El camino de los Yankees hacia las Series Mundiales estuvo allanado por una mezcla de bateo oportuno y lanzamientos de relevo sobresalientes en su victoria en el 5º partido de la ALCS sobre Cleveland. La victoria por 5-2, impulsada por los jonrones clave de Juan Soto y Giancarlo Stanton, selló el pase del equipo al Clásico de Otoño.
Pero el mérito no es sólo de los bateadores. El bullpen de los Yankees, junto con las decisiones estratégicas del mánager Aaron Boone y del equipo de desarrollo de lanzadores, desempeñó un papel fundamental para asegurar la victoria. Tras la salida del abridor Carlos Rodón después de 4 2/3 entradas, el bullpen sacó 13 outs críticos, mostrando un grupo de relevistas cuyos papeles -e incluso equipos- habían sido muy diferentes a principios de temporada.
Mark Leiter Jr. continuó su cambio de rumbo en la postemporada, tras una gran actuación en el 4º partido. Adquirido en la fecha límite de traspasos, Leiter tuvo problemas al principio, pero desde entonces se ha convertido en un activo clave en la carrera de los Yankees en octubre.
Tim Hill y Jake Cousins, ambos ex lanzadores de los Medias Blancas, contribuyeron en el relevo intermedio. Hill, recogido tras ser liberado, y Cousins, adquirido mediante un intercambio, alcanzaron la mejor forma de su carrera bajo la dirección de los Yankees, lo que subraya la capacidad del equipo para rejuvenecer el talento.
Hill, conocido por su engañoso lanzamiento de brazo lateral, desempeñó un papel fundamental en el mantenimiento del empate a 2-2. Al entrar en la sexta entrada con un corredor en base, Hill permitió un sencillo a Bo Naylor, pero rápidamente indujo una doble jugada 4-4-3 de Andrés Giménez para poner fin a la amenaza. Más tarde, siguió con otra doble jugada, consolidando su actuación como decisiva en el partido.
Lanzando por tercer día consecutivo y participando en los cinco partidos de la serie, Hill tuvo una gran carga de trabajo, sobre todo porque los mejores relevistas, Clay Holmes y Tommy Kahnle, probablemente no estarían disponibles. Su contribución, junto con la de Cousins, resultó inestimable para ayudar a los Yankees a conseguir su primera participación en las Series Mundiales desde 2009.
El mánager Aaron Boone demostró su confianza en Tim Hill al mantenerlo en el montículo para empezar la séptima entrada del quinto partido, incluso después de que Hill diera una base por bolas a Brayan Rocchio. Hill recompensó rápidamente esa fe retirando a Steven Kwan, que acababa de establecer un récord de la franquicia de Cleveland al llegar a la base en 16 partidos consecutivos de postemporada.
Financieramente, los Yankees tienen poca carga en lo que respecta al contrato de Hill. Los informes indican que sólo son responsables de una parte prorrateada de su salario mínimo, ya que los Medias Blancas acordaron pagar el resto de su salario de 1,88 millones de dólares tras dejarle en libertad.
Jake Cousins, utilizado con menos frecuencia que Hill durante los playoffs, también cumplió en este partido crucial. Ponchó a cuatro de los cinco bateadores a los que se enfrentó, terminó la séptima entrada y superó una caminata de dos outs en la octava. La intensidad de Cousins se puso de manifiesto cuando abandonó el montículo, apretando los puños y lanzando un fuerte grito.
La magia de Weaver en los Yankees consolida el espectáculo del bullpen
Luke Weaver, que cerró el partido con dos entradas perfectas, ha experimentado una de las transformaciones más notables. Inicialmente fichado en la temporada baja como relevista largo y considerado como posible refuerzo de la rotación tras la lesión de Gerrit Cole, Weaver, antiguo titular, se ha convertido en un fiable ancla del bullpen.
El esfuerzo colectivo del bullpen demuestra la habilidad de los Yankees para optimizar el talento, convirtiendo a lanzadores que antes pasaban desapercibidos en contribuyentes cruciales en la postemporada.
Su resurgimiento con los Yankees ha sido nada menos que notable, ya que su cambio al papel de cerrador le ha proporcionado actuaciones constantemente dominantes. La evolución del bullpen a lo largo de la postemporada ha superado todas las expectativas, sobre todo con el improbable cuarteto formado por Weaver, Mark Leiter Jr., Tim Hill y Jake Cousins, que ha desempeñado un papel clave en la consecución del banderín de la Liga Americana.
El entrenador Aaron Boone reconoció el improbable éxito de este grupo, alabando su concentración y ejecución bajo presión. Sus esfuerzos están respaldados por cifras sólidas: Los relevistas de los Yankees han registrado un récord de 5-1 y un ERA de 2,56 durante la postemporada.
“Si hace un mes o dos os hubiera dicho que íbamos a cerrar la Liga Americana con Mark Leiter Jr, Tim Hill, Jake Cousins y Luke Weaver, no sé si mucha gente lo habría pensado”, dijo a los periodistas un entrenador de los Yankees feliz y confiado tras ganar el banderín. “Es mérito de todos y cada uno de ellos. Su capacidad para hacer su trabajo, su capacidad para concentrarse, su capacidad para concentrarse. Estoy orgulloso de ese grupo”.
Sin embargo, la verdadera prueba aguarda en las Series Mundiales. Aunque la gestión de las ventajas contra los Reales y los Guardianes creó muchos momentos de tensión en la ALDS y la ALCS, los Dodgers presentan un desafío mucho más formidable.
La diferencia de potencia ofensiva es evidente. Los Ángeles trae una alineación imponente con estrellas como Shohei Ohtani, Freddie Freeman y Mookie Betts, lo que supone una prueba importante para los relevistas de los Yankees.
Para triunfar en las Series Mundiales, hará falta un esfuerzo colectivo de toda la plantilla. Aunque sigue siendo esencial contar con lanzadores titulares fuertes y bateadores oportunos, es probable que el bullpen se encuentre en situaciones de gran presión, dada la fuerza del ataque de los Dodgers.
La capacidad de los Yankees para mantener el excepcional rendimiento de su bullpen en la postemporada contra una de las alineaciones más peligrosas del béisbol podría ser el factor decisivo en el campeonato.
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