Los analistas de béisbol destacan a menudo la habilidad de los Yankees para convertir a lanzadores olvidados en colaboradores clave del bullpen, y Clay Holmes destaca como un excelente ejemplo de esta pericia. Los registros muestran que, en sus tres temporadas con los Piratas de Pittsburgh, desempeñó principalmente un papel de preparador, con 116 apariciones y sólo cuatro oportunidades de salvamento, pero logró 13 retenciones.
El impacto de Holmes cambió drásticamente tras unirse a los Yankees en 2021. Su ERA se desplomó de 4,93 con Pittsburgh a un impresionante 1,61 en 25 partidos en Nueva York, donde se convirtió en un puente fiable para el entonces cerrador Aroldis Chapman. Su transformación se cimentó en 2022, un año decisivo en el que se convirtió en el cerrador de los Yankees en abril y obtuvo su primera nominación para el All-Star. Esa temporada, registró un ERA de 2,54, un WHIP de 1,02 y convirtió 20 de 25 oportunidades de salvamento. Sin embargo, tras mantener la forma hasta 2023, los informes indican que su rendimiento bajó en 2024, lo que provocó su retirada del papel de cerrador.
Los analistas señalan que la trayectoria de Holmes refleja un patrón familiar de los Yankees con varios otros agentes libres actuales: temporadas de brillantez puntuadas por periodos de inconsistencia. Mientras los Yankees consideran sus opciones para el bullpen esta temporada baja, muchos se preguntan si Holmes seguirá formando parte de la plantilla, o si el exitoso historial de Nueva York en el desarrollo del bullpen puede llevarles a explorar otras opciones.
Por qué los Yankees deberían dejar marchar a Holmes
Los analistas sugieren que Clay Holmes puede ser más adecuado para un papel de preparador que de cerrador, citando métricas recientes que revelan un descenso de la eficacia durante situaciones críticas del partido. El rendimiento de Holmes ha disminuido con el tiempo, como demuestran sus ocho paradas fallidas en sus dos primeras temporadas completas con los Yankees y un notable aumento a trece paradas fallidas en 2024, lo que provocó su reasignación al relevo intermedio. Su ERA de 3,14 y su WHIP de 1,30 la temporada pasada fueron los más altos desde su última etapa con Pittsburgh en 2021.
Un análisis más detallado de las estadísticas de Holmes muestra un índice de ponches en declive, con sólo 68 ponches en 63 entradas esta última temporada. Su dependencia de las bolas por los suelos ha chocado con los documentados problemas defensivos de los Yankeesen el cuadro interior, que en ocasiones han intensificado las situaciones de alto riesgo. Aunque Holmes no es el único responsable de estas lagunas defensivas, los analistas señalan que su enfoque basado en las bolas por el suelo puede no ser el ideal para recibir corredores en momentos de alto riesgo.
De cara a su temporada de 32 años, las proyecciones sugieren que la capacidad de bateo de Holmes puede seguir disminuyendo. Fuentes familiarizadas con el mercado indican que, si Holmes busca una compensación a nivel de cerrador, los Yankees podrían preferir asignar esos recursos a otra parte. Con el historial del director general Brian Cashman en la construcción de bullpens eficaces y el regreso de Luke Weaver confirmado para 2025, el equipo parece preparado para abordar las responsabilidades de cierre sin comprometerse necesariamente con Holmes en ese papel.
Por qué los Yankees deberían dar otra oportunidad a Holmes
Los analistas opinan que los Yankees podrían plantearse volver a contratar a Clay Holmes si lo traen con un contrato a corto plazo y con un papel bien definido en el relevo intermedio. Los datos muestran que destaca cuando se encarga de entradas limpias en la séptima u octava, y que su rendimiento mejora notablemente cuando se aleja de las tareas de cierre.
Tras una aparición complicada contra los Rangers de Texas, en la que permitió cuatro carreras, Holmes se recuperó con fuerza en su nuevo papel. En las últimas ocho entradas de la temporada, sólo permitió dos carreras, reduciendo su ERA de 3,27 a 3,14. Sus salidas de postemporada también reforzaron su eficacia en situaciones especializadas. Se mantuvo limpio en sus seis primeras apariciones en los playoffs, cubriendo 6,2 entradas con un número limitado de hits y paseos. Aunque tropezó en los Juegos 4 y 5 contra los Guardianes, Holmes se recuperó con una actuación sobresaliente en las Series Mundiales, cediendo sólo cuatro carreras en 4,1 entradas y ponchando a seis contra los Dodgers.
Los observadores destacan el impacto de Holmes en el éxito del bullpen de los Yankees en la postemporada y sugieren que podría ofrecer resultados similares en 2025 con un uso cuidadosamente gestionado. Su experiencia previa como cerrador añade profundidad a Luke Weaver, ofreciendo al equipo flexibilidad a lo largo de la temporada. En general, los datos de rendimiento de Holmes indican que podría ser un activo valioso si se despliega estratégicamente en situaciones definidas.
A pesar del posible rechazo de los aficionados, mantener a Clay Holmes podría ser un movimiento estratégicamente inteligente para el bullpen de los Yankees. Los expertos sugieren que, si las condiciones son las adecuadas, colocarlo como preparador de Weaver podría ayudar a estabilizar el cuerpo de relevistas, especialmente con la posible marcha de Tommy Kahnle, Tim Hill y Lou Trivino a la agencia libre.
Aunque este planteamiento podría suscitar cierta controversia entre los aficionados, los analistas coinciden en que se ajusta a las necesidades y a la profundidad del bullpen del equipo, por lo que la retención de Holmes en un papel redefinido es una opción lógica al precio adecuado.
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