SíganosLa entrada de Carlos Rodón en el roster de los Yankees de Nueva York era muy esperada, sobre todo después de una temporada olvidable previa a su debut, que casualmente culminó con la salida de los Yankees de los playoffs. Sin embargo, sus peculiares estadísticas le situaron entre los 10 peores titulares en 2023.
¿Cómo fue su última temporada?
Su temporada inaugural con los Yankees de Nueva York terminó con una nota amarga. En su última salida, Carlos Rodón concedió ocho carreras ganadas a los Reales de Kansas City antes incluso de registrar un out, una dudosa distinción que marca una primicia en la historia de la franquicia.
En medio de las altas expectativas de los aficionados, la adquisición de Rodon por parte del Gerente General Brian Cashman con un lucrativo contrato de seis años y $162 millones durante la temporada baja encendió el entusiasmo. Sin embargo, el primer año de Rodon no estuvo a la altura de las expectativas. Aquejado por una temprana temporada en la lista de lesionados, su debut se pospuso hasta julio, marcando un tono sombrío para la próxima temporada.
Con 14 partidos jugados, Rodon sólo consiguió tres victorias y un elevado promedio de carreras ganadas (ERA) de 6,86, un rendimiento decepcionante para el ex lanzador de los Gigantes de San Francisco en su nuevo hogar en Nueva York. El escrutinio se intensifica en una ciudad notoriamente exigente con su cultura deportiva, donde los malos resultados se reciben con críticas implacables.
La conclusión de la temporada 2023 ahondó la decepción para los aficionados de los Yankees, ya que el equipo no logró alcanzar los playoffs por primera vez desde 2016. Rodon estaba destinado a reforzar la plantilla de lanzadores junto a Gerrit Cole, pero sólo Cole estuvo a la altura de las expectativas como as.
Cuando la temporada llegó a su fin, los Yankees se enfrentaron a una temporada baja crítica en la que Cashman empezó a replantearse la trayectoria del equipo. Su dependencia de jugadores veteranos, muchos de los cuales no rindieron, exige una reevaluación de su estrategia en un deporte que favorece cada vez más a los jóvenes talentos, catalizada por los recientes cambios en las reglas.
La adaptación de Rodon al cambiante panorama del béisbol, en particular la introducción de un reloj de lanzamientos, puede haber contribuido a sus dificultades, aunque las preocupaciones persisten. A pesar de su rendimiento durante una década, la carrera de Rodon no ha mostrado una excelencia sostenida. Con sólo tres temporadas con un ERA inferior a 4,00 y dos por debajo de 3,00, surgen dudas sobre su capacidad para justificar su lucrativo contrato.
Con cinco años restantes en su contrato, la permanencia de Rodon con los Yankees depende de un resurgimiento. La inminente temporada baja promete una reorganización de la plantilla, pero el compromiso a largo plazo de Rodon exige un retorno a la forma. Con Cole y Néstor Cortés Jr. al máximo rendimiento, los Yankees podrían organizar una formidable campaña de playoffs.
¿Qué ocurrirá?
Carlos Rodón tendrá que demostrar su valía, especialmente con la llegada de nombres como Alex Verdugo y Juan Soto, pero aún es pronto y, a medida que avancen los partidos, tendrá que dar un paso adelante.
En retrospectiva, la apuesta de Cashman por Rodon parece menos segura. Mientras el equipo se recalibra, la trayectoria de Rodon definirá su legado a rayas. Mientras que el potencial de redención permanece, la carga recae enteramente en Rodon para trascender sus inconsistencias y validar su estatus como un as digno de la inversión de los Yankees.
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