Aaron Judge volvió a rugir el domingo, llevando a los Yankees de Nueva York a una victoria decisiva por 15-5 sobre los Cerveceros de Milwaukee. Su bate explotó con una actuación de 3 de 4 en el plato, incluyendo un jonrón solitario, tres carreras impulsadas y una caminata.
No tardó en marcar la pauta, lanzando un jonrón solitario contra Myers, titular de los Cerveceros, en la primera entrada. Esto supuso su sexto jonrón de la temporada, ampliando una racha de jonrones en partidos consecutivos y tres veces en los últimos cinco concursos. Este aumento se produce tras un flojo comienzo de año, pero las estadísticas actuales de Judge reflejan su mejora: .211 de media, seis jonrones, 18 carreras impulsadas, 12 carreras anotadas y una base robada en 29 partidos (109 bateos).
Aaron Judge volvió a exhibir su potencia característica. Su segundo jonrón consecutivo llegó con un aplastante lanzamiento de cuatro saetas de Tobias Myers en una cuenta completa, enviando la bola a unos asombrosos 441 pies con una velocidad de salida de 115,9 mph. Esta hazaña consolidó aún más su lugar entre los bateadores de élite, ya que sólo su compañero de equipo Giancarlo Stanton le ha superado en tan impresionantes muestras de potencia bruta desde 2015 (26ª vez para Aaron Judge).
¿Es el final de la mala racha inicial de Aaron Judge?
En la entrevista posterior al partido de los Yankees contra los Cerveceros, el entrenador Aaron Boone opinó sobre el lento comienzo de Aaron Judge en la campaña 2024. Aunque reconoció el éxito reciente de Judge, incluidos sus dos partidos consecutivos con un jonrón, Boone dejó claro que hay grandes expectativas en torno a la superestrella del bateo.
“Lo está haciendo bien”, admitió Boone, “pero sabes que aún no hemos llegado ahí (en cuanto a dónde sabemos que puede estar)”.
Dado el prodigioso talento de Aaron Judge y sus logros pasados, es comprensible que los Yankees tengan un alto nivel de exigencia para su jugador estrella. Boone admitió que el bateador hizo algunos bateos realmente buenos anoche, lanzando la pelota repetidamente con autoridad, y que esperaba ver más swings de calidad a medida que avanzara el partido.
“Así que, mira, una bala para empezar el partido y empezar a anotar más bates buenos a medida que avanzábamos hasta el último, en el que se fumó la bola por el otro lado anoche”, dijo. “Cuando lo saqué, se fumó esa bola de doble play, esa bala de un salto por el centro. Así que conseguí más buenos swings”.
En medio del escrutinio que rodea su decepcionante comienzo, el propio Judge permanece imperturbable, exudando la tranquila confianza que ha definido su histórica carrera. “Sigo siendo Aaron Judge”, afirmó el bateador con naturalidad. “Eso no ha cambiado”.
El reciente repunte de Aaron Judge sugiere que ha superado sus problemas anteriores. En abril, luchó contra una mala racha, reflejada en una línea de bateo de .174/.308/.337, e incluso se enfrentó a las críticas en su día de bobblehead. Es probable que estas primeras dificultades se debieran a una combinación de factores, como bajones aleatorios y efectos persistentes de su lesión abdominal en los entrenamientos de primavera. Sin embargo, sus estadísticas más recientes pintan un panorama mucho mejor: .198/.333/.425 con seis jonrones, lo que muestra una clara tendencia al alza.
Su resurgimiento, unido al rendimiento constante de la incorporación clave de la temporada baja , Juan Soto, es un buen augurio para el potencial ofensivo de los Yankees. Mientras persiguen a los Orioles de Baltimore por el liderato de la AL Este, el regreso de Aaron Judge a su forma “vintage” podría ser la chispa necesaria para impulsarlos a la cima de la división.
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