Tras la inclusión del relevista de los Yankees Jonathan Loaisiga en la lista de lesionados a principios de esta temporada debido a una inflamación en el codo, el entrenador Aaron Boone expresó abiertamente su frustración por la lucha recurrente del lanzador por mantener una buena salud.
El 8 de abril, el directivo mencionó que el asunto en cuestión había planteado problemas a Loaisiga en “distintos momentos de distintos años”. A continuación, expresó su esperanza de que no se convirtiera en un problema a largo plazo, aunque no creían que fuera a serlo, y reconoció la frustración que causaba.
La lesión en cuestión se tradujo finalmente en un prolongado periodo de cuatro meses de estancia de Loaisiga en la lista de lesionados, lo que hizo necesario un largo proceso de rehabilitación tras una intervención quirúrgica para tratar un espolón óseo.
Ahora, Loaisiga se encuentra de nuevo en la IL con un diagnóstico preliminar similar al anterior recibido el martes. A pesar de que los Yankees creen que este reciente contratiempo no es motivo de gran preocupación, la perspectiva de Aaron Boone con respecto a la capacidad del relevista para mantenerse libre de lesiones no ha cambiado.
Los Yankees, descontentos con Loaisiga, propenso a las lesiones
Boone declaró que Loaisiga había sufrido interrupciones cada temporada. Señaló que cuando el lanzador rinde bien, sus habilidades son excepcionales, incluida su eficacia, su gran material, su versatilidad contra bateadores tanto diestros como zurdos y su capacidad para desempeñar diversas funciones, como cerrar partidos o manejar situaciones críticas. Sin embargo, también reconoció que las temporadas de Loaisiga se habían interrumpido constantemente a lo largo de los años.
Las preocupaciones de Boone son totalmente válidas. Desde 2019, Loaisiga ha lidiado con un preocupante total de cinco lesiones relacionadas con el brazo, que abarcan tres casos de esguinces en el hombro derecho y dos períodos de IL que fueron desencadenados inicialmente por una inflamación del codo. Este patrón suscita gran preocupación, especialmente si se tiene en cuenta que Loaisiga sólo tiene un año más de control del equipo. Incluso en sus primeros años como prometedor, sufrió problemas en el brazo, incluida una operación Tommy John hace siete años.
La temporada ha terminado para el lanzador
En cuanto a la temporada actual, se ha confirmado que Loaisiga no hará más apariciones en 2023. Boone hizo este anuncio el martes por la tarde, y no es ninguna sorpresa, dado que sólo quedan 17 partidos de la temporada regular (tras el doble partido del martes), lo que no deja tiempo suficiente para un regreso. La cuestión más acuciante gira en torno a las posibles repercusiones de esta lesión en su disponibilidad para el próximo año.
A partir de la evaluación actual, se cree que esta lesión no debería ser motivo de preocupación significativa. Boone no cree que esté relacionado con el problema de espolón óseo que mantuvo a Loaisiga apartado durante cuatro meses a principios de año. Los Yankees han optado por la cautela y le han dado de baja y le han enviado de vuelta a Nueva York para realizarle más pruebas.
Esto implica que el lanzador diestro puede someterse a procedimientos de imagen o buscar una segunda opinión, lo que podría revelar problemas más complejos en su codo.
Futuro incierto
Boone no exagera al calificar a Loaisiga como uno de los mejores relevistas, sobre todo cuando está sano y en plena forma. Hace sólo dos años, Loaisiga tuvo una actuación sobresaliente con un ERA de 2,17 en 57 partidos, la mejor temporada de su carrera. Antes de tener dificultades contra los Brewers el pasado fin de semana, que pueden haber estado relacionadas con el estado de su codo, Loaisiga había encadenado una impresionante racha de 12 2/3 entradas consecutivas sin anotar desde su regreso de la lista de lesionados de 60 días, recuperando sus capacidades dominantes.
Para el jugador de 28 años, el reto fundamental consiste en demostrar su capacidad para no lesionarse durante toda una temporada antes de llegar a la agencia libre si pretende conseguir el contrato más alto posible. Por lo demás, sigue siendo un talento tentador, pero conlleva un riesgo considerable para cualquier equipo que se plantee fichar a Loaisiga.
De cara a la próxima temporada, los Yankees se enfrentan a numerosas incertidumbres en su bullpen, que van más allá del estado de salud de Loaisiga. Surgen dudas sobre la idoneidad de Clay Holmes para el papel de cerrador, dada su volatilidad ocasional en el mando, aunque destaca cuando su sinker es eficaz. El posible regreso de agentes libres como Wandy Peralta y Keynan Middleton añade más complejidad. Además, hay consideraciones sobre el papel de Michael King, si empezará el año en la rotación o mantendrá su papel de relevista de varias entradas. Las expectativas de rendimiento de Tommy Kahnle y Scott Effross, este último de vuelta de la cirugía Tommy John la próxima primavera, también son variables a tener en cuenta.
Aunque los Yankees han mantenido el ERA más bajo del bullpen en el béisbol durante toda la temporada, no hay garantías con respecto a las opciones de lanzamiento de última entrada para 2024, por lo que es un área crítica a tratar durante el próximo invierno.
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