La mayor parte de la culpa de la debacle de los Yankees de Nueva York en 2023 la tienen las lesiones que sufrió el equipo. La casa club de los Yankees ha parecido una tienda de triaje abarrotada esta temporada, con la asombrosa cifra de 28 jugadores que han pasado a la lista de lesionados para un total de 37 estancias. Esto iguala el desfile de guerreros heridos de la temporada pasada, cuando 28 Yankees también necesitaron 33 viajes a la IL. El año anterior, un número aún más asombroso de 35 Bombarderos del Bronx hicieron 49 viajes a la cada vez más poblada IL de los Yankees.
El elevado número de lesiones, que ha hecho descarrilar la temporada de los Yankees, ha provocado clamores a favor de un cambio en la plantilla de entrenadores. El seleccionador Aaron Boone mencionó que la revisión posterior a la temporada incluiría también al personal de entrenamiento. Sin embargo, según él, va a ser tan regular como otros años.
Pero el entrenador de los Yankees admitió que elementos como el creciente número de jugadores veteranos en la plantilla también influyen en las lesiones. Boone subrayó que se trata de un intrincado tapiz de hilos entrelazados que requiere un diálogo prolongado en la organización para desenredarse por completo.
Las lesiones cuestionan la plantilla de los Yankees
El fenómeno Jasson Domínguez, convocado el 1 de septiembre, demostró de inmediato su talento, con cuatro jonrones y siete carreras en sus ocho primeros partidos en las grandes ligas. Sin embargo, la tragedia golpeó justo cuando el jardinero central de 20 años estaba calentando motores. Domínguez sufrió una devastadora rotura del ligamento cruzado anterior que le obligó a someterse a una operación Tommy John, lo que puso fin bruscamente a su temporada y le apartó de los terrenos de juego durante los primeros meses del próximo año.
Para colmo de males, una peculiar plaga de brazos dañados llevó a ocho lanzadores de los Yankees a la lista de lesionados ese mismo mes. Las preguntas se arremolinaban sobre cómo podía producirse un brote así.
¿Cómo es concebible que Anthony Rizzo siguiera jugando durante varios meses con una conmoción cerebral, e incluso participara en dos partidos adicionales después de haber informado al equipo de que experimentaba síntomas relacionados con su dolencia?
Además, ¿cómo pudo Anthony Rizzo seguir jugando durante meses con una conmoción cerebral, participando en dos partidos extra después de informar al equipo de sus síntomas?
Esta temporada, los Yankees han llevado a 28 jugadores a la enfermería para 37 periodos en la lista de lesionados. Esta cifra se compara con los 28 jugadores con 33 desplazamientos de 2022 y los 35 en 49 viajes de 2021.
YANKEES IL STINTS 2016-23 | ||
Año | jugadores | estancias |
2023 | x-28 | 37 |
2022 | 28 | 33 |
2021 | 35 | 49 |
2020 | z-16 | 18 |
2019 | 30 | 39 |
2018 | 20 | 23 |
2017 | 18 | 24 |
2016 | 18 | 18 |
x-Juegos hasta el 26 de septiembre. z-60-temporada de juegos debido a COVID |
Esas son las impresionantes sumas de las últimas tres campañas completas tras la remodelación del departamento de formación de los Yankees de Nueva York después de la debacle de 2019. Nombraron a Eric Cressey director de salud del jugador, a Tim Lentych entrenador jefe de atletismo, a Michael Schuk director de medicina y rehabilitación y a Donovan Santas subdirector de salud.
La reorganización tenía como objetivo tratar la epidemia de lesiones de los Yankees, que alcanzó un máximo de 30 jugadores que hicieron 39 cameos de IL en 2019. Incluso en la acortada temporada pandémica de 2020 persistió la plaga a rayas. El propietario Hal Steinbrenner y el director general Brian Cashman habían pronosticado que pasarían dos años antes de que se produjeran avances.
¿Actuarán los Yankees? Boone parece ser evasivo
La cruda realidad es cristalina: las cosas se pusieron aún más feas. Ahora, tras perderse los playoffs por primera vez desde 2016, Steinbrenner iniciará una auditoría organizativa exhaustiva que aborde estas preocupaciones.
El capitán Aaron Boone reveló que la inminente investigación también pondría bajo la lupa al personal de entrenamiento, y que Nueva York planea analizar a fondo la vorágine de lesiones de la que ha sido víctima el club una vez que se cierre el telón de esta nefasta temporada marcada por una miríada de males.
Cuando se le preguntó sobre su opinión acerca de si el personal de entrenamiento desempeña un papel en el azote de lesiones del club o si la pura mala suerte explica gran parte de sus quebraderos de cabeza en materia de salud, Boone reaccionó con sorpresa. Comentó que algunas cosas claramente no se podían evitar, y citó la fractura del dedo del pie de Aaron Judge al golpearse contra la pared mientras realizaba una extraordinaria recepción en el Dodger Stadium como mala suerte, no una avería. Añadió que en ocasiones se producen distensiones de tejidos blandos tras este tipo de incidentes.
Boone explicó que factores como la composición de la plantilla con más jugadores veteranos contribuyen a esa situación. Señalaron que es un tema complejo en el que intervienen muchos factores y que requeriría una conversación más larga para ahondar en todos los detalles.
El capitán reiteró que se esfuerzan continuamente por mejorar la prevención, la evaluación y el tratamiento de las lesiones. Reconoció que no es posible evitar todas las lesiones. Boone también admitió que, aunque el equipo cree que ha mejorado en muchos aspectos, los números brutos, que no les favorecen, dejan en mal lugar sus progresos.
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