Juan Soto y Tim Hill han sido compañeros de equipo durante las tres últimas temporadas, primero con los Padres de San Diego y ahora con los Yankees de Nueva York, pero Hill aún recuerda vívidamente cómo era enfrentarse a Soto cuando eran rivales.
La estrategia mental de Juan Soto, clave del éxito en el plato de los Yankees
Juan Soto, un potente jardinero conocido por su enfoque único en el plato, tiene una rutina que puede frustrar a los lanzadores. Su característico arrastrar de pies, sus juguetones intercambios con los receptores y sus intensas miradas hacia el montículo han sido durante mucho tiempo su sello distintivo. En 2021, cuando Soto jugaba para los Nacionales de Washington, Hill se vio atrapado en los juegos mentales del bateador.
“Él golpea y tú te acobardas”, dijo Hill, recordando uno de sus enfrentamientos. “Es un juego del gato y el ratón, y resulta que yo salgo ganando. Siempre consigue su mejor golpe, incluso con dos strikes. Yo le lanzaba una bola rápida de cuatro costuras y él la golpeaba, pero juro que podía sentir el viento de su golpe”.
A pesar de su éxito contra Juan Soto -Hill le ponchó tres veces esa temporada-, las payasadas del astuto bateador dejaron huella. Hill recordaba el shuffle de Soto, un movimiento que pone nerviosos a muchos lanzadores.
“Se me echó encima después de la primera bola, y me cabreó”, dijo Hill. “Hace esos juegos mentales, y funcionó. Me enfadé y sólo quería ganarle. Pero eso es lo que pasa: te engaña para que intentes ganar una batalla y luego saca el siguiente lanzamiento del parque”.
Ahora que juega junto a Juan Soto en los Yankees, Hill ha adquirido una perspectiva diferente de la estrategia del bateador en el juego. El enfoque de Soto en el plato, según ha aprendido Hill, se basa menos en la bravuconería y más en tácticas calculadas.
El propio Juan Soto reconoció el método de su rutina.
“Forma parte de mi juego”, dijo Juan Soto, describiendo sus apariciones en el plato. “Tienes que jugar como al ajedrez. Tener siempre una estrategia, ver lo que están pensando y trabajar a partir de ahí. No sé si los lanzadores tienen miedo, pero para mí se trata de gestionar mi confianza. Muevo mis piezas, encuentro el punto débil y ataco”.
La metáfora del ajedrez resume la forma en que Juan Soto aborda cada bate metódicamente y con determinación. Ya sea frustrando a sus rivales o animando a sus compañeros, su estilo sigue haciendo de él una presencia única en la alineación de los Yankees.
Ahora, con ambos jugadores en el mismo bando, Hill tiene un asiento en primera fila para presenciar la teatralidad de Juan Soto en la caja de bateo. La partida de ajedrez continúa, esta vez sin Hill como receptor de las batallas mentales de Juan Soto.
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