El estadio de los Yankees se llenó de electricidad el viernes por la noche, cuando Aaron Judge rompió su sequía de jonrones más larga de la temporada con un monumental grand slam que dio la victoria a los Yankees de Nueva York por 5-4 sobre los Medias Rojas de Boston. El 52º cuadrangular de Judge de la temporada desató el frenesí entre el público, un momento que se recordará como uno de los momentos decisivos de la carrera de los Yankees hacia los playoffs.
Tras 16 partidos sin marcar un cuadrangular, el período de sequía más largo de la temporada, el capitán de los Yankees dio un paso adelante en un momento crucial. En la séptima entrada, con los Yankees perdiendo por 4-1 y las bases llenas, Judge machacó un lanzamiento de 2-1 del relevista de los Medias Rojas Cam Booser en los asientos del jardín izquierdo, dando la vuelta al partido. Fue el octavo grand slam de Judge en su carrera y el segundo de la temporada, poniendo a los Yankees por delante 5-4 y encendiendo al público de 45.292 espectadores en un estruendoso aplauso.
El 52º jonrón de Aaron Judge y el salvamento de Weaver dan la victoria a los Yankees por 5-4 sobre los Red Sox
En cuanto la pelota salió del bate de Judge, el estadio supo que se había ido.
Los aficionados de los Yankees se lanzaron a las redes sociales inmediatamente después del grand slam, expresando su asombro ante la capacidad de Aaron Judge para actuar en situaciones decisivas. Muchos describieron el momento como el punto de inflexión de la temporada, especialmente con los Yankees construyendo una ventaja de tres partidos en la AL Este tras la victoria. “Justo cuando más lo necesitábamos, Judge aparece”, tuiteó un aficionado, haciéndose eco del sentimiento de miles de seguidores de los Yankees.
La emoción no acabó ahí. Tras el heroico slam de Judge, el relevista de los Yankees Luke Weaver entró en el partido y consiguió su segundo salvamento de la temporada, asegurando la ajustada victoria por 5-4. Weaver se abrió camino a través de una tensa novena entrada, retirando al equipo y asegurando la victoria. Los aficionados de los Yankees quedaron entusiasmados con la compostura de Weaver bajo presión, y muchos elogiaron su capacidad para actuar en los momentos más críticos del partido.
El salvamento de Weaver puso el broche de oro a una noche en la que cada momento parecía importar, mientras los Yankees seguían ganando impulso en su persecución de los playoffs. Con Judge de nuevo en la columna de jonrones y Weaver dando un paso adelante en el bullpen, los Yankees demostraron su profundidad y resistencia en un partido de alto riesgo.
La victoria sobre los Medias Rojas no sólo dio a los Yankees una ventaja de tres partidos en la AL Este, sino que también revitalizó a su afición, hambrienta de actuaciones constantes de su equipo. Los seguidores de los Yankees salieron del estadio entusiasmados, con la esperanza de que esta victoria sirva de catalizador para la carrera del equipo hacia los playoffs.
Para los seguidores de los Yankees, la victoria del viernes por la noche fue algo más que el marcador: fue la creencia, la esperanza y la sensación de que, con Aaron Judge a la cabeza, todo es posible.
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