El fichaje de Marcus Stroman por los Yankees en la temporada baja está suscitando los primeros escrutinios como uno de sus movimientos recientes de agente libre más inciertos. El contrato de dos años y 37 millones de dólares incluye una opción de jugador condicional para 2026, que se activa si Stroman lanza más de 140 entradas la próxima temporada.
Stroman, de 33 años, se unió a los Yankees tras una sólida etapa con los Cachorros de Chicago, donde registró un ERA de 3,95 en 136,2 entradas en 2023. En aquel momento, los Yankees lo consideraron un fichaje fiable para reforzar la parte trasera de su rotación, a pesar de los problemas de lesiones que le ralentizaron a finales de temporada.
Ahora, sin embargo, la decisión está siendo reevaluada dentro de la organización. Con la evolución de las necesidades estratégicas, la estructura del contrato y el papel proyectado de Stroman pueden estar menos alineados con los objetivos a largo plazo de los Yankees de lo previsto inicialmente.
Las estadísticas de Stroman caen en picado y ponen a los Yankees en apuros
Las estadísticas recientes de Stroman reflejan un notable descenso de su eficacia general, lo que hace temer por su papel en la rotación de los Yankees. En 154,2 entradas, su ERA subió a 4,31, con un ERA esperado aún mayor de 4,87. Su tasa de ponches bajó a 6,58 por cada nueve entradas, y su capacidad para encadenar corredores se redujo al 73,9%. Conocido por sus lanzamientos de bolas por los suelos, la tasa de bolas por los suelos de Stroman cayó al 49,2%, un 8% menos que la media anterior de su carrera.
Estas métricas en declive hicieron que Stroman pasara de ser una pieza fiable de la rotación a un posible lastre, especialmente en situaciones clave de postemporada. Una tasa de pase alta en su carrera y unas cifras de strikeout reducidas han subrayado su regresión y planteado dudas sobre su futura eficacia dentro de los planes de lanzamiento de los Yankees.
Un análisis más detallado de las métricas avanzadas de Stroman revela un preocupante descenso. Su capacidad para inducir “swings-and-misses” se situó cerca del fondo de la liga, en el percentil 10 en tasa de “whiffs” y en un percentil 7 aún más bajo en porcentaje de “strikeouts”. Los bateadores contrarios establecieron contacto sólido contra él el 40,2% de las veces, lo que le situó en el percentil 36 en tasa de golpes duros, entre el tercio inferior de los lanzadores de la MLB.
La regresión de Stroman aumenta el dolor de cabeza de la rotación de los Yankees
Un descenso de la velocidad acentuó aún más sus problemas. Su bola rápida media bajó de 92,2 mph en 2023 a 90,6 mph, mientras que su sinker, que constituía el 35,1% de sus lanzamientos, se convirtió en un lastre. Los oponentes batearon 0,306 contra él, con un porcentaje de slugging de 0,466, lo que supuso un fuerte declive para un lanzamiento que antes había sido la piedra angular de su arsenal.
La tendencia a la baja de la velocidad de Stroman se está convirtiendo en una preocupación importante para los Yankees, que se preparan para la temporada 2025. Lo que inicialmente parecía una buena inversión se ha convertido en un compromiso financiero cada vez más cuestionable, ya que su rendimiento no está a la altura de las expectativas. Aunque Stroman disputó 154 entradas la temporada pasada, sus salidas carecieron del impacto que suele esperarse de un veterano titular.
El descenso constante de la velocidad de lanzamiento hace saltar las alarmas sobre su estado físico y su eficacia a largo plazo. Este descenso en las métricas básicas de lanzamiento insinúa una regresión más amplia, lo que complica la estrategia de rotación y la planificación de recursos de los Yankees al evaluar sus opciones para la próxima temporada.
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