La ausencia del Juez supone una carga inconmensurable para el rendimiento de los Yankees y aumenta significativamente el ansia de los aficionados por su regreso.
En los últimos cuatro enfrentamientos,los New York Yankees han luchado por mantener el dominio, sufriendo tres derrotas y consiguiendo sólo una victoria. Estas estadísticas proporcionan pruebas irrefutables del rendimiento reciente del equipo, destacando el impacto significativo de la ausencia de Aaron Judge. La ausencia de su jugador estrella ha transformado a los antaño poderosos Yankees de Nueva Yorken uno de los peores equipos de la Major League Baseball (MLB).
Los entusiastas miembros del jurado, que suelen ocupar la sala del juez, se deleitaron con sus privilegiados asientos en el banquillo. Aun así, no pudieron evitar sentir el vacío dejado por la ausencia del número 99. Este recordatorio también hizo hincapié en que los propios Yankees seguirán luchando sin Aaron Judge, como lodemuestra su derrota por 3-2 en 10 entradas.
El impacto de la lesión de Aaron Judge en los New York Yankees
La ausencia de Judge supone una carga inconmensurable para el cuerpo de lanzadores, que tiene que reforzar la posición del equipo hasta que alguien capaz de empuñar un bate pueda dar un paso al frente para compensar. Desgraciadamente, ningún jugador consiguió desempeñar este papel durante el reciente enfrentamiento.
Durante la décima entrada, el público coreó “Volpe, Volpe” cuando DJ LeMahieu se plantó en tercera base con la posible carrera del empate y dos outs tras el strikeout de Jose Trevino. Sin embargo, incluso con Bucky Dent observando su rivalidad favorita desde las suites, Anthony Volpe, que había estado luchando por rendir, sucumbió a un strikeout contra Chris Martin. La incapacidad de Ron Marinaccio para evitar el sencillo RBI de Kiké Hernández terminó por consolidar la derrota de los Yankees.
Teniendo en cuenta el rendimiento actual de los Mets de Nueva York, los Yankees esperan con impaciencia el partido inaugural de las Subway Series en el Citi Field, anhelando enfrentarse a sus rivales del centro de la ciudad lo antes posible. El partido del martes por la noche no puede llegar lo bastante pronto.
La ausencia de Judge no deja margen para el error, y los Yankees demostraron su falibilidad humana en esta noche. Gleyber Torres trató perezosamente de fildear un lanzamiento de un salto del jardinero izquierdo Billy McKinney, permitiendo a Hernández avanzar a la segunda base y, en última instancia, anotar la carrera del empate ante Michael King en la octava entrada. Torres asumió toda la responsabilidad por su error, reconociendo que el error fue enteramente culpa suya y una simple jugada que no ejecutó correctamente.
Aparte de algunos momentos dignos de mención, como el progreso de la rehabilitación de Carlos Rodon y su golpe involuntario sobre Calhoun durante la práctica de bateo en vivo, que dejó ileso al bateador, hubo poco más para consolar al manager de los Yankees Aaron Boone. Boone elogió la velocidad de Rodon, que osciló entre 93-96 mph, y expresó su satisfacción por las constantes actuaciones de Clarke Schmidt. Además, un salto de Billy McKinney en la pared proporcionó un breve momento de emoción. Sin embargo, estos casos quedaron eclipsados por las dificultades generales del equipo.
En particular, el pickoff en segunda base de Anthony Rizzo por el lanzador inicial Brayan Bello con dos outs en la sexta entrada ejemplificó las desgracias de los Yankees. Boone reconoció las deficiencias del equipo, admitiendo que hubo varias áreas en las que se quedaron cortos durante el partido.
Las luchas de los Yankees sin Judge son sorprendentemente evidentes en su récord de 8-10 durante su ausencia. En los siete partidos desde la lesión de Judge en el dedo del pie, el equipo sólo ha anotado 21 carreras, lo que subraya aún más el impacto de su falta. Hasta el más mínimo fallo durante el partido puede costarle caro al equipo, lo que subraya la necesidad de mejorar su rendimiento.
Además, Anthony Rizzo se encuentra en una mala racha, con un solo hit en sus últimos 30 turnos desde el 2 de junio. La frustración se desbordó cuando Rizzo golpeó con rabia su bate después de volar hacia el jardín derecho.
Afortunadamente, los Yankees reconocieron la importancia de Aaron Judge y lo convirtieron en su hombre de 360 millones de dólares. Sin embargo, sin él, parecen ser otro equipo en apuros, similar a los Mets sin Pete Alonso, que buscan desesperadamente una forma de ganar en su ausencia.
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