participa activamente, demostrando sentirse cómodo bajo los focos. Este enfoque proactivo es bien recibido en un mercado en el que otros operadores han tenido problemas con la atención mediática.
Su disposición a dialogar con los medios de comunicación sugiere la posibilidad de una estancia a largo plazo en Nueva York, más allá de la temporada 2024, suponiendo que las circunstancias sean favorables. Su comodidad con los medios de comunicación puede indicar un mayor nivel de comodidad con el mercado neoyorquino y sus exigencias.
Juan Soto mantiene la concentración
A pesar del carácter repetitivo de algunas preguntas de los medios de comunicación, Juan Soto mantiene una actitud positiva en sus interacciones. Siempre se muestra dispuesto a responder preguntas y a entablar un diálogo constructivo con los periodistas.
El slugger mencionó que está preparado para las preguntas y que no tiene ningún problema en responderlas. Reconoció que todo el mundo tiene curiosidad por saber si seguirá con los Yankees.
Juan Soto declaró que ha sido siempre sincero sobre su enfoque, haciendo hincapié en su única concentración en el béisbol. Expresó su deseo de conseguir un campeonato con el equipo y delegó los asuntos relativos a la agencia libre en Scott Boras.
Sus compañeros de los Yankees son muy conscientes de su contribución. No sólo se ha integrado bien con sus compañeros hispanohablantes, sino que también se ha ganado el reconocimiento del consejo de líderes del equipo, formado por Judge, Anthony Rizzo y Gerrit Cole, que ya lo consideran una piedra angular.
Gleyber Torres elogió a Juan, afirmando que es muy querido por todos. Torres expresó que Juan no se siente como alguien que acaba de llegar de otro equipo; más bien, se siente como si hubiera estado con los Yankees durante los últimos ocho años.
Un respaldo tan fuerte tiene un peso significativo, sobre todo teniendo en cuenta el poco tiempo que Juan Soto lleva en el campamento. Aún es pronto: el locutor de radio John Sterling todavía no ha terminado de anunciar un jonrón, y aún falta un mes para que se inicie el pase de lista de las criaturas de Bleacher.
Sin embargo, Juan Soto ya expresa: “Me siento como un yanqui”.
¿Es posible sentirse así tan pronto?
Juan Soto expresó que, efectivamente, se siente parte de un gran grupo de individuos. Llevar su uniforme contribuye a su sentimiento de pertenencia al equipo.
El slugger de los Yankees sigue centrado en su actual temporada con los Yankees de Nueva York, declinando cortésmente entablar conversaciones sobre su posible ubicación de juego más allá de 2024. Reconoce el interés del público por su futuro, e incluso anima a la especulación, pero subraya que tales predicciones son en última instancia inútiles.
En cambio, la atención se centra en el presente, donde los aficionados pueden presenciar en cada partido las electrizantes habilidades de uno de los bateadores más carismáticos de las Grandes Ligas. Los Yankees, por su parte, están sin duda cautivados por su presencia y sus aportaciones.
DJ LeMahieu comentó sobre Juan Soto, mencionando que observan su forma de trabajar. Señaló que Soto no intenta golpear la pelota con la máxima fuerza cada vez, algo que LeMahieu considera agradable de ver. LeMahieu añadió que sin duda hay cosas que aprender de jugadores como Soto.
Eso es cierto hasta cierto punto. Es difícil imaginar a alguien tan sereno como LeMahieu lanzando el bate. Del mismo modo, Judge personifica al capitán G, ya establecido como una de las figuras clave de la actual alineación de los Yankees.
Cuando se trata de estilo, ¿hay alguien que rivalice con Juan Soto? Volpe parece demasiado joven, Stanton demasiado serio y Rizzo demasiado relajado.
Parece que el bateador destacará por derecho propio, tal vez en solitario en el escenario. Así que prepárense. Las cortinas están a punto de cerrarse.
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