A medida que se acerca la fecha límite para los traspasos en las Grandes Ligas de Béisbol, todos los ojos están puestos en Brian Cashman, el director general de los Yankees de Nueva York. A pesar de las expectativas iniciales como “compradores” agresivos, la temporada 2023 ha traído desafíos inesperados, sacando a los Yankees de la contienda por el Wild Card de la Liga Americana. Con su ofensiva luchando y el jugador estrella Aaron Judge todavía recuperándose de una lesión, Cashman y el liderazgo de los Yankees ahora están considerando un cambio notable en la estrategia – convertirse en vendedores en la fecha límite de comercio.
Cashman estudia la posibilidad de vender a los Yankees en el plazo de traspasos
Una impactante actualización escrita por Andy Martino de SNY reveló que la franquicia de los Yankees de Nueva York, por lo general asertiva, está considerando seriamente separarse de activos clave antes de la fecha límite de comercio. Un movimiento así es increíblemente raro en un equipo famoso por su agresiva búsqueda de talentos y sus aspiraciones al campeonato.
Sin embargo, la situación actual de los Yankees no les ha dejado más opción que considerar este curso de acción poco característico. La temporada 2023 ha sido poco menos que un desastre para los Yankees, con casi todos los movimientos realizados por el gerente general Brian Cashman para construir un equipo de calibre de campeonato cayendo por debajo de las expectativas.
El golpe más significativo llegó con las repetidas ausencias de Aaron Judge, que hace apenas unos meses firmó el tercer contrato más rico de la historia del béisbol. Sus prolongadas lesiones han dejado un enorme vacío en la alineación de los Yankees y han afectado gravemente a su potencia ofensiva.
En cuanto a los lanzadores, el fichaje de Carlos Rodon por siete años no ha dado los resultados esperados. Después de perderse toda la primera mitad de la temporada debido a una lesión, el regreso de Rodon al montículo se vio empañado por una pobre actuación, que culminó con un gesto desacertado a los aficionados descontentos después de ceder cuatro carreras en sólo dos entradas.
Para colmo de males, Frankie Montas, otra adquisición de lanzadores, ha tenido problemas para tener un impacto significativo, dejando a los Yankees con una rotación mediocre.
Para agravar los problemas, los jugadores existentes en la lista, incluyendo Stanton, Rizzo, LeMahieu, y Donaldson, no han estado a la altura de las expectativas, lo que contribuye aún más a la caída del equipo.
Dadas las sombrías perspectivas para el resto de la temporada, es comprensible que la dirección de los Yankees contemple ahora la posibilidad de vender activos en la fecha límite de traspasos. Este movimiento supondría un cambio significativo en el enfoque del equipo, ya que se desprenderían de jugadores que podrían ser valiosos para otros equipos contendientes.
Sin embargo, algunos jugadores podrían resultar difíciles de negociar debido a sus elevados contratos. Es poco probable que Giancarlo Stanton y Josh Donaldson encuentren muchos compradores, mientras que el reciente descenso de rendimiento de DJ LeMahieu ha disminuido su valor de mercado.
Por otro lado, Anthony Rizzo, con su liderazgo y presencia en el club, podría atraer el interés de los equipos contendientes, pero también podría ser un activo valioso a retener para el futuro de los Yankees.
Si los Yankees finalmente deciden ser vendedores, podrían considerar separarse de jugadores como Gleyber Torres, Harrison Bader, Isiah Kiner-Falefa, Billy McKinney, Domingo German, Willie Calhoun y Greg Allen. Además, algunos lanzadores del bullpen también pueden convertirse en candidatos al intercambio, excepto Holmes, Peralta, Marinaccio o King.
Las decisiones finales dependerán, sin duda, de cómo se comporte el equipo antes de la fecha límite para los traspasos. Mientras los aficionados esperan ansiosos a ver cómo se desarrolla este giro inesperado, los dirigentes de los Yankees se enfrentan a la difícil tarea de equilibrar su deseo de éxito inmediato con la necesidad de planificar un futuro más prometedor. Por ahora, la incertidumbre se cierne sobre una de las franquicias con más historia del béisbol.