Luke Weaver se convirtió en un héroe inesperado para los Yankees en su victoria por 6-5 sobre los Reales de Kansas City en el partido inaugural de los playoffs. El ascenso de Weaver a este papel crítico es especialmente digno de mención, dado que hace sólo un año, tuvo problemas con un ERA de 6,87 como titular de los Rojos de Cincinnati.
En las últimas semanas, Weaver pasó de ser un relevista de preparación al principal cerrador del equipo, consolidando su posición durante el tramo final de la temporada regular. Su actuación en el Juego 1 de la Serie de División de la Liga Americana, que incluyó un salvamento de cuatro outs con tres ponches -uno contra el talentoso Bobby Witt Jr.-, revalidó la confianza de los Yankees en él.
Con su característico humor autocrítico, Weaver bromeó diciendo que su enjuto cuerpo le proporcionaba “fuerza interna”. Su capacidad para estar a la altura de las circunstancias en situaciones de gran presión ha sido una agradable sorpresa para los Yankees, especialmente tras su largo periplo por las Grandes Ligas.
“Bueno, seguro que no es mi tamaño”, dijo con una sonrisa el nuevo cerrador de los Yankees. “Aunque creo que ser enjuto es un atributo fundacional muy fuerte internamente”.
Weaver mantiene el temple para cimentar la emocionante victoria
El partido fue una montaña rusa para los 48.790 aficionados del Yankee Stadium. A pesar de las actuaciones menos que estelares del as Gerrit Cole y del jugador estrella Aaron Judge, los Yankees consiguieron hacerse con la victoria. Los movimientos estratégicos del entrenador Aaron Boone, como la titularidad de Oswaldo Cabrera en primera base y de Alex Verdugo en el campo izquierdo, desempeñaron un papel crucial en el resultado.
Verdugo, que recibió muchas críticas a lo largo de la temporada debido a sus problemas ofensivos, logró el sencillo ganador del partido en la séptima entrada.
Este enfrentamiento subrayó la naturaleza impredecible del béisbol de playoffs, donde pueden surgir héroes inesperados y las decisiones de los entrenadores pueden influir significativamente en los resultados. También puso de relieve la resistencia de jugadores como Verdugo y Weaver, que superaron retos anteriores para contribuir a una victoria vital en la postemporada.
Jazz Chisholm Jr., compañero de viaje de Luke Weaver en los vuelos del equipo, depositó una gran fe en la capacidad de Weaver para rendir bajo presión: “Éste es su momento, para esto está hecho”. Esa confianza se puso a prueba cuando Weaver subió al montículo en la octava entrada del partido del sábado con un corredor en primera base.
Weaver, que acababa de celebrar su primer salvamento en las Grandes Ligas -una experiencia que describió como surrealista-, demostró sus habilidades emergentes como cerrador. El diestro de 31 años retiró a los mejores jugadores de los Reales en la novena, ponchando a Michael Massey con un cambio, atrapando a Bobby Witt Jr. con una bola rápida que rozaba los 96 mph en una cuenta completa, e induciendo a Vinnie Pasquantino a un groundout con otro cambio.
Chisholm reiteró su creencia en la capacidad de Weaver para sobresalir en los momentos cruciales, citando su aplomo tanto en el campo como durante las intensas partidas de cartas en los vuelos. Weaver, conocido por su humor autodespreciativo, reconoció que luchaba visiblemente contra las derrotas en estas partidas, pero agradeció los comentarios de apoyo de Chisholm. Añadió en broma que su amistad mejoraría si Chisholm le hiciera más cumplidos.
“Jazz tenía un montón de cosas realmente bonitas que decir”, bromeó. “Ojalá me lo dijera a la cara, nuestra amistad daría realmente un salto”.
Luke Weaver, que consiguió la primera parada de su carrera en la postemporada, expresó su inmensa gratitud por la oportunidad. Describió la experiencia como la realización de un sueño, con todos los clichés que acompañan a tales hitos. La pelota de béisbol de esta importante parada se ha conservado con la fecha y el resultado como recuerdo del logro de Weaver.
Significa mucho para mí”, dijo el cerrador. Es todo lo que sueñas, es sin duda todos los clichés en uno”.
Mala suerte para Gerrit Cole
Por otro lado, el as de los Yankees, Gerrit Cole, reflexionó sobre su difícil salida contra los Reales. Admitió haber cometido varios errores y reconoció la necesidad de mejorar. Aún así, Cole dio crédito a los bateadores de los Reales por su enfoque eficaz, señalando que aprovecharon algunos lanzamientos bien ejecutados, incluido el jonrón de dos carreras de MJ Meléndez en la cuarta entrada.
Los Reales de Kansas City tienen la oportunidad de igualar la serie en Nueva York, con Cole Ragans programado para lanzar contra Carlos Rodon en el partido del lunes por la noche tras un día de descanso imprevisto en el calendario de los playoffs de la AL.
Sin embargo, los Reales podrían lamentar la oportunidad perdida contra Cole, cuya actuación estuvo por debajo de su nivel. También podrían cuestionar la decisión del entrenador de tercera base Vance Wilson de enviar a Salvador Pérez a casa en la segunda entrada, lo que provocó el primer out en el plato.
Para los Yankees, varios jugadores estuvieron a la altura de las circunstancias en respuesta a las dificultades de Cole. Gleyber Torres bateó un jonrón de dos carreras y consiguió dos bases por bolas, mientras que Juan Soto bateó 3 de 5 e hizo una jugada defensiva clave, lanzando fuera a Pérez desde el jardín derecho. Austin Wells, a pesar de su pésimo promedio de bateo de .111 en septiembre, bateó un sencillo RBI que empató el partido en la sexta entrada, después de que Aaron Judge no pudiera hacerlo.
En la séptima entrada se produjo un momento crucial, cuando el intento de robo de base de Jazz Chisholm Jr. en la segunda base sobrevivió a una repetición, lo que allanó el camino para el hit ganador de Alex Verdugo.
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