Los entusiastas de los Blue Jays, que esperaban con impaciencia mejoras ofensivas, vieron cómo el equipo incorporaba este invierno al ex Yankee Isiah Kiner-Falefa (IKF). Sin embargo, se quedaron perplejos cuando el Director General Ross Atkins firmó un contrato de dos años con IKF. El contrato, valorado en 15 millones de dólares para un jugador a menudo caracterizado como versátil pero no especialmente destacado, dejó a muchos rascándose la cabeza. Inicialmente recibidos con escepticismo, los posteriores fichajes de agentes libres no han hecho sino intensificar el escrutinio de este particular movimiento del IKF por parte de Toronto.
Debutando en las Grandes Ligas con los Rangers de Texas en 2018, IKF se convirtió rápidamente en un valioso jugador utilitario, ganando un Premio Guante de Oro en la tercera base en 2020. Su trayectoria cambió en 2021, cuando fue traspasado a los Yankees de Nueva York, donde inicialmente ocupó un puesto fijo como campocorto. Sin embargo, con la aparición del prometedor Anthony Volpe, de los Yankees, el tiempo de juego de IKF pasó principalmente al campo exterior, donde demostró sus habilidades tanto en el centro como en el jardín derecho.
A pesar de rendir mejor de lo previsto en el campo exterior, el bateo de IKF tuvo dificultades para cumplir las expectativas. En la temporada 2023, en la que jugó 115 partidos, registró una modesta línea de .242/.306/.340 con 6 jonrones, lo que se tradujo en 82 wRC+. Aunque Kiner-Falefa proporciona a los Blue Jays flexibilidad defensiva en todo el campo, las recientes adquisiciones de Gio Urshela y Tim Anderson sugieren que el equipo puede haber puesto demasiado énfasis en esta versatilidad.
Los últimos acuerdos apuntan a un pago excesivo de la IKF
Tras iniciar su andadura profesional con los Cleveland Guardians en 2015, la carrera de Gio Urshela ha estado marcada por la movilidad. Ha atravesado varios equipos a través de intercambios y acuerdos a corto plazo, incluida una breve estancia con los Blue Jays en 2018. A pesar de no haber sido reconocido inicialmente como una gran promesa, Urshela ha ofrecido constantemente actuaciones encomiables. Su pináculo ocurrió en 2019 como miembro de los Yankees de Nueva York, logrando un promedio de bateo superior a .300 con 21 jonrones y un impresionante 133 OPS+ en 132 juegos. En particular, incluso en su temporada más reciente con los Ángeles, pareció exhibir un mayor nivel de productividad en comparación con IKF.
En 2023, Gio Urshela registró una línea de bateo de .299/.329/.374, resultando en un wRC+ de 92, que es notablemente 10 puntos más alto que el rendimiento de IKF. En el frente defensivo, Urshela demostró su destreza en la tercera base de los Ángeles, logrando la impresionante cifra de 6 carreras defensivas salvadas (DRS) en sólo 270 entradas. Aunque sigue preocupando la propensión de Urshela a las lesiones, se perfila como una opción más fiable en comparación con IKF, especialmente para un papel de reserva. Los Tigres de Detroit aseguraron a Urshela con un acuerdo de un año y 1,5 millones de dólares, lo que representa un valor sustancial dado que el contrato de Kiner-Falefa exige 6 millones más anuales y se extiende un año más.
Aunque Gio Urshela no suscite tanto debate como Tim Anderson, es la carrera de éste la que exige atención. Seleccionado como la primera selección general por los White Sox en 2016, se elevó al estrellato en 2019, logrando el título de bateo de la Liga Americana con una impresionante línea de bateo de .335/.357/.508.
El éxito de Anderson se extendió a las temporadas posteriores, ganando nominaciones al All-Star en 2021 y 2022, e incluso aterrizando en el top 10 para MVP en 2020. Sin embargo, su impulso se vio frenado a mediados de la temporada 2022 debido a una serie de lesiones que obstaculizaron su progreso previo.
A pesar de su comienzo tardío en la temporada 2023, el regreso de Tim Anderson a los White Sox estuvo marcado por las luchas en el plato. Registró una modesta línea de .245/.286/.296, con un solo jonrón en 123 partidos. Como resultado, Anderson se desvinculó de Chicago y firmó un contrato de un año y 5 millones de dólares con los Miami Marlins.
A pesar de los retos a los que se enfrenta en 2023, Anderson está considerado como un candidato potencial para 2024. Dadas sus impresionantes actuaciones en las tres temporadas anteriores al contratiempo de la lesión, los Blue Jays podrían haber explorado la oportunidad de adquirirlo. Si bien duplicar su rendimiento máximo de 2019 puede ser ambicioso, Anderson posee un mayor potencial ofensivo que Kiner-Falefa y podría haber hecho una contribución significativa a la alineación de los Jays, que necesita potencia de fuego ofensiva.
A pesar de que IKF añade versatilidad defensiva en varias posiciones para los Blue Jays, surgen dudas teniendo en cuenta los jugadores con los que ya cuenta el equipo, como Davis Schneider y Cavan Biggio, que ya aportan profundidad tanto en el interior como en el exterior. Los fichajes de Gio Urshela y Tim Anderson, que podrían aportar más potencia ofensiva a sus respectivos equipos, pueden llevar a cuestionar la decisión de los Blue Jays de invertir en IKF, considerada por algunos como una oportunidad perdida.
¿Qué le parece? Deje su comentario a continuación.