A pesar de una racha de altibajos que ha puesto a prueba su constancia y paciencia, los Yankees se mantienen en una posición sólida mientras avanzan hacia la postemporada. Aunque su forma reciente ha suscitado algunas críticas de los aficionados, el equipo sigue ocupando un lugar sólido en el panorama de los playoffs. El entrenador Aaron Boone sigue siendo optimista, reconociendo los obstáculos con los que se han encontrado, pero centrándose en su liderazgo en la AL Este y en su posición competitiva general.
El hecho de que Boone describiera la temporada como “dura” refleja los retos a los que se enfrenta su equipo. Los Yankees terminaron agosto con un balance de 14-12 y, desde el 1 de junio, han oscilado en torno al 0,500, con un balance de 39-38, un descenso notable desde su estelar comienzo de temporada (40-19). Aun así, han conseguido mantener su primer puesto en la división.
En un esfuerzo por animar la alineación, los Yankees hicieron un movimiento importante antes de la fecha límite de traspasos, adquiriendo a Jazz Chisholm Jr. de los Marlins de Miami. Chisholm ha sido un punto brillante, bateando .293 con nueve jonrones y un OPS de .992 desde que se unió al equipo. Sin embargo, a pesar de su impacto, a los Bombarderos les ha costado encontrar una fórmula ganadora consistente, sobre todo contra rivales a los que se esperaba que dominaran.
De cara al futuro, los Yankees se encuentran en una posición favorable, con uno de los calendarios más suaves de la liga para el resto de la temporada, clasificado como el noveno más fácil en términos de fuerza de los rivales. Esta recta final ofrece al equipo la oportunidad de recuperar el impulso y consolidar su posición en los playoffs, ya que aspiran a una profunda carrera en octubre.
El calendario restante de los Yankees ofrece la oportunidad de un final fuerte, con series en casa contra sus rivales de división, los Medias Rojas de Boston y los Orioles de Baltimore. Aunque Baltimore sigue siendo un rival formidable en la carrera por la AL Este, los Yankees contraatacan con una potente alineación que incluye a Aaron Judge, Juan Soto, Giancarlo Stanton y la reciente incorporación Jazz Chisholm. Esta alineación repleta de estrellas supondrá una amenaza significativa para cualquier rival.
Han surgido indicios de un posible cambio de rumbo, ya que los Yankees han ganado dos de sus tres últimas series. Las perspectivas del equipo se ven reforzadas por el esperado regreso del primera base Anthony Rizzo el domingo. Aunque la inconsistencia ha plagado su temporada, los Yankees siguen siendo firmes candidatos a los playoffs.
El dramatismo y la emoción de los playoffs de septiembre son territorio conocido para los Yankees, que a menudo han prosperado bajo presión en las últimas semanas de la temporada. Inspirándose en el legado de anteriores equipos de los Yankees que alcanzaron el éxito en septiembre, la plantilla de este año puede encontrar motivación y un modelo para afrontar el tramo crucial que se avecina.
La historia está lista para inspirar a los yanquis
La historia del béisbol es rica en relatos de equipos que encuentran su ritmo justo a tiempo para la postemporada, y los Yankees no han sido ajenos a tales narraciones. Mientras se preparan para las últimas semanas de la temporada regular, los Yankees de 2024 tienen la oportunidad de forjar su propia historia de remontada, añadiéndola a la tradición de la franquicia de emocionantes actuaciones al final de la temporada.
Los Yankees de 1995 iniciaron pronto su carrera hacia los playoffs, comenzando su remontada el 29 de agosto con un récord de 54-59, a 4 ½ partidos del wild card y con una desalentadora desventaja de 12 ½ partidos respecto a los Ángeles. Cerraron la temporada con una notable racha de 25 victorias y 6 derrotas, poniendo fin a una sequía de 14 años en los playoffs.
En 1978, los Yankees se encontraron en un profundo agujero, con una desventaja de 14 partidos. El 23 de agosto habían reducido la desventaja a la mitad, pero seguían estando siete partidos por detrás. Impulsados por un final de 30-10, incluida una dominante racha de 23-9 en septiembre, forzaron una eliminatoria a un partido y superaron a los Medias Rojas para ganar la división.
Los Yankees de 1964, dirigidos por Yogi Berra, iban terceros el 29 de agosto, con una desventaja de 4 partidos y medio. Terminaron con un récord de 27-9, impulsados por una racha de 11 victorias consecutivas que les permitió superar a los Orioles y a los Medias Blancas y asegurarse el banderín.
En 1960, los Yankees, liderados por los legendarios M&M Boys, sufrieron un revés el 14 de septiembre, cayendo en un empate en el primer puesto con los Orioles tras perder contra los Kansas City Athletics. Reaccionaron barriendo a Baltimore en una serie crucial de cuatro partidos y encadenaron una racha de 15 victorias consecutivas para terminar 97-57, ocho partidos por delante de la competencia.
En 1921, los Yankees entraron en septiembre con una escasa ventaja de un partido sobre Cleveland. Consiguieron un resultado de 21-7, asegurándose su primera participación en las Series Mundiales.
Estos momentos de la historia de los Yankees ponen de relieve la habilidad de la franquicia para dar la vuelta a las temporadas de forma dramática, ofreciendo una hoja de ruta para la plantilla actual en su intento de llegar a la postemporada a finales de temporada.
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