Los problemas ofensivos de los Yankees de Nueva York persistieron el martes, sufriendo su segunda derrota consecutiva a manos de los Orioles de Baltimore por un marcador de 4-2. A pesar de evitar la eliminación, los Yankees sólo consiguieron producir dos jonrones solitarios, uno de Austin Wells y otro de Juan Soto, contra el abridor de los Orioles Dean Kremer.
Estos dos cuadrangulares fueron las únicas carreras que los Yankees pudieron conseguir en 18 entradas contra los lanzadores de Baltimore, desde la apertura de la serie del lunes por la noche, que los Orioles ganaron por 2-0.
Aunque los jonrones proporcionaron un rayo de esperanza, el ataque de los Yankees tuvo muchos problemas durante todo el partido. Fueron incapaces de generar corredores de base consistentes y no lograron capitalizar sus limitadas oportunidades. El equipo fue 0 a 1 con corredores en posición de anotar y dejó tirados a cuatro corredores de base, lo que pone de relieve sus problemas con el bateo oportuno.
La derrota rebaja el récord de los Yankees a 19-12, pero lo más preocupante es su reciente bajón ofensivo. Intentarán darle la vuelta a la situación en su serie contra los Orioles, con el objetivo de redescubrir su poderío ofensivo y recuperar la senda de la victoria.
Los dos jonrones de los Yankees son en vano
La ofensiva de los Yankees de Nueva York dio señales de vida en el partido del martes contra los Orioles de Baltimore, pero al final se quedó corta en una derrota por 4-2.
Austin Wells proporcionó una chispa al principio, lanzando su primer jonrón de la temporada en la tercera entrada para empatar el partido a 1-1. Sin embargo, el momento clave llegó en la sexta, cuando Juan Soto lanzó una colosal bala de 447 pies por encima del muro del jardín derecho, recortando la ventaja de los Orioles a 4-2.
A pesar de la desventaja, la exhibición de potencia y confianza de Soto, incluido un memorable batazo, infundió un sentimiento de determinación en el banquillo de los Yankees.
Tras el partido, Wells se mostró optimista sobre la pegada del equipo, reconociendo cierta mala suerte pero expresando su confianza en su capacidad para recuperarse. Hizo hincapié en la importancia de aprovechar las oportunidades de gol en futuros partidos.
“Creo que lo estamos haciendo bien, de verdad”, dijo Wells. “Creo que han tenido muchos rebotes a su favor. Creo que lo único que podemos hacer es seguir saliendo al día siguiente. Conseguimos dos más, [can] iguala la serie. Pero en general, hemos tenido buenos bateos con buenos planes. Han tenido un montón de buenos rebotes a su favor. Hemos golpeado balones duros directos a los chicos, así que creo que oscilará”.
Ofensivamente, Soto y Wells lideraron a los Yankees con cuatro de los cinco hits del equipo. Aunque generaron un fuerte contacto, con nueve pelotas bateadas que superaron los 95 mph de velocidad de salida, tres de esas pelotas dieron lugar a dobles jugadas que acabaron en entradas, lo que puso de relieve algunos momentos desafortunados.
El entrenador Aaron Boone se hizo eco de estos sentimientos, elogiando la calidad de los bateos del equipo, pero subrayando la necesidad de convertirlos en carreras, especialmente contra rivales formidables.
Los Yankees, todavía escocidos por la derrota del lunes, se enfrentaron a una mayor frustración cuando los Orioles utilizaron su atletismo en su beneficio, lanzando la pelota a zonas en las que la defensa de los Yankees no estaba posicionada.
A pesar de su mejora ofensiva, los Yankees no pudieron superar el juego oportunista de los Orioles y acabaron cayendo en Camden Yards.
Reflexionando sobre la derrota, Soto reconoció la naturaleza competitiva del partido, pero expresó su decepción por la falta de pausas de los Yankees. Aunque lograron un sólido contacto con la pelota, las excepcionales jugadas defensivas de los Orioles acabaron frustrando su esfuerzo de remontada.
El desastre defensivo de los Yankees
Las dificultades de los Yankees de Nueva York continuaron el martes por la noche, con tres dobles jugadas que ampliaron aún más su total, líder de la liga, a la asombrosa cifra de 36 en la temporada. Estas jugadas de final de entrada sofocaron eficazmente cualquier impulso que los Yankees intentaran construir a lo largo del partido.
El punto de inflexión del partido se produjo en la parte baja de la cuarta entrada contra el abridor de los Yankees Néstor Cortés. Los Orioles anotaron tres carreras, rompiendo el empate a 1. Jorge Mateo y James McCann iniciaron el rally con dobles consecutivos, poniendo a los Orioles por delante 3-1. Mientras Anthony Volpe y Gleyber Torres realizaban impresionantes paradas en picado en las pelotas por el suelo de Colton Cowser y Gunnar Henderson, respectivamente, ambos Orioles aprovecharon su velocidad para llegar a salvo a la base.
Los Orioles subieron al marcador en la segunda entrada gracias a una combinación de mala suerte y un fallo defensivo de los Yankees. Anthony Santander inició la entrada con un elevado pop-up por la línea del jardín derecho que el primera base Anthony Rizzo perdió de vista, lo que provocó un doblete.
Más tarde, Juan Soto reveló que creía que tenía más posibilidades de golpear el balón, pero que no lo pidió debido a su colocación. Esta falta de comunicación permitió que la pelota cayera, y una posterior bola terrestre de Jordan Westburg condujo a un error de Gleyber Torres, que anotó una carrera. El lanzamiento a tercera base destinado a atrapar a Santander saltó por la espalda del corredor, permitiéndole marcar y dar a los Orioles una ventaja de 1-0.
El entrenador Aaron Boone reconoció la jugada, afirmando que, aunque apreciaba el esfuerzo, ponía de relieve la importancia de una comunicación clara y de reconocer los carriles abiertos defensivamente.
“Estamos poniendo bien la pelota en juego”, dijo Boone. “Estamos teniendo los golpes adecuados. Sólo tenemos que abrirnos paso. Especialmente cuando juegas contra un buen equipo, tienes que aprovechar algunas oportunidades”.
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