Anthony Rizzo salió del bache a lo grande el martes por la noche en el Yankee Stadium contra los Oakland Athletics. Su cuadrangular de dos carreras en la primera entrada, un disparo de 385 pies al jardín derecho ante la bola rápida 3-2 del as de los A, Paul Blackburn, inició un rally de cuatro carreras que dio a los Yankees una ventaja dominante de 4-1. La tempranera explosión de Anthony Rizzo resultó crucial para que los Yankees se defendieran de sus rivales durante las ocho entradas siguientes y consiguieran una victoria crucial por 4-3.
Esta actuación supuso un bienvenido retorno a la forma para Anthony Rizzo, que luchó contra el síndrome postconmocional la temporada pasada. Las secuelas obstaculizaron significativamente su potencia de bateo, lo que se tradujo en un solo jonrón en sus últimos 53 partidos, tras un fuerte comienzo con 11 jonrones en sus primeros 46 partidos.
El lanzador titular Marcus Stroman realizó una sólida salida, que duró hasta la sexta entrada antes de salir con un out y la carrera del empate en base en una tensa contienda por 4-3.
El partido se desarrolló en una noche fría y ventosa en el Yankee Stadium, con temperaturas que descendieron desde los 53 grados iniciales hasta los 40 en las entradas centrales, acompañadas de un viento de 18 millas por hora. A pesar de las difíciles condiciones meteorológicas, la victoria liderada por Anthony Rizzo infundió una sensación de calidez tanto en los aficionados como en los jugadores.
Con esta victoria, los Yankees vuelven a compartir el primer puesto de la AL Este, empatando con los Orioles de Baltimore. Este resurgimiento se produjo tras una breve caída al segundo puesto a principios de semana, tras una derrota en la apertura de la serie ante Oakland y una victoria simultánea de los Orioles sobre los Ángeles en Anaheim.
Los Yankees superan a los A’s gracias a un trueno tempranero de Anthony Rizzo
El partido del martes supuso un cambio significativo para los Yankees, que sólo habían anotado seis carreras en la primera entrada en toda la temporada. Esta vez, anotaron cuatro carreras tempranas, desafiando sus lentos comienzos habituales.
Anthony Rizzo, sumido en una reciente mala racha (4 de 31), puso fin a su mala racha ofensiva en el momento perfecto. Lanzó su primer jonrón desde el 6 de abril, una explosión de dos carreras que amplió la ventaja de los Yankees a 4-1. Esta chispa ofensiva tan necesaria de Anthony Rizzo proporcionó un impulso significativo al equipo.
El potente bateador Giancarlo Stanton subrayó la importancia de aprovechar las oportunidades para coger impulso en estas grandes entradas. Reconoció que, aunque lo ideal sería disponer de varias entradas explosivas, a veces un único e impactante rally puede marcar la diferencia entre la victoria y la derrota. Stanton subrayó la importancia de la primera entrada, destacando su propia contribución con un decisivo doblete de dos carreras.
La ofensiva de los Yankees en la primera entrada comenzó con un batazo de base de Juan Soto, seguido de un doblete de Aaron Judge ante el abridor de los A, Paul Blackburn. Stanton se adelantó y llevó a los dos corredores a casa con un doblete, poniendo a los Yankees por delante 2-1.
Tras el crucial jonrón de Anthony Rizzo, el abridor de los Atléticos Paul Blackburn apagó la ofensiva de los Yankees. Retiró a 17 de los últimos 18 bateadores a los que se enfrentó, y sólo un sencillo de Anthony Volpe en la segunda entrada interrumpió su dominio. Los bates de los Yankees permanecieron tranquilos hasta que Austin Wells consiguió un paseo en la octava entrada.
A pesar del reciente bajón de Aaron Judge, los signos de mejora eran evidentes. Hizo 1 de 3 con un doblete a la izquierda, un hit por lanzamiento y dos flyouts. El entrenador de los Yankees, Aaron Boone, expresó su optimismo sobre Judge, creyendo que se vislumbran resultados positivos en el horizonte. Judge también demostró sus dotes defensivas con un salto en el jardín central izquierdo para conseguir el último out de la octava entrada.
Anthony Rizzo reflexiona sobre el aumento de potencia que alimentó la victoria de los Yankees
El primera base de los Yankees de Nueva York, Anthony Rizzo, se ha enfrentado a muchos retos en el plato, pero sigue centrándose en la calidad de los bateos y en superar las adversidades. Reconoce los altibajos inherentes al béisbol, donde incluso los mejores bateadores experimentan periodos de brillantez y de lucha.
La temporada pasada, la producción ofensiva de Anthony Rizzo se vio lastrada por el síndrome postconmocional. Sólo consiguió un jonrón en sus últimos 53 partidos, antes de que una lesión en agosto le dejara fuera de combate por completo. Sin embargo, el éxito inicial de esta temporada, con dos jonrones en sus primeros 24 partidos, demuestra su determinación para superar los obstáculos del pasado.
Los entrenamientos de primavera fueron un momento crucial para que Anthony Rizzo redescubriera su ritmo y dejara atrás las dificultades del año pasado. Aunque su objetivo suele ser conseguir al menos dos jonrones al mes, comprende la naturaleza esporádica de los golpes largos, que a menudo llegan en racimos.
Históricamente, el rendimiento de Anthony Rizzo en abril ha sido irregular, a excepción de sus dos primeros años con los Yankees. Subraya la importancia de mantener la confianza y de seguir siendo resistente, reconociendo la larga temporada que tenemos por delante.
Stroman falla al principio, pero el bullpen de los Yankees sella la victoria
Aunque su potencia ofensiva flaqueó tras la primera entrada contra los Atléticos, los lanzamientos de Marcus Stroman y el bullpen aseguraron la victoria. Sus esfuerzos apagaron a los Atléticos, que actualmente ostentan un mediocre récord de 9-15.
Aunque Marcus Stroman no tuvo su mejor actuación contra los Yankees, luchó durante 5⅓ entradas, cediendo tres carreras. A pesar de no estar a la altura de su dominio habitual, el diestro logró un récord de la temporada con nueve ponches, siete de ellos gracias a su potente deslizador. Sin embargo, un blooper mal jugado por el jardinero derecho Juan Soto en la primera entrada provocó una carrera temprana para los Yankees, seguida de un par de jonrones solitarios.
Una vez que Stroman salió del partido, el bullpen de los Yankees dio un gran paso adelante, lanzando 3⅔ entradas sin goles para preservar la estrecha ventaja. Ron Marinaccio, Caleb Ferguson y Dennis Santana contribuyeron cada uno con una entrada sin anotaciones, y Clay Holmes subió al montículo en la novena para asegurarse su noveno salvamento de la temporada.
Marinaccio y Ferguson poncharon a tres bateadores cada uno para silenciar las amenazas ofensivas. Santana entró de relevo en la octava con dos outs y consiguió cerrar la entrada. Holmes continuó su impresionante carrera como cerrador, lanzando una novena entrada perfecta con dos ponches. Esta actuación dominante mantuvo su ERA perfecta de 0,00 y amplió su racha de partidos sin anotar a la impresionante cifra de 12 entradas esta temporada. La fiabilidad de Holmes como cerrador de los Yankees es innegable.
¿Una estrategia ganadora de los Yankees?
Los Yankees de Nueva York han descubierto una fórmula ganadora: golpear pronto y a menudo. Su éxito reciente depende de la capitalización en los momentos clave de los partidos, con un don para las explosivas explosiones ofensivas.
El partido del martes por la noche contra los Atléticos de Oakland ejemplificó perfectamente esta tendencia. Los Yankees no perdieron el tiempo y anotaron cuatro carreras en la primera entrada. Aunque no fueron capaces de mantener ese ritmo ofensivo durante toda la fría noche del Bronx, su ventaja inicial se mantuvo firme, asegurando una ajustada victoria por 4-3.
Este enfoque va más allá de un único partido. El miércoles pasado, una novena entrada de cuatro carreras les impulsó ante los Toronto Blue Jays con una victoria por 6-4. Del mismo modo, una explosión de cinco carreras en la séptima entrada del pasado viernes aseguró una victoria por 5-3 sobre los Rays de Tampa Bay. El domingo siguiente, otra explosión de cuatro carreras, esta vez en la quinta entrada, selló una victoria por 5-4, de nuevo contra los Rays.
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