El exjugador de los Yankees Andrew Benintendi estuvo a punto de fallar durante el tiroteo del viernes por la noche en el Guaranteed Rate Field. El jugador de los Chicago White Sox estaba a sólo 30 metros del lugar donde ocurrió.
Durante la cuarta entrada del partido entre los Chicago White Sox y los Oakland Athletics, dos aficionados sentados en la grada del jardín izquierdo fueron alcanzados por disparos. Los jugadores de los White Sox no se enteraron del tiroteo hasta que terminó el partido, pero ahora empiezan a comprender lo ocurrido.
Andrew Benintendi, que jugó en los Yankees en 2022, declaró al Chicago Sun-Times que el tiroteo se produjo a unos 30 metros detrás de ellos, lo que está más cerca de lo que cualquiera preferiría.
Los sucesos del viernes por la noche siguen bajo investigación, pero Fred Waller, superintendente interino de la policía de Chicago, informó al Sun-Times de que casi han descartado la teoría de que una o más balas fueran disparadas desde el exterior del estadio, causando heridas a dos mujeres. Según la policía de Chicago, una mujer de 42 años recibió un disparo en la pierna durante el partido contra los Oakland Athletics, y una mujer de 26 años tuvo una herida leve en el abdomen. La mujer, de 42 años, se encontraba en buen estado en el Centro Médico de la Universidad de Chicago. La policía declaró que la mujer de 26 años decidió no recibir atención médica,
Tras los disparos, los responsables decidieron no cancelar el partido. Los White Sox acabaron perdiendo por 12-4. Sin embargo, plantea la cuestión de si fue la decisión correcta seguir jugando.
Según Andrew Benintendi, fue una situación de locos y el equipo tuvo que aceptar lo sucedido. Durante el incidente, no entendió del todo lo que estaba pasando, y muchos jugadores se sintieron confusos. El ex OF de los Yankees esperaba que no volviera a ocurrir.
Una mujer llevó el arma al partido de Chicago
Según Peggy Kusinski, periodista de ESPN Chicago, el martes se supo que una mujer, que fue alcanzada por la bala, había introducido el arma en el estadio. Lo escondió entre los pliegues de grasa de su vientre para eludir los detectores de metales. El tiroteo se produjo debido a una descarga accidental del arma que le causó una herida por rozamiento.
Las fuerzas del orden declararon previamente que una mujer de 42 años sufrió una herida de bala en la pierna, y una mujer de 26 años también sufrió una herida por roce en el abdomen. Las autoridades declararon que la anciana fue trasladada a un hospital cercano y que su estado era regular. La otra mujer declinó recibir tratamiento médico.
Según NBC 5 Chicago, el tiroteo se produjo en la cuarta entrada del partido contra los Oakland Athletics. Al principio, la policía sugirió interrumpir el juego, pero éste continuó al no considerarlo una amenaza significativa. El superintendente interino de la policía de Chicago, Fred Waller, mencionó que permitieron que continuara el juego para evitar que cundiera el pánico.
En un principio, no se sabía con certeza si el tiroteo se había producido dentro o fuera del parque. Sin embargo, la policía negó que la teoría de que el incidente ocurriera en el exterior estuviera casi desmentida.
A primera hora de la mañana del sábado, los Chicago White Sox emitieron un comunicado mientras continuaba la investigación policial. El equipo declaró que dos aficionados que asistieron al partido del viernes sufrieron heridas de bala, pero que las lesiones no ponían en peligro su vida. La declaración indicaba que no hubo ningún altercado en el incidente. El equipo de seguridad de los White Sox lo confirmó. La franquicia de Chicago expresó su preocupación por las víctimas y les deseó una pronta recuperación mientras prosigue la investigación policial.
El jardinero de los White Sox Andrew Benintendi reconoció que incidentes como éste no son algo que uno espera presenciar o escuchar durante un partido, pero se siente aliviado de que todo el mundo esté bien.
Martha Rincón, de Chicago, estaba sentada en las últimas filas de esa zona, junto con otros ocho amigos, durante el incidente. Mencionó que los aficionados se mostraban un poco cautelosos a la hora de asistir al partido. Según ella, la gente es consciente de lo que ocurre a su alrededor, pero sigue con su vida cotidiana. Añadió con humor que incluso consideraron la posibilidad de que el regalo del partido fueran chalecos antibalas con el logotipo de los Sox.
En lugar de chalecos antibalas, los aficionados recibieron muñecos de Dylan Cease.
Brecha de seguridad en la MLB
Desde el inicio de la temporada 2015, las Grandes Ligas de Béisbol exigen la detección obligatoria de metales en todos los estadios. Desde la temporada 2013 hasta el día de la inauguración de 2015, los clubes de las grandes ligas tuvieron tiempo de cumplir los requisitos para el control de detección de metales.
El viernes, el público anunciado era de 21.906 personas. El concierto programado para después del partido, en el que iban a participar Vanilla Ice, Rob Base y Tone Loc, se canceló por “problemas técnicos”, según declaró el equipo. Los Medias Blancas aclararon el sábado que la cancelación del concierto fue para permitir que el Departamento de Policía de Chicago despejara las zonas donde se encontraban los espectadores y examinar las gradas con las luces del estadio encendidas. Esta decisión no se tomó por motivos de seguridad, como ellos mismos mencionaron.
Lawrence Butler, jardinero del Oakland, comentó que un incidente como ése hace que se preste más atención a la seguridad, tanto de los jugadores como de los aficionados. Mencionó que nadie quiere que nadie salga herido o lesionado mientras asiste a un partido de béisbol, por lo que es bastante preocupante y aterrador.
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