James Rowson ha sido nombrado uno de los nuevos entrenadores de los Yankees. Para LeMahieu y Aaron Judge, tener un entrenador de bateo que pueda comunicar y entender eficazmente sus filosofías de bateo únicas es vital para dar forma al plan de juego ofensivo de los Yankees.
DJ LeMahieu, el discreto jugador interior de los Yankees, concede gran importancia a tener un entrenador de bateo que comprenda su mentalidad de bateo. Al hablar del nuevo instructor de bateo del equipo, James Rowson, LeMahieu lo resumió de forma concisa: “Compartimos una perspectiva similar”.
Los Yankees esperan que James Rowson arregle los problemas de bateo de la temporada pasada
Según The Athletic, la broma sobre el lenguaje binario provocó una carcajada, pero LeMahieu aclaró: “Golpear” era el lenguaje compartido en el que conversaban él y James Rowson. Para el analítico Rowson, ese simple intercambio encerraba el mayor de los elogios.
Los Yankees buscaron la experiencia de James Rowson esta temporada baja, reconociendo que sus bateadores veteranos necesitaban un instructor que pudiera comunicarse eficazmente, según explicó el director general Brian Cashman. El planteamiento de bateo de la temporada pasada fracasó, lo que provocó cambios sin precedentes en el cuerpo técnico durante el año.
Tras 25 años al frente del equipo, Cashman despidió al entrenador de bateo principal, Dillon Lawson, alegando una pérdida de control del club. A pesar de los éxitos de James Lawson en las ligas menores, estrellas de los Yankees como Giancarlo Stanton, LeMahieu y Josh Donaldson tuvieron grandes dificultades. El sustituto interino Sean Casey conectó bien con los veteranos, según el mánager Aaron Boone, pero no regresó por motivos personales.
En opinión de los Bombarderos del Bronx, James Rowson es el mentor ideal para sus bateadores consolidados, ya que domina tanto la analítica moderna como el aspecto mental del bateo. En sus entrevistas, Rowson hizo hincapié en la capacidad de adaptación y explicó sus planes para adaptar su entrenamiento a las necesidades de cada bateador.
Antes de los entrenamientos de primavera, James Rowson y su ayudante Casey Dykes pasaron semanas en el Laboratorio de la Caja de Bateo, trabajando estrechamente con estrellas de los Yankees como Aaron Judge, Gleyber Torres y Oswaldo Cabrera. Para Torres, que entra en un año crucial antes de la agencia libre, los conocimientos mecánicos de Rowson fueron inestimables.
La relación de una década de James Rowson con Aaron Judge, que se remonta a sus días juntos en las ligas menores, pone de relieve su capacidad para combinar datos de vanguardia con filosofías prácticas de bateo aprendidas de grandes entrenadores como Don Mattingly.
Aunque sus propias luchas como jugador despertaron inicialmente la fascinación de James Rowson por las complejidades del golpeo, su entrenamiento se centra en personalizar las tácticas a los estilos individuales, manteniendo el foco en la obtención de resultados.
Más allá de la mecánica del swing, James Rowson pretende elevar a los bateadores comprendiendo sus motivaciones y puntos fuertes
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