Los Yankees de Nueva York se encuentran en una posición precaria ante la inminente posibilidad de perderse la postemporada por primera vez desde 2016. A pesar de la incertidumbre que rodea a sus perspectivas de playoffs, el propietario del equipo, Hal Steinbrenner, se muestra firme en su decisión de mantener el statu quo dentro del front office, garantizando la seguridad laboral del director general Brian Cashman.
Según informa Bob Klapisch de NJ.com, fuentes cercanas al asunto han dejado claro que la idea de separarse de Cashman ni siquiera es un tema de discusión sobre la mesa. El compromiso de Steinbrenner con el liderazgo de Cashman sigue siendo firme, y parece que ninguna especulación o crítica de la afición de los Yankees está influyendo en esa postura, según fuentes de la CBS.
Desde que tomó las riendas como director general en 1998, Cashman ha desempeñado un papel fundamental en la creación de equipos campeones para los Yankees. A pesar de una temporada actual en la que el equipo ha logrado un respetable récord de 59-55, se enfrentan a una batalla cuesta arriba en la clasificación de la Liga Americana Este, posicionados en cuarto lugar y por detrás de un desalentador 11 1/2 juegos. En la carrera por el codiciado tercer y último puesto de comodín de la Liga Americana, los Yankees se sitúan 4 partidos y medio por detrás de los Toronto Blue Jays. A los problemas del equipo hay que añadir su mediocre diferencial de más seis carreras, el más bajo de su división.
Los focos también apuntan al entrenador de los Yankees , Aaron Boone, cuyo futuro en la organización está envuelto en la incertidumbre. Con su contrato a punto de expirar después de la temporada 2024, abundan las preguntas sobre si Boone conservará su puesto. Las decisiones pasadas de Steinbrenner sugieren que no es extraño a seguir con Boone en tiempos difíciles, pero si hay que hacer cambios, las probabilidades favorecen un cambio en el banquillo.
Los problemas recientes de los Yankees incluyen el contratiempo del veterano primera base Anthony Rizzo, que aterrizó en la lista de lesionados debido a una presunta conmoción cerebral tras una colisión con la estrella de los Padres de San Diego Fernando Tatis Jr. a finales de mayo. A pesar de los problemas de Rizzo y de la preocupación por su salud, Boone siguió apostando por él, lo que levantó ampollas tanto entre los aficionados como entre los expertos.
Las proyecciones de SportsLine revelan un panorama bastante sombrío para los Yankees, dándoles un mero 13% de posibilidades de conseguir un puesto en los playoffs. A medida que avanza la temporada, los aficionados y observadores se preguntan si el equipo podrá desafiar los pronósticos y asegurarse un puesto en la postemporada o si se enfrentará a la decepción de una rara ausencia en los playoffs. Sólo el tiempo dirá si la mano firme de Cashman y la resistencia del equipo pueden cambiar las tornas a su favor.
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