La incorporación de jóvenes talentos a la plantilla de los Yankees de Nueva York está dando sus frutos. Aunque los novatos han aportado energía y músculo al equipo, su presencia también ha revitalizado a los veteranos, que estaban de capa caída. Parece que hay una competición entre los dos grupos que beneficia en última instancia a los Yankees, que parecen potentes para evitar perder la temporada.
Con su cuarta victoria consecutiva y la séptima en sus últimos ocho partidos, los Yankees (69-69) volvieron a un récord de .500. Ahora se encuentran a siete partidos del puesto de comodín de la Liga Americana. El seleccionador Aaron Boone comentó que el partido estuvo repleto de historias disparatadas y conclusiones inesperadas, al tiempo que subrayó el elemento de imprevisibilidad, insinuando la posibilidad de mantener viva su racha de 31 victorias.
“Este juego está lleno de historias locas y finales locos”, contaba un feliz directivo. “Y nunca se sabe”.
Los veteranos de los Yankees se apoderaron del espectáculo destinado a los jóvenes
Los Yankees pueden haber dado la impresión de rendirse esta temporada al promocionar a jóvenes talentos y desprenderse de veteranos como Harrison Bader y Josh Donaldson. Sin embargo, el vestuario del equipo, alimentado tanto por la presencia de veteranos como por la promesa de interesantes perspectivas, no ha concedido la derrota.
El martes, todas las miradas estaban puestas en Jasson Domínguez, que nunca había pisado el Yankee Stadium, un lugar con el que llevaba mucho tiempo imaginando y soñando y en el que los aficionados esperaban ver sus rasgos marcianos.
En su debut en el Bronx, el muy esperado mejor prospecto observó cómo los veteranos del equipo dirigían la carga. En un partido destinado a exhibir a los jóvenes talentos, fueron los jugadores experimentados quienes brillaron en el triunfo por 5-1 de los Yankees sobre los Tigres, presenciado por una multitud de 31.553 espectadores. Esta victoria se sumó a la inesperada remontada de los Yankees en septiembre.
La presencia de Domínguez, Everson Pereira y Oswald Peraza en la alineación, junto con Austin Wells (que tuvo un día libre), ha aportado energía al club. Sin embargo, fue la combinación de Gerrit Cole, Stanton, DJ LeMahieu y Gleyber Torres la que llevó a los Yankees a otro día prometedor.
Cole realizó seis entradas efectivas, aunque no impecables, en las que permitió una sola carrera, cedió ocho hits, no concedió bases por bolas y ponchó a siete bateadores. El as de los Yankees mencionó que, independientemente de la situación, eran conscientes de lo que tenían que hacer para superarla. Destacó su capacidad para limitar el daño, ya que siete de los ocho golpes fueron sencillos, lo que le permitió escapar continuamente de situaciones difíciles.
Tras otra gran actuación y una salida mediocre de Sonny Gray, de Minnesota, Cole cuenta ahora con el ERA más bajo entre los titulares cualificados de la Liga Americana. El ERA de Cole ha bajado a 2,90, mientras que el de Gray ha subido a 2,98.
En la parte alta de la sexta entrada, Cole permitió un sencillo RBI a Miguel Cabrera. Sin embargo, en la parte baja de la entrada, Stanton se hizo con el escenario, asegurando la 13ª victoria de la temporada para Cole. En un partido empatado, Stanton conectó un cuadrangular decisivo de dos carreras, convirtiéndose en el cuarto jugador más rápido de la historia de la MLB (en términos de partidos jugados) en alcanzar el hito de los 400 cuadrangulares. Stanton se enfrentó a un slider de José Cisnero y lo lanzó un estimado de 451 pies en el jardín central izquierdo, dando a los Yankees una ventaja de 3-1 y asegurando su lugar en la historia del béisbol.
Boone describió el golpe de 116,8 mph como una pelota que tenía la característica de ser muy G-esque, haciendo hincapié en que no mucha gente golpea así. También se refirió a él como un misil absoluto que despejó el bullpen. Stanton logró esta hazaña en 1.520 partidos, un hito alcanzado más rápido que todos los jugadores excepto tres: Mark McGwire (1.412 partidos), Babe Ruth (1.475 partidos) y Alex Rodríguez (1.489 partidos).
LeMahieu marcó la pauta con un cuadrangular en la primera entrada, su séptimo cuadrangular en los últimos 13 partidos, lo que indica un resurgimiento en la segunda mitad de la temporada. El colofón de la noche lo puso Torres, quien, con su doblete en la octava entrada, contribuyó a las dos últimas carreras del partido.
Los yanquis están encantados de ver el giro
Giancarlo Stanton declaró que los Yankees no estaban fuera de la contienda hasta que fueron eliminados oficialmente, en una clara indicación de la creciente confianza de los veteranos. Señaló que todavía tenían dos series con los Blue Jays y una serie en Boston, ambas con aspirantes al wild-card, e hizo hincapié en que el puesto de wild-card era suyo.
Boone mencionó que lo más destacable de esta carrera era que todo el mundo contribuía y desempeñaba un papel. Describió a su club como un club que sale con la expectativa de ser dominante y con la mentalidad de querer ganar con contundencia.
Los jugadores experimentados actuaron en un discreto segundo plano, permitiendo que los focos iluminaran al prodigio de 20 años.
La estadística final de Domínguez incluyó una actuación de 1 de 4 con su primer hit en el Yankee Stadium, un doblete en el jardín central derecho durante la octava entrada. También realizó un par de “fielder’s choices” que, si bien no mostraron su habilidad como bateador, sí pusieron de manifiesto su impresionante velocidad.
Durante todo el partido, todas las miradas se fijaron en él, reconociendo su potencial como futura estrella del equipo. Sin embargo, en su debut en casa, la situación actual primó sobre las aspiraciones futuras.
Boone expresó que había mucho orgullo en el equipo, asegurando que presentaban constantemente su mejor esfuerzo. Mencionó que evaluarían su posición al final de la temporada para ver en qué punto se encontraban.
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